Derrotada
la dictadura y en la época de la Generalitat republicana, con la
proclamación de la República fue nombrado vocal de la Comisio
Provincial Provisional de Girona y, inmediatamente después, el
presidente Macià lo nombró comisario delegado del gobierno de la
Generalitat provisional en Girona (abril
1931 / febrero 1933, con una renovación en octubre de 1932), cargo
creado para ejercer las funciones ejecutivas de la desaparecida Comisio
Provincial. Desde este lugar, favoreció la enseñanza y la cultura, sobre todo los dirigidos a los sectores populares; impulsó
el uso del catalán en las administraciones, renovó las actuaciones
destinadas a la restauración de monumentos arqueológicos, se interesó
por la asistencia social con actuaciones diversas y desarrolló obras
públicas de bajo coste -dada la escasez de recursos presupuestarios-,
pero de gran impacto en amplios sectores de la población, particularmente los alejados de los centros urbanos; todo ello con una cuidada gestión económica que reafirmaba su condición de buen gestor ya iniciada en su municipio.En las elecciones para constituir la Diputacio Provisional de la
Generalitat, organismo creado para preparar y aprobar un proyecto de
Estatut que debía regular la autonomía de Catalunya, Josep Irla y Lluís
Companys fueron elegidos vicepresidentes y Carner fue su presidente.El resultado del trabajo de esta Diputación fue aprobado por los ayuntamientos y la mayor parte del pueblo de Catalunya. Este proyecto de Estatut es lo que conocemos como el "Estatut de Núria". El 9 de septiembre de 1932 el Estatut de Catalunya fue aprobado definitivamente.A
comienzos de 1932, creó y dirigió el Partido Republicano Federal del
Baix Empordà, agrupación comarcal creada básicamente para formalizar una
adhesión colectiva a Esquerra Republicana de Catalunya, lo que hizo en
el primer Congreso Nacional ordinario de esta formación, realizado el febrero de ese año, aunque en la práctica esta integración ya hacía meses que funcionaba.
En las elecciones al Parlament de Catalunya del 20 de noviembre de 1932 Josep Irla encabezaba la candidatura de Esquerra Republicana de Catalunya en la circunscripción de Girona, El triunfo fue total; más de la mitad de los electores votaron Josep Irla y, proporcionalmente, fue el candidato con más votos de toda Catalunya.Durante todo el periodo republicano, Josep Irla ocupó diversos cargos de responsabilidad dentro del gobierno de la Generalitat, lo que evidencia su eficacia organizativa y la confianza que le hicieron los presidentes Francesc Macià y Lluís Companys; como diputado fue miembro de la Diputacio Permanente, de las comisiones permanentes de Obras Públicas y de Sanidad, y de las comisiones de Presupuestos y de Ley Municipal.Fue nombrado consejero de Gobernación en el gobierno de Macià, constituido el 24 de enero de 1933, pero un empeoramiento de su afección crónica le impidió ocupar el cargo y fue sustituido después de unos días por Joan Selvas; poco después, fue relevado también de su cargo de comisario delegado. Ya restablecido, pasó a ser director general de Industria (julio-octubre de 1933), dependiente del Ministerio de Industria y Comercio del Gobierno en dos gobiernos sucesivos presididos por Manuel Azaña y por Alejandro Lerroux; fue destituido tras la entrada de Diego Martínez Barrio.El verano de 1933, se incorporó a los organismos creados para el desarrollo del área de Asistencia Social después de que la Generalitat recibiera las transferencias en este ámbito, primero con Josep Dencás como consejero de Sanidad y de Asistencia Social en el etapa del presidente Macià; y después, con sus sucesores, ya con Companys, fue jefe de los Servicios de Asistencia Social y después director general. Desde este cargo, proyectó actuaciones ambiciosas en ámbitos como el tratamiento de enfermos con rechazo social, la prevención de riesgos en la infancia o la atención a los jubilados sin recursos, pero también su implantación en todo el territorio catalán. Fue también vocal del Consejo de las Cajas de Ahorro. Los "Hechos de Octubre de 1934", con la suspensión del Estatut y el encarcelamiento del gobierno catalán, dejaron su actuación política en suspenso durante el siguiente año y medio.Con la restitución del gobierno, en marzo de 1936 recuperó su puesto de director general. El inicio de la Guerra Civil volvió a dificultar su actuación, en los primeros días; mientras el consejero de aquellos momentos, Manel Corachan, se dedicaba de lleno a la organización del hospital General de Catalunya, él asumió de hecho la dirección de la Conselleria. Con las sucesivas remodelaciones del gobierno se mantuvo en el cargo, pero presentó la dimisión ante el nombramiento de consejero de Antonio García, representante de la CNT, a finales de septiembre.Poco después, en octubre de 1936, fue nombrado subsecretario de la Conselleria de Cultura, un cargo de nueva creación con Ventura Gassol como consejero; pero, coincidiendo con la salida de este de Catalunya, ante el peligro de ser víctima de un atentado, tuvo que ampliar su función y trabajó para el funcionamiento de los centros de enseñanza, de las bibliotecas y para la preservación del patrimonio arqueológico y artístico de Catalunya.En enero de 1937, justo después de que Josep Tarradellas publicara los decretos con los que se pretendía controlar y normar todo el aparato financiero de la Generalitat, fue nombrado director general de Patrimonio y Rentas, un cargo también nuevo, pero además muy complejo en un periodo de excepción
En las elecciones al Parlament de Catalunya del 20 de noviembre de 1932 Josep Irla encabezaba la candidatura de Esquerra Republicana de Catalunya en la circunscripción de Girona, El triunfo fue total; más de la mitad de los electores votaron Josep Irla y, proporcionalmente, fue el candidato con más votos de toda Catalunya.Durante todo el periodo republicano, Josep Irla ocupó diversos cargos de responsabilidad dentro del gobierno de la Generalitat, lo que evidencia su eficacia organizativa y la confianza que le hicieron los presidentes Francesc Macià y Lluís Companys; como diputado fue miembro de la Diputacio Permanente, de las comisiones permanentes de Obras Públicas y de Sanidad, y de las comisiones de Presupuestos y de Ley Municipal.Fue nombrado consejero de Gobernación en el gobierno de Macià, constituido el 24 de enero de 1933, pero un empeoramiento de su afección crónica le impidió ocupar el cargo y fue sustituido después de unos días por Joan Selvas; poco después, fue relevado también de su cargo de comisario delegado. Ya restablecido, pasó a ser director general de Industria (julio-octubre de 1933), dependiente del Ministerio de Industria y Comercio del Gobierno en dos gobiernos sucesivos presididos por Manuel Azaña y por Alejandro Lerroux; fue destituido tras la entrada de Diego Martínez Barrio.El verano de 1933, se incorporó a los organismos creados para el desarrollo del área de Asistencia Social después de que la Generalitat recibiera las transferencias en este ámbito, primero con Josep Dencás como consejero de Sanidad y de Asistencia Social en el etapa del presidente Macià; y después, con sus sucesores, ya con Companys, fue jefe de los Servicios de Asistencia Social y después director general. Desde este cargo, proyectó actuaciones ambiciosas en ámbitos como el tratamiento de enfermos con rechazo social, la prevención de riesgos en la infancia o la atención a los jubilados sin recursos, pero también su implantación en todo el territorio catalán. Fue también vocal del Consejo de las Cajas de Ahorro. Los "Hechos de Octubre de 1934", con la suspensión del Estatut y el encarcelamiento del gobierno catalán, dejaron su actuación política en suspenso durante el siguiente año y medio.Con la restitución del gobierno, en marzo de 1936 recuperó su puesto de director general. El inicio de la Guerra Civil volvió a dificultar su actuación, en los primeros días; mientras el consejero de aquellos momentos, Manel Corachan, se dedicaba de lleno a la organización del hospital General de Catalunya, él asumió de hecho la dirección de la Conselleria. Con las sucesivas remodelaciones del gobierno se mantuvo en el cargo, pero presentó la dimisión ante el nombramiento de consejero de Antonio García, representante de la CNT, a finales de septiembre.Poco después, en octubre de 1936, fue nombrado subsecretario de la Conselleria de Cultura, un cargo de nueva creación con Ventura Gassol como consejero; pero, coincidiendo con la salida de este de Catalunya, ante el peligro de ser víctima de un atentado, tuvo que ampliar su función y trabajó para el funcionamiento de los centros de enseñanza, de las bibliotecas y para la preservación del patrimonio arqueológico y artístico de Catalunya.En enero de 1937, justo después de que Josep Tarradellas publicara los decretos con los que se pretendía controlar y normar todo el aparato financiero de la Generalitat, fue nombrado director general de Patrimonio y Rentas, un cargo también nuevo, pero además muy complejo en un periodo de excepción
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