miércoles, 6 de abril de 2016

Asesinos en Serie (Yang Xinhai [I])

Yang Xinhai, nació el 29 de julio de 1968 en Zhumadian (Henan [China]). Su familia era una de las más pobres del pueblo, y él fue el más joven de entre cuatro hijos.
Desde temprana edad, Yang mostró ser un chico inteligente e introvertido. Tenía lo necesario para terminar sus estudios elementales sin dificultad, pero en 1985, con 17 años de edad, abandonó su institución educativa y su hogar, ya que estaba frustrado, cansado y harto de las penurias que día a día debía afrontar a causa de la pobreza de su familia.
Para sobrevivir después de separarse de su familia, Yang se dedicó a viajar y a subsistir a base de trabajos ocasionales como obrero. Nunca duraba mucho en esos empleos, ya que no era suficientemente responsable y comprometido, además tenía una fuerte tendencia a llevarse cosas que no eran suyas, y cuando lo descubrían, además de ser despedido, debía sufrir la cólera de sus patrones y hasta las reprimendas policiales.
Por un tiempo, Yang pudo sortear las dificultades que le acarreaba su tendencia al hurto, pero después empezó a meterse en casas y a robar, y eso hizo que, entre 1988 y 1991, pasase realizando trabajos forzados en el campo por haber robado en Xi’an, Shaanxi y Shijiazhuang.
Cuando por fin salió, Yang no estaba reformado en lo más mínimo: los trabajos forzados solo habían aumentado el resentimiento social en él, y la ira que tenía acumulada podía estallar con cualquier detonante apropiado. Sin embargo permaneció en relativa calma, lógicamente por temor y no porque se hubiese reformado, hasta que en 1996 sus bajos impulsos lo dominaron e intentó violar a una niña en Zhumadian, por lo que volvió a ser encerrado, aunque acabarían reduciéndole la pena a tres años por el buen comportamiento que astutamente mostró.
En 1999, Yang salió de prisión gracias a su buena conducta. Las autoridades creían que el criminal había tomado conciencia, pero no era así: en realidad estaba peor que antes.
Ya libre, Yang tenía los bolsillos vacíos, el rencor a flor de piel, y el nefasto conocimiento de que le sería muy difícil ganarse la vida honradamente. Pese a eso, en esos tiempos logró hacerse con una bicicleta y hasta entabló una relación amorosa con una mujer que acabó siendo su novia, aunque ésta le dejó cuando se enteró de su oscuro pasado criminal: ese era el detonante que se necesitaba, pronto empezarían las matanzas


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario