Ramon d'Olmera i d'Alemany, nacio en el s. XVI - Muere en Barcelona el 20 de agosto de 1616. fue "comanador" (en el entorno religioso, era una dignidad dotada de renta que administraba una casa religiosa de una orden religiosa, a las órdenes del Hospital, de la Merced y de Sant Antoni Abad se le llamaba también "preceptor") de Vilafranca, de la Orden del Hospital de Sant Joan de Jerusalén. Fue
nombrado Presidente de la Generalitat de Catalunya el 22 de julio de
1614. Provenía de una familia de la pequeña nobleza y su hermano Juan d'Olmera también era caballero. Su
vinculación a la Orden del Hospital de Sant Joan de Jerusalén, con una
presencia importante en Catalunya después de haber reconquistado las
tierras del Ebro, le hizo estar insaculado dentro del brazo
eclesiástico. Fue una figura muy influyente como comanador de Vilafranca y Tortosa.Durante su trienio al frente de la Generalitat se sucedieron los incidentes con los bandoleros. Fue un período de máxima actividad de las cuadrillas de Joan de Serrallonga y Perot Rocaguinarda. La búsqueda de los orígenes de aquella inestabilidad social hacía enfrentarse a las instituciones. Así,
mientras la Generalitat acusaba al Consell de Cent de falta de
disciplina en el entorno urbano fomentando las "casas de vicio y
tahúres" o siendo poco diligentes con la captura y encarcelamiento de
delincuentes, los soldados reales pensaban que el origen de los
malhechores era
debido al derecho civil catalán que asignaba la herencia al primogénito
dejando el resto de hijos en el camino de la delincuencia. Detrás de esta opinión estaban las malas relaciones entre la
Generalitat y el virrey de Catalunya, Francisco Hurtado de Mendoza y
Cárdenas, a quien el aumento constante del bandolerismo le invadió su
propia administración, dividida en "nyerros" y "cachorros".Francesc Hurtado
de Mendoza acusaba de connivencia con el bandolerismo en las
instituciones catalanas cuando el 24 de octubre de 1614 informaba al rey
de su fracaso contra el creciente poder y número de los bandoleros: "No
se puede más, que la tierra los produce como hongos, ella
los fomenta y defiende ". Cuando Hurtado murió el 14 de octubre de
1615, las instituciones argumentaron "razones de protocolo" para no
asistir al entierro. Ramon
d'Olmera murió el 20 de agosto de 1616 en Barcelona, tras una
enfermedad que la había tenido apartado de sus cargo durante unos meses.
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