miércoles, 1 de junio de 2016

Historia de Catalunya (Los Condados [V])

El Condado de Besalú (Girona)

Al alcanzar la mayoría de edad, asumieron plenamente sus funciones condales: el primogénito Sunyer II tomó el gobierno de Cerdanya; Guifré II, subordinado a Sunyer II, fue conde de Besalú; Oliba Cabreta colaboró con Sunyer en el gobierno del condado de Cerdanya; y Miró Bonfill se hizo eclesiástico.

Entre estos cuatro hermanos, la idea de gobierno compartido se mantuvo siempre. Por eso, en todo momento actuaron de forma solidaria. Así, Sunyer II en el 944 solicitó un precepto real en favor del monasterio de Sant Pere de Rodes (Girona)  para afirmar su independencia respecto a Banyoles; en el 943 participó activamente en la defensa de Besalú y de Ripoll contra Sunyer I de Barcelona; por su parte, Guifré II de Besalú, en representación de sus hermanos, acudió a la corte del rey Luis de Ultramar a solicitar privilegios de inmunidad para el monasterio de Sant Pere de Camprodon, fundado en colaboración con Sunyer I. También solicitó un precepto por el que los cuatro hermanos recibían los bienes del vizconde Unifred, que les había traicionado durante la expedición de Ermengol de Osona.
En el 957 se produjo en Besalú una revuelta nobiliaria en la que, seguramente, estuvieron implicados los hijos del antiguo conde Rodolfo. La revuelta culminó con el asesinato de Guifré II. Sunyer II consiguió dominar el alzamiento, confiscó los bienes de los sediciosos y se anexionó el condado.

A la muerte de Sunyer II (965), el nuevo jefe de la dinastía pasó a ser Oliba Cabreta, que gobernó Cerdanya y encomendó el condado de Besalú a Miró Bonfill que, actuando como subordinado de su hermano, lo dirigió incluso después de convertirse en obispo de Girona en el 971.
A la muerte de Miró Bonfill en el 984, Oliba Cabreta quedó como único gobernante de los dominios de su linaje hasta que en el 988 se retiró al Monasterio de Montecasino (Italia), donde se hizo monje. Entonces su condados se los repartieron entre sus hijos, Oliba que se quedó con Ripoll y Berga, Guifré II al que correspondió Cerdanya y Conflent y Bernat Tallaferro que se quedó con Besalú.

En el año 1002, Oliba se hizo monje del monasterio de Ripoll y Berga fue anexionada a Cerdanya mientras que Ripoll se anexionó al condado de Besalú. Finalmente, como Guifré II y Bernat Tallaferro tuvieron descendencia, y Cerdanya y Besalú se separaron definitivamente con lo que se formaron dos linajes condales totalmente distintos originados en el tronco común de Oliba Cabreta, nieto de Guifré "el Pilós". Además del condado de Besalú, Bernat Tallaferro recibió en herencia de su padre el pagus de Vallespir, Fenolleda y Perapertusa

No hay comentarios:

Publicar un comentario