miércoles, 16 de diciembre de 2015

Asesinos en Serie (Dean Corll [II])

En 1964 Corll se alistó en el servicio militar a pesar de su condición cardíaca, durante su tiempo como soldado se dio cuenta de su homosexualidad, por este motivo fue dado de baja después de haber servido por 10 meses. Pronto regresó a la tienda de dulces para ayudar a su madre. Con el tiempo se convirtió en el dueño de la empresa y daba dulces gratis a los niños para que visiten la tienda, a muchos de los locales les parecía extraño que Corll pase mucho tiempo con niños y en especial con adolescentes, sin embargo nadie se acordó de esto cuando las desapariciones de jóvenes comenzaron a producirse.
Después del tercer matrimonio fracasado de su madre en 1968, Mary se mudó a Colorado. Ella y Dean se mantenían en contacto por teléfono, pero ella jamás volvió a ver a su hijo de nuevo. La empresa de dulces empezó a fallar y, como su padre antes que él, Dean tomó un trabajo de electricista en “Houston Lighting and Power Company”, lugar donde trabajó hasta el día que lo mataron.
Cuando había cumplido los 30 años experimentó un severo cambio de personalidad volviéndose híper sensitivo y tétrico. Entonces empezó a pasar más tiempo con adolescentes y a hacer reuniones donde se drogaban con fundas de papel que contenían pintura o pegamento.
Lo más extraño de Corll era tal vez la elección de sus amigos, quienes en gran parte eran adolescentes masculinos entre 13 y 20 años. De todos sus conocidos sólo dos eran bien cercanos a Dean: Elmer Wayne Henley de 14 años y David Owen Brooks de 15 años.
Los tres pasaban mucho tiempo en la casa de Corll o paseando en su furgoneta blanca, pero en una ocasión Brooks entró al apartamento de Dean para encontrarlo desnudo con dos muchachos atados y desnudos también, tan nervioso se puso Corll, que liberó a los jóvenes y le regaló el coche a Brooks para comprar su silencio. Pronto la demencia de Corll le llevó a ofrecerles a David y a Wayne la cantidad de $200 por cada muchacho que le trajesen.

La característica que todas las víctimas compartían era que todos eran adolescentes hombres de menos de veinte años. El primero en morir fue Jeffrey Konen de 18 años, quien desapareció el 25 de Septiembre de 1970, mientras hacía autostop. Konen fue dejado en la esquina de la carretera de Westheimer, fue recogido por Corll, quien le ofreció llevarlo a su casa en Braeswood Place. La amable apariencia convenció al joven Jeffrey de subirse al coche. Konen fue la única víctima de esa edad y que no vivía en el barrio de Corll. El resto de la víctimas eran adolescentes mas jóvenes que vivían en Houston Heights, un barrio pobre, una de ellos fue Homer García de 15 años, quien conoció a Henley cuando estudiaba en la escuela de conducción, él fue invitado a una de las fiestas en la casa de Corll.


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