Como era de esperarse, las quejas de los campesinos empezaron a surgir e
incluso se dieron 21 denuncias por escrito. No obstante las autoridades
no hicieron prácticamente nada e incluso tuvieron la vileza de
sancionar a algunos denunciantes, todo por la alta posición social de
Saltykova y por el poder de soborno que ésta tenía.
En el verano de 1762 los campesinos
siervos Sakhvely Martínov y Ilyin Ermolay (quien perdió tres esposas por
culpa de Darya) consiguieron escapar de la finca de Darya y llegaron
hasta San Petersburgo, donde se las arreglaron para presentar un pedido
escrito a la emperatriz Catalina II “La Grande”.
Catalina había quedado horrorizada e
indignada con las atrocidades que en la carta se le adjudicaban a Darya.
Por un lado, Catalina no quería que la sanción impuesta a Darya le
causara problemas con la aristocracia, ya que esta clase social la había
ayudado a alcanzar el trono; pero, por otro lado, Catalina se sentía
realmente comprometida con la promesa de ser “la madre de todos los
rusos” que había hecho ante sus súbditos hace pocos días atrás. Su
decisión fue por ello sabia y moderada: Darya debía ser arrestada hasta
que el Colegio de Justicia, tras un proceso investigativo, esclareciese
la verdad de los hechos para permitir así una sentencia justa y
definitiva.
arya permaneció arrestada por seis años
en los cuales el Colegio de Justicia investigó, entrevistando a muchos
testigos que usualmente no daban información por el terror de que Darya
fuese liberada y ellos torturados hasta la muerte. También en esos seis
años el sacerdote confesor de Darya intentó hacerla hablar, pero ésta
creía que podía salir libre y por ello no confesó nada y trató de
retrasar las investigaciones y sobornar a través de contactos. Pese a
eso, los detectives consiguieron suficientes evidencias para declarar a
Darya culpable de 38 casos de tortura y asesinato y sospechosa de 138
casos más de tortura y asesinato.
Gracias a las investigaciones, la
emperatriz pudo dictar cadena perpetua para Darya en 1768. Bien pudo
haber hecho ejecutar a ese "monstruo de la Humanidad" (así la llamó)
aunque en 1754 se hubiese abolido la pena de muerte, pero no lo hizo
porque necesitaba el apoyo de la nobleza. Sin embargo la sanción debía
ser ejemplar, por lo que a Darya no solo le dieron cadena perpetua sino
que además le quitaron los títulos de nobleza, las propiedades y el
dinero (repartido entre sus hijos). Mas lo peor de todo lo que le
hicieron fue la llamada "muerte civil".
El 2 de octubre de 1768 se ejecutó la "muerte civil" de Darya, a efecto
de lo cual ésta fue despojada completamente de sus ropas y encadenada a
una plataforma en medio de la Plaza Roja. Sobre su cuello se puso un
letrero que decía: "Esta mujer ha torturado y asesinado". En esa hora
cualquiera que lo desease podía insultarla, tocarla, humillarla o
lanzarle piedras, pero cuentan que la gente sola la miraba con
curiosidad o indignación y que nadie le lanzó una sola roca o tan
siquiera un insulto. Era una situación extraña, como extraña era la
mirada de Darya según dio a entender un cronista de la época al
escribir: "los ojos de Darya no eran de este mundo"
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