Con el paso del tiempo, la fama de las 
hermanas habría de aumentar exponencialmente, debido a sucesos como: la 
publicación, en 1976, de una película basada en el caso, dirigida por el
 cineasta Felipe Cazals; la aparición, en 1977, de la serie de libros "Las muertas", del escritor Jorge Ibargüengoitia; o, ya en 1992, la 
publicación de "Las Poquianchis ¡Por Dios que así fue!", una obra de 
periodismo investigativo hecha por Elisa Robledo y el abogado Samuel 
Cruz, posibilitada en gran parte por las extensas conversaciones que 
Elisa Robledo tuvo con María de Jesús González Valenzuela.
De todo lo mencionado en el párrafo 
anterior, fue de particular importancia el libro de "Las Poquianchis 
¡Por Dios que así fue!"; ya que, gracias a éste, se expusieron 
irregularidades del proceso judicial, gracias a lo cual salieron libres 
muchos implicados que, o no merecían condena alguna, o no merecían 
condenas tan largas como las obtenidas. Uno de esos casos, salpicado por
 el irónico humor negro que a veces tiñe la realidad, fue el del "Capitán Águila Negra", quien tenía 76 años cuando, tras recibir la 
noticia de que sería liberado, se emocionó tanto que falleció de un paro
 cardíaco…
Finalmente y en lo que respecta a las 
muertes de Las Poquianchis, estas fueron así: Delfina murió el 17 de 
octubre de 1978, cuando unos albañiles arreglaban goteras en el techo de
 su celda y entonces, por una distracción suscitada a causa de los 
gritos que ésta emitía a modo de quejas, un recipiente lleno de cemento 
cayó en su cabeza, destrozándosela al instante;  María de Jesús, que se 
cobijó en la religiosidad tras su encierro, se pasó vendiendo comida en 
el penal hasta que obtuvo la libertad y se casó con un tal Antonio 
Hernández de 64 años, con quien vivió hasta morir de vieja a mediados de
 1990; y, por último, María Luisa simplemente apareció muerta en su 
celda un 19 de noviembre de 1984, con el cuerpo siendo mordisqueado por 
las ratas.
fuente: http://www.asesinos-en-serie.com
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