Tras su escalofriante declaración se
abrieron nuevos casos contra Stano, quien el 8 de junio de 1983 empezó a
ser juzgado por el asesinato de Susan Bickrest y Mary Muldoon. Fue
sentenciado a muerte por el juez Foxman. No mostró ninguna emoción al
escuchar la pena y fue trasladado de nuevo a la prisión donde estaba
cumpliendo sus tres cadenas perpetuas.
En Septiebre de 1983 fue llamado
nuevamente por el asesinato de Cathy Lee Scharf, usándose una confesión
grabada de Stano donde afirmaba haber subido al coche a la víctima,
cuando esta hacía autostop, para luego asesinarla. El jurado nuevamente
le condenó a muerte y más tarde se ratificó la sentencia cuando su
apelación fue desestimada dos años después.
Se fijó como fecha para su ejecución el 2
de julio de 1986, sin embargo las apelaciones y autorizaciones de
muerte retrasaron la fecha hasta el 30 de mayo de 1997. Una vez más
Stano alargó su vida pues la silla eléctrica donde iba a ser ejecutado
tuvo un mal funcionamiento en la ejecución de Pedro Medina, causando que
la cabeza del reo prendiera causando llamas de casi 30 centímetros de
altura. Esta circunstancia ocasionó que Old Sparky, nombre que recibía
la silla eléctrica que servía para las ejecuciones, fuera desconectada
para su comprobación durante 1 año. Los investigadores, eventualmente,
dictaminaron que el malfuncionamiento se debió a la inadecuada
aplicación de las esponjas conductoras en el casco de la silla,
autorizando de nuevo su uso.
urante todos esos años que consiguió
gracias a apelaciones, recursos y demoras, Gerald Eugene Stano confesó
el asesinato de un total de 41 mujeres. Mucha gente dudaba que realmente
cometiera tal cantidad de crímenes y atribuía el alto número a que
alguien que desde el exterior le filtraba datos de asesinatos que no
estaban resueltos, siendo que él confesaba ser el autor con el fin de
hacer crecer su “leyenda”.
Finalmente el 23 de marzo de 1998, sin
más posibles recursos o apelaciones fue ejecutado. Stano no se
arrepintió de nada y decidió no aprovechar la oportunidad de decir algo.
Miró fijamente hacia adelante mientras era atado y la ejecución ocurrió
sin incidentes.
Después, sus abogados distribuyeron una
comunicación escrita de Stano donde daba las gracias a sus amigos:
- "Sepan que los amo a todos y que aprecio su cariño. Gracias por
permanecer a mi lado cuando la gente los ridiculizó… Soy inocente.".
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