martes, 24 de noviembre de 2015

Leyendas en Catalunya (Pere Botero [I])

Lo que quizás mucha gente no sabe es que Pedro Botero fue un personaje real que vivió entre los siglos XVI y XVII en el mas Porter, en el antiguo vecindario de Gasolves, conocido actualmente como San Daniel, cerca de la carretera que une Tordera con Blanes. De la leyenda, aunque la Inquisición prohibió su difusión durante dos siglos, en circulaban numerosos manuscritos. En 1999 se publicó Viaje al infierno de Pedro Porter, donde J. Mª Pons Guri hacía un estudio muy cuidadoso de varias versiones de esta historia. El relato del propio Pedro, con todo tipo de detalles, lo recogió el cura de Blanes Juan Texidor, y como es bastante largo, haremos un resumen.
Pere Portero, hijo de Juan Porter y de Antonia Sierra, nació el mas Porter y fue bautizado en Tordera el 16 de enero de 1571. En aquellos años hubo una penuria económica que obligó a Porter a endeudarse, pero las deudas fueron pagados. Sin embargo, el 23 de agosto de 1608 se presentan las autoridades en la casa, con orden de embargo inmediato si no se hace efectivo el pago. Pedro Porter convence las autoridades que aplacen el embargo hasta el día siguiente y se va hacia Maçanet para tratar de cobrar un dinero que le deben. Por el camino, coincide con un caballero desconocido de exquisito comportamiento, que viaja con dos caballos y que, al verlo tan preocupado, el insiste en que le explique los motivos y le ofrece que suba al caballo que libre de carga. El forastero apunta que la solución es ir a hablar con el notario Bosoms, de Hostalric, que no entregó el documento que acreditaba el pago del debitorios. El notario estaba muerto hacía años, pero eso no parecía ningún impedimento. Pedro termina subiendo al caballo y ...

"Al cabo de una hora que fuimos a caballo, después de haber pasado grandes valles, montañas y grandes mares, entramos por una gran boca de una peña hecha a modo de una cueva muy oscura y, al cabo de un rato, hisquérem a un gran plan, que todo era fuego monstruoso y gran número de gente de todas clases y estados que patiano grandes tormentos.
[...] Luego veremos la alma del padre Jordán, Prebe de la villa de Pineda, que estaba en medio de dos donas, una de cada lado, y estaba en una cama de cuatro pilares, todo fogueando de differents tormentos.
[...] Y luego la alma del padre Phelip Roger de Calella, procurador que Foncho de dichos vescomptats desde que el eccelentíssim marqués de Aytona los compró; y el dedo Roger dice que fue el quien puso dissenció entre los vasallos y el señor.
[...] Yo vería como aportaban dicha alma en unos Lloch muy horrendos, llenos de Calapatar y serpientes, que espantarían a todos los del mundo".


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