martes, 22 de septiembre de 2015

El sexo en la Historia (Los Mayas [II])

El Matrimonio

Una vez al año las muchachas y muchachos elegibles para el matrimonio eran reunidos para una ceremonia de la pubertad; en ella, luego de purificaciones , ritos y plegarias, se le daba a los muchachos y muchachas regalos de alimentos llevados por las madres y se ofrendaba vino a los dioses. Luego se despedía a las niñas, quitando cada madre a su hija la concha roja que había usado como símbolo de pureza. Luego se despedía a los muchachos. Como inducción, a las señoritas se les enseñaba, a ser recatadas, algo que se valoraba dentro de las candidatas al matrimonio: siempre que se encontraban a un hombre daban la espalda y le cedían el paso. Al dar a un varón agua de beber, bajaban la vista. Las madres enseñaban a sus hijas a hacer tortillas y en general las labores de las amas de cas, criar aves de corral, ir de compras al mercado, ayudar a cargar gruesos fardos y ayudar a los varones en la labranza y el cultivo de la tierra.


Los mayas se casaban a los 20 años de edad. Sus padres tenían gran cuidado de encontrar esposas adecuadas para sus hijos, de preferencia muchachas de la misma clase social y del mismo pueblo.
Para un maya era incestuoso casarse con una muchacha que llevara su mismo apellido, tanto como si un viudo se casara con su madrastra, con la hermana de su difunta esposa, con la viuda de su hermano o con su tía materna. Irónicamente el matrimonio entre primos carnales no tenía tabú alguno.
Para casarse, los mayas empleaban los servicios de un casamentero, quien negociaba la ceremonia y concertaba el monto de la dote que, generalmente, consistía en vestidos y otros artículos, por los cuales pagaba el padre del muchacho. La ropa para la pareja la daba la madre del muchacho.
La boda se celebraba en casa del padre de la novia; el sacerdote perfumaba la casa y bendecía la unión, terminando la ceremonia con un gran ágape.
Divorcio como tal no existía, pero sí el repudio, de manera sencilla y podían separarse y juntarse maritalmente las veces que quisieran pero solo la primera vez recibían bendición sacerdotal.
Viudos y viudas de los mayas permanecían solos durante al menos un año después del fallecimiento de sus compañeros anteriores.Luego se podían casar sin ninguna ceremonia.

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