martes, 15 de septiembre de 2015

Misterios en la Peninsula Iberica (El Puig Campana [III])

Roldan partio velos hacia su cabaña. Era verdad la joven estaba muriendose, tal como le había vaticinado aquel ser malvado. Su pena y su desesperación no tenían límites. Se quedo paralizado a la entreda no aterviendose ni a respirar, tenía meido a que cualquier movimiento por debil que fuera, pudiera cortar el fragil hilo que la mantenía con vida...
Roldan se alzo y con su extraordinaria estatura y con fiero ademan amenazo al sol, que caminaba hacia el ocaso...
Roldan se repetia, una y otra vez, la profecía: Cuando se oculte el sol, cuando el último rayo desaparezca de la faz de la tierra... morira, morira, morira"
Pero el sol seguía con su eterno camino, ocultandose detras de la montaña. Roldan enloquecido y ciego de dolor, salio volando hacia la cima, tras lcuya ladera iba ocultandose el sol.
De un furioso puntapie arranco un enorme pedazo de esa cima, y esta salio pos los aires y cayo al mar... Por aquel hueco, tan fastaticamente abierto, siguió penetrando la luz unos minutos más


Eran unos minutos más de vida para su amada.. A pesar de ello, el sol siguió su despiado camino y se oculto por completo
Y la muerte cerró para siempre, los bellos ojos de su amada. Con ella en brazos camino errante bajo las estrellas, para él menos bellas y más pálidas que su amada...
La salida de la luna, marco una estela luminosa en el mar, que atrajo su atención. Hacia alli se diriguió, como sonambulo, con la loca esperanza que aquella luz, fuese la diosa de la noche que derramaba sobre el agua, un poder que devolvier la vida a su amor, que parecía dormida.
Con los ojos fijos en la luna llegó a la playa. Penetró en sus aguas y siguiendo el camino fluorescente caminó hacia el fondo del mar. Hasta que algo le detuvo su marcha... Era la isla recien nacida. Por un momento y amparado por una concavidad del islote, pudo aún defenderla. Despues agotado, la deposito con infinito cuidado en ese hueco y no quiso regresar...
¿Como podia dejarla tan sola e idefensa?. Se abrazo a ella, para que con su enorme cuerpo pudiera seguir amparandola y protegiendola para toda la eternidad.
Desde entonces el Puig Campana, es una cumbre rota, es el más fiel y conmovedor pregonero de este amor. Y la prueba de que ni las piedras son insenibles al amor

fuente: http://www.alicantevivo.org

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