miércoles, 21 de septiembre de 2016

Historia de Catalunya (El Compromís de Casp [III])

Cada Estado debía reunir una asamblea, que en Valencia se vio utópica desde un primer momento, ya que las facciones del reino estaban divididas y cada una estableció un parlamento, que condujo a la batalla de Murviedro (27 de febrero de 1412), vencida por el partido que apoyaba a Ferran de Antequera. La representación del reino de Mallorca fue asumida por la asamblea catalana, aunque enviaron credenciales y, en las fases finales, emisarios tanto a la asamblea de Aragón como a la de Catalunya. En el reino de Aragón la asamblea se reunió en Alcañiz; en el reino de Valencia surgieron dos: la de Vinaroz y la de Traiguera; en Catalunya se encontraba en Tortosa.

El parlamento reunido en Alcañiz fue el que finalmente prevalecería al contar con el apoyo de la Iglesia y del papa Benedicto XIII, que decidió mediar en la crisis sucesoria promulgando, el 23 de enero de 1412, una bula en la que establecía que el estudio de los derechos al trono de los diferentes pretendientes al trono fuera realizado por compromisarios de los distintos reinos.
El 15 de febrero de 1412, Catalunya y Aragón firman la "Concordia de Alcañiz" en la que establecen que nueve compromisarios distribuidos en tres grupos ordenados en tres grados, con tres miembros en cada grado, que representarían los intereses de toda la Corona, reunidos en la localidad aragonesa de Caspe, deliberen sobre los derechos de los pretendientes y decidan quién de los candidatos debía ocupar el trono, siempre y cuando el elegido obtenga un mínimo de seis votos y al menos uno de cada grado. La "Concordia de Alcañiz" no prefiguraba que los grados correspondieran a los diferentes Estados de la Corona o a cualquier otra identificación, como por ejemplo con los estamentos o brazos que componían la sociedad del momento (nobleza, iglesia, ciudadanos). Sin embargo, en la práctica, aunque no se identificaron de ningún modo, acabaron agrupándose las ternas por comisarios de cada uno de los tres Estados peninsulares de la Corona. El reino de Valencia no había podido instituir un parlamento unificado, por lo que no llegó a tiempo para estar presente en las decisiones finales de la Concordia, a pesar de los esfuerzos aragoneses y catalanes para que pudieran unificar sus asambleas y enviar una representación unitaria a Alcañiz. Sin embargo, el mismo 15 de febrero llegaron enviados de la asamblea de Vinaroz con credenciales para poder confirmar los acuerdos tomados y al día siguiente, el 16 de febrero, los embajadores Pedro Puyol, Juan Gascó y Pedro Catalá aceptaron en su integridad todo lo acordado en la Concordia lamentando que no hubieran podido estar presentes representantes del parlamento de Traiguera, ahora reunido en Morella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario