miércoles, 21 de septiembre de 2016

Historia de Catalunya (El Compromís de Casp [IV])

La elección de los nueve compromisarios fue encomendada por el Parlamento de Aragón a Gil Ruiz de Lihorí, gobernador de Aragón, y a Juan Jiménez Cerdán, Justicia Mayor del reino que designaron a:

Por Aragón:
- Domingo Ram, obispo de Huesca.
- Francisco de Aranda, antiguo consejero real y enviado de Benedicto XIII.
- Berenguer de Bardají, jurista y letrado general de las Cortes de Aragón.

Por Catalunya:
- Pedro de Sagarriga, arzobispo de Tarragona
- Bernardo de Gualbes, síndico y conseller de Barcelona.
- Guillem de Vallseca, letrado general de las Cortes catalanas.

Por Valencia:
- Bonifacio Ferrer, prior de la Cartuja de Portaceli; y posteriormente residente de la Cartuja de Vall de Cristo (Villa de Altura, Castellón).
- Vicente Ferrer, dominico valenciano.
- Ginés Rabassa, ciudadano de Valencia experto en derecho, que por enfermedad e incapacidad mental debida a su avanzada edad y estado de salud, fue sustituido por Pedro Beltrán.

Esta propuesta fue enviada a la Corte Condal, tras algunas vacilaciones por la composición de los compromisarios de Valencia (se debatió incluir a Arnaldo de Conques en lugar de Bonifacio Ferrer), ratificó la propuesta enviada por el parlamento de Alcañiz.

En el reino de Valencia, tras la victoria en la "Batalla de Murviedro (hoy Sagunto) de los Centelles" con el apoyo de las tropas de los partidarios de Ferran de Antequera sobre el gobernador Guillén de Bellera y los Vilaragut, partidarios de Jaume de Urgell, con el apoyo de la caballería del rey de Inglaterra dirigida por Ramón de Perelló y convocada por el propio Jaume II, se había disuelto el parlamento de Vinaroz y, a mediados de marzo, llegaron embajadores de Valencia (representada ya unitariamente por el parlamento de Morella) a Tortosa, donde Catalunya ratificaba la lista de compromisarios. Tras finalizar el acuerdo, representantes del parlamento catalán y Juan Subirats, delegado plenipotenciario del parlamento del reino de Aragón, recibieron a los delegados de Valencia y les propusieron sumarse a la elección definitiva. Con pleno consentimiento y sin dudarlo, los tres representantes del reino de Valencia ratificaron la lista de los nueve compromisarios y, finalmente, los tres Parlamentos, sin discrepancias, encomendaron a estos nueve elegidos la tarea de deliberar y proclamar al nuevo rey de Aragón

No hay comentarios:

Publicar un comentario