En la orden de movilización se incluyó a los reservistas de los cupos de 1903 a 1907,
medida muy mal acogida por las clases populares debido a que la
legislación de reclutamiento vigente permitía quedar exento de la
incorporación a filas o consiguiendo que fuera otra persona en su lugar a
cambio de dinero, o mediante el pago de un canon de 6.000 reales,
cantidad que no estaba al alcance del pueblo (el sustento diario de un
trabajador ascendía en la época aproximadamente a 10 reales). Además, la
mayor parte de los reservistas eran padres de familia, en las que la
única fuente de ingresos era el trabajo de éstos.
A partir de la publicación del decreto de movilización el 10 de julio
se sucedieron las protestas en contra de la guerra en forma de
artículos en la prensa, de mítines y manifestaciones, que en muchas
ocasiones fueron prohibidos por el gobierno, y en algunas localidades se
vivieron momentos de tensión con motivo de la salida de las tropas
(aunque en otras, como Cádiz o Málaga, se produjeron despedidas
entusiásticas y "patrióticas"). En Madrid se produjeron incidentes en la
estación de ferrocarril de Mediodía en la noche y la madrugada del 20
al 21 de julio cuando se procedió al embarque de la Brigada Mixta de
Madrid al mando del general Pinto. También los hubo en las estaciones de
tren de Zaragoza y de Tudela. El gobierno, ante la presión popular y de la prensa, acordó el 23 de
julio conceder una pensión de 50 céntimos diarios a las esposas e hijos
huérfanos de madre de los reservistas movilizados.
En Barcelona los embarques de tropas en el puerto comenzaron el día 11 de julio sin que se produjeran incidentes. Pero en la tarde del domingo 18 de julio cuando se procedía al embarque del batallón de Cazadores de Reus, integrado en la Brigada Mixta de Catalunya, la tensión estalló. Algunos soldados arrojaron al mar los escapularios y medallas que varias aristócratas barcelonesas les habían entregado antes de subir al vapor militar "Cataluña", mientras hombres y mujeres gritaban desde los muelles:
- "¡Abajo la guerra! ¡Que vayan los ricos! ¡Todos o ninguno!"
La policía tuvo que hacer varios disparos al aire y detuvo a varias personas. Las protestas aumentaron en los días siguientes cuando llegaron noticias de que se habían producido gran número de bajas entre los soldados españoles enviados a Marruecos. El jueves 22 de julio los diputados de Solidaridad Catalana se hacían eco del "sentimiento popular" y exigían al gobierno la "reunión inmediata de las Cortes" para debatir la cuestión de la guerra y las "condiciones en que se practica el reclutamiento de las tropas expedicionarias". El gobernador civil de Barcelona, Angel Ossorio y Gallardo, prohibió la reunión de Solidarida Obrera que iba a celebrar el sábado 24 de julio para confirmar la propuesta de ir a una huelga general, por lo que fue un Comité de Huelga clandestino, integrado por Antoni Fabra i Ribas (un socialista que intentó sin éxito que la movilización barcelonesa se pospusiera para que coincidiera con la huelga general que el PSOE y UGT iban a convocar en toda España, y que finalmente tendría lugar el 2 de agosto con poco seguimiento, debido a las medidas represivas adoptadas por el gobierno que incluyeron la detención en Madrid el 28 de julio de Pablo Iglesias y el resto de la cúpula dirigente socialista), José Rodríguez Romero (sindicalista) y Miguel V. Moreno (anarquista), el que fijó un paro de 24 horas para el lunes 26 de julio, el cual degenerará en la Semana Trágica.
En Barcelona los embarques de tropas en el puerto comenzaron el día 11 de julio sin que se produjeran incidentes. Pero en la tarde del domingo 18 de julio cuando se procedía al embarque del batallón de Cazadores de Reus, integrado en la Brigada Mixta de Catalunya, la tensión estalló. Algunos soldados arrojaron al mar los escapularios y medallas que varias aristócratas barcelonesas les habían entregado antes de subir al vapor militar "Cataluña", mientras hombres y mujeres gritaban desde los muelles:
- "¡Abajo la guerra! ¡Que vayan los ricos! ¡Todos o ninguno!"
La policía tuvo que hacer varios disparos al aire y detuvo a varias personas. Las protestas aumentaron en los días siguientes cuando llegaron noticias de que se habían producido gran número de bajas entre los soldados españoles enviados a Marruecos. El jueves 22 de julio los diputados de Solidaridad Catalana se hacían eco del "sentimiento popular" y exigían al gobierno la "reunión inmediata de las Cortes" para debatir la cuestión de la guerra y las "condiciones en que se practica el reclutamiento de las tropas expedicionarias". El gobernador civil de Barcelona, Angel Ossorio y Gallardo, prohibió la reunión de Solidarida Obrera que iba a celebrar el sábado 24 de julio para confirmar la propuesta de ir a una huelga general, por lo que fue un Comité de Huelga clandestino, integrado por Antoni Fabra i Ribas (un socialista que intentó sin éxito que la movilización barcelonesa se pospusiera para que coincidiera con la huelga general que el PSOE y UGT iban a convocar en toda España, y que finalmente tendría lugar el 2 de agosto con poco seguimiento, debido a las medidas represivas adoptadas por el gobierno que incluyeron la detención en Madrid el 28 de julio de Pablo Iglesias y el resto de la cúpula dirigente socialista), José Rodríguez Romero (sindicalista) y Miguel V. Moreno (anarquista), el que fijó un paro de 24 horas para el lunes 26 de julio, el cual degenerará en la Semana Trágica.
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