Allí contaron como su dueña disfrutaba de torturarlos y azotarlos. Como desconfiaba que le robaban la comida los obligaba a no ingerir alimento alguno sin su permiso, esto provocaba desmayos de debilidad y en lugar de darles alimentos lo mandaban enterrar en un ataúd aún con vida.
Todos los esclavos temían subir a la tercera planta de la mansión ya que el que subía no volvía a bajar.
Se cavó en el jardín y allí se encontraron tumbas con cadáveres de esclavos, otros fueron enterrados en los pantanos de Luisiana.
El propio juez Jean- Francois Conange, que acudió a apagar el fuego dijo: "Había una mujer desnuda con un collar de hierro lleno de espinas prisionera a la pared por una cadena. Las abundantes heridas en la espalda evidenciaban el uso de látigos y hierros al rojo vivo"
"Una anciana negra tenía una herida profunda en la cabeza y estaba demasiado delgada como para hablar o caminar. Un hombre había sido castrado y la herida cosida con hilo, la lengua también se le había cortado para que no pudiera quejarse.”
Una turba de ciudadanos fue contra la mansión con la intención de destruirla. En su interior estaba una de las hijas que fue salvada por la policía local que acudió al lugar. De la mansión solo dejaron las paredes. Todo fue destruido.
Cuando el juez le pregunto al Señor Lalaurie sobre los actos de su esposa el contesto: "algunas personas debían quedarse en su casa en lugar de ir a las casas de otras para dictar leyes y meterse en las vidas de los demás"
A partir de este momento toda la familia tuvo que escapar de Luisiana. Se esconden en la casa de unos familiares en Alabama, estos por temor a que el peso de la ley cayera también sobre ellos, les invitó a marcharse lo antes posible.
A partir de aquí la información no es muy clara, pero se dice que La señora Delphine Lalaurie murió en Paris cuando se encontraba de caza. Eugene Baches, un enterrador el cementerio St. Louis descubrió la siguiente inscripción en una tumba: "Madame LaLaurie, née Marie Delphine Macarty, décédée à Paris, le 7 Décembre, 1842, à l’âge de 6-."
fuente: http://yolyxanda.blogspot.com.es/
Todos los esclavos temían subir a la tercera planta de la mansión ya que el que subía no volvía a bajar.
Se cavó en el jardín y allí se encontraron tumbas con cadáveres de esclavos, otros fueron enterrados en los pantanos de Luisiana.
El propio juez Jean- Francois Conange, que acudió a apagar el fuego dijo: "Había una mujer desnuda con un collar de hierro lleno de espinas prisionera a la pared por una cadena. Las abundantes heridas en la espalda evidenciaban el uso de látigos y hierros al rojo vivo"
"Una anciana negra tenía una herida profunda en la cabeza y estaba demasiado delgada como para hablar o caminar. Un hombre había sido castrado y la herida cosida con hilo, la lengua también se le había cortado para que no pudiera quejarse.”
Una turba de ciudadanos fue contra la mansión con la intención de destruirla. En su interior estaba una de las hijas que fue salvada por la policía local que acudió al lugar. De la mansión solo dejaron las paredes. Todo fue destruido.
Cuando el juez le pregunto al Señor Lalaurie sobre los actos de su esposa el contesto: "algunas personas debían quedarse en su casa en lugar de ir a las casas de otras para dictar leyes y meterse en las vidas de los demás"
A partir de este momento toda la familia tuvo que escapar de Luisiana. Se esconden en la casa de unos familiares en Alabama, estos por temor a que el peso de la ley cayera también sobre ellos, les invitó a marcharse lo antes posible.
A partir de aquí la información no es muy clara, pero se dice que La señora Delphine Lalaurie murió en Paris cuando se encontraba de caza. Eugene Baches, un enterrador el cementerio St. Louis descubrió la siguiente inscripción en una tumba: "Madame LaLaurie, née Marie Delphine Macarty, décédée à Paris, le 7 Décembre, 1842, à l’âge de 6-."
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