miércoles, 16 de marzo de 2016

Asesinos en Serie (Darya Nikolayevna Saltykova [II])

Pero un día apareció en su vida el joven y guapo Nicolás Tyuchev (quien sería el abuelo del conocido poeta Fyodor Tyuchev); y Darya, que estaba envejeciendo y era una mujer solitaria, se prendó y apasionó de él. Por fin Darya había encontrado algo que le animara la existencia al punto de que dejó de mostrar los ánimos acongojados con que anteriormente se le veía languidecer entre las aristocráticas paredes de su finca. Sin embargo ella no sabía que Nicolás tenía un romance con una bella chica que, a diferencia de ella, estaba en plena juventud. Lejos de ser algo ligero, en realidad el sentimiento de Tyuchev por la chica era tal que ambos se casaron por secreto en una iglesia. Darya, que se enteró prontamente de lo sucedido, entró en una crisis de celos e ira y mandó a algunos de sus sirvientes a perseguir y asesinar a la pareja, pero sus sirvientes no cumplieron con la orden y alertaron a Nicolás y a su joven esposa, de modo que ambos escaparon con prontitud hacia Moscú y luego a otra región de Rusia, quedando así fuera del alcance de la rencorosa Darya
El casamiento secreto y la huida de Nicolás Tyuchev fue el suceso que actuó como detonante definitivo del lado asesino de Darya. Según la opinión de psiquiatras actuales, Darya sufría de un trastorno psicótico epiléptico, hecho que fue clave a la hora de que, a partir del suceso referido, en ella se halla activado el deseo y la determinación de proyectar toda esa ira contra seres indefensos como las sirvientas a las cuales torturó y asesinó. Y es que esas sirvientas eran siempre jóvenes y muchas veces eran novias a punto de casarse, siendo así claro que Darya veía en sus víctimas a la mujer que había escapado con Nicolás Tyuchev.
Fue así que, con la complicidad de varios sirvientes que sujetaban a las chicas y luego se encargaban de los cadáveres, Darya dio inicio a sus atroces crímenes. Al comienzo se limitaba —como castigo por limpiar o hacer mal otras tareas—a golpearlas con el rodillo de la cocina en la cabeza, luego las azotaba y muchas veces, con esa enorme fuerza que se le atribuía, las tomaba del cabello, las arrastraba y les golpeaba la cabeza contra la pared, una y otra vez… Después hizo cosas como tirar de las orejas de las víctimas con pinzas calientes, lanzarles agua hirviendo, chamuscarles el cabello o arrancárselo brutalmente, romperles los huesos o dejarlas atadas y desnudas al aire libre, donde morían por frío y hambre. También se sabe que torturó a muchos sirvientes hombres que estaban de novios a punto de casarse, principalmente azotándolos durante largos periodos de tiempo. De esa forma murió Chrysanth Andreev, quien en noviembre de 1759 fue azotado durante casi todo el día hasta que finalmente expiró, cosa ésta que Darya, al igual que con Luchian Mikheev en septiembre de 1791, no la había programado.

 

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