Perot Rocaguinarda también conocido como "Perot lo Lladre", nació en Oristá, provincia de Barcelona, 18 de diciembre de 1582 - falleció en 1635. Era hijo de campesinos, y más tarde bandolero y salteador de caminos catalán, pertenecía y comandaba una partida de bandoleros al servicios de los nyerros, una de Barcelona, de las bandosidades, junto a la de los cadells que enfrentaban a la pequeña nobleza catalana. Este bandolero, con el nombre de Roque Guinart (Perot Rocaguinarda) aparece en la segunda
parte del Quijote. El episodio parece rememorar un encuentro real que
tuvo Cervantes con el bandolero, que es descrito en términos muy
favorables. En el año 1611 recibió el indulto por parte del virrey, a cambio de ser oficial de los tercios españoles asentados en Nápoles.
fuente: http://bandoreloscatalanes.blogspot.com.es/
Leyenda
Existe una leyenda sobre Perot Rocaguinarda (o "Perot Lo Lladre") Cuentan que una vez un sacerdote de la Iglesia del Pi, hizo una misa sin monaguillo que le ayudara. Al cabo de pocos días murió y debido a aquella misa mal celebrada, fue condenado al Purgatorio de donde no podía salir hasta volver a celebrar otra misa con ayudante. Cada día alrededor de las doce de la noche se presentaba al pié del altar mayor de la Iglesia del Pi, y con voz lastiera que hería el corazón decía por tres veces: Quién me ayudará?
Eso duró mucho tiempo; hubo quien se dió cuenta del hecho y corrió la voz por el vecindrio, que cada noche se presentaba una sombra blanca como un fantasma que iba al altar mayor, decía unas palabras y desaparecía. Todo el mundo tenía gran miedo, i así que se hacía denoche, nadie osaba salir de su casa por miedo de topare con el fantasma.
En el tiempo del que hablamo era costumbre dejar las iglesias abiertas a toda hora; y ocurrió que una noche un ladronzuelo se escondió en la Iglesi del Pi, sin saber nada de lo que pasaba alrededor de media noche. Llegada la hora se presentó la sombra acostumbrada y lastimosa desde el pié del altar se giró hacia el templo como si estuviera lleno de gente y con voz muy lastimosa que hería el corazón, preguntó: ¿Quién me ayudará?
El ladrón lo oyó desde su escondrijo y muy diligente le dijo: "Yo os ayudaré". Entre los dos celebraron la misa, y una vez acabada el cura bendijo a su ayudante y le dijo: "Dios te lo pague y te haga bueno". El sacerdote desapareció y se subió al cielo, puesto que celebrada la mia con ayudante y había acabado su penitencia en el Purgatorio.
Las palabras del cura conmovieron de tal forma el espíritu del ladronzuelo que abandonó la mala vida y se convirtió en hombre de bien.
Este ladrón del que nos habla la tradición puede tener relación con el personaje que dio nombre a la calle de Perot lo Lladre, cercana a la Iglesia del Pi.
Fuente de la leyenda: "Històries i Llegendes de Barcelona" de Joan Amades
fuente: http://bandoreloscatalanes.blogspot.com.es/
Leyenda
Existe una leyenda sobre Perot Rocaguinarda (o "Perot Lo Lladre") Cuentan que una vez un sacerdote de la Iglesia del Pi, hizo una misa sin monaguillo que le ayudara. Al cabo de pocos días murió y debido a aquella misa mal celebrada, fue condenado al Purgatorio de donde no podía salir hasta volver a celebrar otra misa con ayudante. Cada día alrededor de las doce de la noche se presentaba al pié del altar mayor de la Iglesia del Pi, y con voz lastiera que hería el corazón decía por tres veces: Quién me ayudará?
Eso duró mucho tiempo; hubo quien se dió cuenta del hecho y corrió la voz por el vecindrio, que cada noche se presentaba una sombra blanca como un fantasma que iba al altar mayor, decía unas palabras y desaparecía. Todo el mundo tenía gran miedo, i así que se hacía denoche, nadie osaba salir de su casa por miedo de topare con el fantasma.
En el tiempo del que hablamo era costumbre dejar las iglesias abiertas a toda hora; y ocurrió que una noche un ladronzuelo se escondió en la Iglesi del Pi, sin saber nada de lo que pasaba alrededor de media noche. Llegada la hora se presentó la sombra acostumbrada y lastimosa desde el pié del altar se giró hacia el templo como si estuviera lleno de gente y con voz muy lastimosa que hería el corazón, preguntó: ¿Quién me ayudará?
El ladrón lo oyó desde su escondrijo y muy diligente le dijo: "Yo os ayudaré". Entre los dos celebraron la misa, y una vez acabada el cura bendijo a su ayudante y le dijo: "Dios te lo pague y te haga bueno". El sacerdote desapareció y se subió al cielo, puesto que celebrada la mia con ayudante y había acabado su penitencia en el Purgatorio.
Las palabras del cura conmovieron de tal forma el espíritu del ladronzuelo que abandonó la mala vida y se convirtió en hombre de bien.
Este ladrón del que nos habla la tradición puede tener relación con el personaje que dio nombre a la calle de Perot lo Lladre, cercana a la Iglesia del Pi.
Fuente de la leyenda: "Històries i Llegendes de Barcelona" de Joan Amades
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