En 1982 su hermano se suicidó, junto con su hijo, lanzándose a las vías del tren de la estación de Génova. Este episodio marcó a Donato, lo que provocó que sus desórdenes mentales no volvieron a su sitio nunca más. A ello, se le añadió un accidente de coche en 1990, que le provocó un coma profundo durante varios días. Una vez recuperado del coma, comenzó a aficionarse al juego, ganando grandes sumas de dinero, aunque cuando perdía mantenía su palabra de pagar todo lo que debía. En los lugares clandestinos de juego era conocido como Walter.
Italia tuvo conciencia de que estaba en 
presencia de un nuevo asesino en serie, el número 39 desde los años 
cincuenta, lo que le ha dado el quinto puesto en el mundo, tras Estados 
Unidos de América, Gran Bretaña, Alemania y Francia. El retrato hablado y
 las dos primeras letras del coche
 Mercedes oscuro que utilizaba, que fueron vistos por testigos, cerraron
 el cerco sobre Donato Bilancia, un individuo violento, con antecedentes
 de robo y agresiones.
Empedernido jugador en casinos de Italia
 y el extranjero, contrajo deudas millonarias que le llevaron a robar a 
gente conocida, a las que luego mató para que no lo denunciaran. Algunos
 de los crímenes los habría realizado también como sicario a sueldo de 
la filial genovesa de un clan mafioso de Cosa Nostra. Otros crímenes de 
mujeres habrían sido sólo para calmar la ira que le provocaba perder 
jugando al póker o a la ruleta.
El asesino, de 49 años, comenzó su cadena de crímenes con el homicidio 
de una prostituta el 24 de octubre de 1997 y sembró durante seis meses 
el pánico en Liguria, Italia, especialmente entre las mujeres, que 
fueron su principal objetivo. Al principio se atribuyeron los homicidios
 a reyertas entre bandas rivales en el mundo de la prostitución y las 
drogas, pero más adelante se comprobó que el homicida seguía unas pautas
 muy concretas. Sólo cuando dos mujeres jóvenes aparecieron muertas en 
sendos lavabos de trenes de la zona, también arrodilladas y con un tiro 
en la nuca disparado por la misma arma, cundió la alarma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario