sábado, 16 de enero de 2016

Asesinos en Serie (Havey Murray Glatman [IÌI])

Estuvo varios meses muy arrepentido, pero… cuando decidió revelar el carrete vio las fotos de Judith y empezó a enamorarse de aquella imagen y a saborear el triunfo, amplió las fotos y las colgó por todo su apartamento.
Empezó a preparar un nuevo asesinato, llegó el año 1958 y decidió inscribirse en un club de solteros, dio un nombre falso y contactó con una joven de 24 años llamada Shirley Ann Bridgeford, quedó con ella el 8 de Marzo de 1958, pero Shirley al conocerle quedó asombrada por el rostro de Harvey y entonces él comenzó su odio hacia ella, la encañonó con su pistola y la condujo al desierto, allí repitió metódicamente todos las acciones que había realizado con Judith: la violó, la fotografió y la estranguló con una cuerda.
Esta vez no hubo arrepentimiento, había encontrado su verdadera vocación, ya buscaba su nueva víctima. Buscó en los contactos del periódico y así conoció a Ruth Mercado, una chica de alterne de la cual se enamoró, soñó con cambiar su vida, con empezar una nueva con la ayuda de Ruth. Pero Ruth como otras le rechazó, sin dinero no tendría sus atenciones. Una vez más visita al desierto, a pesar de que la amaba, la forzó, fotografió y la asesinó como a las demás.
Ya eran tres los asesinatos pero por suerte no hubo ninguno más. Volvió a su primer modus operandi y puso anuncios en el periódico anunciándose como fotógrafo para las nuevas modelos, así fue como conoció a Lorraine Vigil, una joven que estaba muy necesitada de dinero y veía en el posado fotográfico un modo de ganar algo extra. Harvey recurrió de nuevo a su método: la encañonó, luego la llevaría al desierto, donde repetiría el proceso. Pero Lorraine se reveló y empezaron un forcejeo, durante este forcejeo Harvey disparó y la hirió en una pierna pero ella continuó atacándole hasta que la Policía les encontró, una patrulla de carretera que pasaba en ese instante detuvo a Harvey.
Gracias a la valentía de esta joven, consiguió salvar su vida y a saber de cuántas más mujeres que podría haber asesinado si no le hubiesen detenido, pues en menos de un año ya llevaba 3 asesinatos y una tentativa más.
Harvey Murray Glatman lo confesó todo y fue juzgado y sentenciado a muerte, el juicio duró solo tres días y Harvey no quiso apelar. Sabía que era justo el castigo y optó por la muerte.
El 8 de Agosto de 1959 fue ejecutado, no profirió ni un solo lamento ni una sola queja. Sus últimas palabras fueron: "Es mejor así, tarde o temprano esto tenía que terminar así"

fuente: http://www.asesinos-en-serie.com


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