Al poco tiempo, Belle contrajo un nuevo matrimonio. Su marido, Peter
Gunness, era alto y bien parecido. En el invierno de 1900, la hija de
Belle, Jennie, oyó a su madre gritar. Corrió a su habitación, en el piso
superior, y encontró a su padrastro Peter gravemente herido. Su madre,
llorando y gritando, le comentó que el gran triturador de carne de
hierro se había caído en la cabeza de Peter. Murió antes de la salida
del sol.
Emil Greening, hijo de un vecino,
comenzó a interesarse por Jennie, que se había convertido en una
jovencita muy atractiva. De repente, la chica desapareció, sin
despedirse de él. Belle le dijo que se fue a estudiar a la Universidad
en San Francisco.
Después apareció en la vida de Belle un
hombre llamado Ray Lamphere. Era un carpintero de 30 años que Belle
decidió contratar para que le ayudase en la granja en la primavera de
1907. Fue a vivir a la granja y pronto se convirtió en su amante.
Lamphere presumía ante sus amigos de que la había seducido y mostraba
con orgullo los regalos que ella le había dado: el reloj, el chaleco, el
sombrero de castor o las botas de cuero
Sin embargo, en las Navidades de 1907,
Belle apareció en La Porte con un nuevo hombre que, como la mayoría de
las anteriores parejas, parecía surgir de la nada. Todos los vecinos, y
sobre todo Lamphere, se soprendieron cuando se enteraron de que pensaban
contraer matrimonio. Los vecinos de La Porte lo definían como "un gran
sueco". Se llamaba Andrew Helgelein, un hombre feliz, amable y
simpático, que se detuvo en el banco de la ciudad para retirar la
totalidad de sus fondos de otro banco en Dakota del Sur. Comentó a la
cajera que él y Belle iban a casarse.
Esa noche, Belle ordenó a Ray Lamphere que abandonase la granja. Lamphere se marchó llenó de ira
Una semana después, Helgelein había desaparecido. Belle lloró y se
desahogó con sus vecinos diciéndoles que no sabía cuándo iba a aprender: "¿Qué hago mal para que todos estos hombres se aprovechen de mí?".
Lamphere se negó a volver y ayudarla en la granja.
Para ayudarla con la cosecha de
primavera, Belle contrató a Joe Maxson. Parece que con este empleado no
mantuvo relaciones sexuales. Cuando terminaba su trabajo, mucho después
de la puesta del sol, Maxson disfrutaba de la acogedora sala de estar de
Belle, leía el periódico y tocaba su violín. Con esta música entretenía
a los niños de la viuda.
Hubo una época tranquila en la vida de
Belle pero pronto el celoso amante Lamphere comenzó a amenazarla, lo que
la obligó a denunciarlo. Fue detenido una y otra vez, pero Lamphere
seguía acosándola a distancia.
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