viernes, 8 de enero de 2016

Asesinos en Serie (Raymond Martínez y Martha Beck [III])

Todo el pueblo la acompañó en su luto, y en la primavera de 1944 Martha dio a luz a una niña que llamó Willa Dean. Meses después Martha se involucró románticamente con Alfred Beck, un chofer de bus con el que se casó después de resultar embarazada nuevamente.
Tiempo después tuvo un hijo al que llamo Anthony, pero en los primeros meses de 1945 se divorciaron. Martha adoptó el apellido de su ex esposo para no sentirse sola, pero al tener dos hijos, sin esposo, ni ingresos, se sumergió en su mundo imaginario de romance.
Sorprendentemente esto la ayudo a sobreponerse a su soledad y a dedicar su energía a su trabajo. Rápidamente consiguió un buen empleo en un hospital para niños de Pensacola, cumplía sus tareas con excelentes resultados, lo cual le valió una promoción a superintendente de las enfermeras. Pero aun así Martha se sentía sola, hasta que un día uno de sus compañeros de trabajo le hizo una broma y le entregó un anuncio del Club de los Corazones Solitarios.
Martha Beck llenó un formulario describiendo su apariencia, omitiendo el hecho de que tenía dos hijos y pesaba cerca de 115 kilos. Los meses siguientes Martha revisaba todos los días el buzón de correo, hasta que en el mes de diciembre de 1947 recibe una carta de un empresario español llamado Raymond Fernández.
En los días siguientes, la pareja por correspondencia se escribía constantemente intercambiando información y fotos. Martha, para no espantar a su posible novio, envió una foto de todo el personal de enfermería, imagen en el que ella salía parcialmente escondida. Raymond hizo su movimiento y le pidió a Martha un mechón de su cabello. Este inusual pedido capturó aún más el interés de la enfermera que con gusto se lo envió. Finalmente después de muchas preparaciones y rituales, Raymond viajó en tren a Pensacola, Florida, el 28 de diciembre de 1947 para encontrarse con Martha en la estación.
Martha estaba sorprendida por su suerte al recibir un hombre tan guapo, después de la estación fueron a su casa. Para Raymond esto era un trabajo y no le importaba si su víctima era gorda, flaca, joven o vieja, el único requisito importante para él era que tuviera bienes o dinero que poder robar. La pareja tuvo relaciones por varios días, cuando Fernández se dio cuenta que Martha no tenía dinero se fue diciendo que debía atender negocios en Nueva York, pero que volvería o enviaría dinero para volver a juntarse.
Martha por su parte interpretó el mensaje como una propuesta de matrimonio y de inmediato comenzó a decirlo en el trabajo. Pero cuando recibió una carta de Raymond despidiéndose, ella fue despedida por mentirosa. Ante este escenario Martha cobró el dinero del despido, hizo sus maletas y junto con sus hijos abordó un autobús con destino a Nueva York.
El 18 de enero de 1948 Raymond abrió la puerta de su apartamento para encontrarse con Martha Beck y sus hijos. Lo que parecía un obstáculo para la carrera asesina de Fernández pronto se convirtió en un beneficio, debido a que Martha hacía cualquier cosa que él le pidiese. Sin embargo los hijos de ella debían irse y el 25 de enero de 1948, Martha dejó sus hijos en el "Salvation Army".
Una vez que el apartamento era solamente de los dos, Raymond le mostró todas las cartas que había escrito a diferentes mujeres, contándole quién era de verdad y qué hacía. Martha encontró su lugar y se dio cuenta que ella tenía que hacer lo que su "hombre" le pida. Así, esta pareja de estafadores se dedicaron a ubicar nuevas víctimas para su macabro juego de amor.


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