Misterios en la Peninsula Iberica (El Puig Campana [II])

Leyenda

Parece ser que en muchos años vivía en la Sierra un gigante que se llamaba, Roldan. Era el amo y señor de aquellos solitarios parajes que solo él podía recorrer libremente. Se había construido una tosca cabaña, para guarecerse cuando las inclemencias del tiempo así lo exigian. El Gigante Roldan era indiscutiblemente el Rey de Puig Campana
Cuando los animales salvajes le acosaban, a Roldan le bastaba dar un par de zancadas para ponerse a salvo, y con la misma celeridad llegaba a las tranquilas aguas del Mediterraneo. Roldan vivia sastifecho en un autentico paraiso
A pesar de toto, Roldan era un ser taciturno, casi triste. Vagaba errante y solitario en busca de algo que le faltaba a su vida. Un día mientras caminaba hacia el mar para darse su baño, se encontro con una joven hermosísima, estaba juguetando con el agua y al percibir la presencia del Gigante, se volvio rapidamente. Sus ojos que eran azules como el mar profundo, le miraron con curiosidad sin miedo y con gesto de eterna coqueteria le ofreció agua en su cuenco, con sus manos blancas. La joven rio suavemente, y Roldan, solto una carcajada que hizo estremecer la montaña, era feliz como nunca. Por fin su sonrisa era algo hermoso son un acento de triunfo y poderio

Roldan se había convertido en un ser humano. Desde aquel día no se separaron. Roldan la llevo a su cabaña y convertió esta en un lugar maravilloso para ella. Los dos eran felices. Dormían bajo las estrellas y él salia cada día para buscarle hierbas perfumadas que le sirvieran de lecho. Pero como siempre la felicidad no es eterna
Un día en que Roldan volvía a su cabaña contento y confiado, algo le salió a su encuentro, era un sombra siniestra y malefica...
- ¿Quien eres? musito Roldan
La sombra pareció que no le había oidos y con voz helada, donde no obstante se adivinaba un fondo de piedad, le respondio:
- Corre si quieres encontrar viva a tu compañera, pues cuando muera el día, el día acabara también con su vida. Cuando el último rayo de sol desaparezca de la faz de la tierra, ella morira...

fuente: http://www.alicantevivo.org