Maturino Reséndiz, de 46 años y originario de Puebla, fue condenado a
recibir una inyección letal en la prisión de Huntsville por el
asesinato, en 1985, de la doctora Claudia Benton. Benton, de 39 años,
forma parte de un grupo de al menos 13 personas asesinadas en un período
de 16 meses que terminó en Junio de 1999 con un doble crimen en
Illinois.
La mayoría de los crímenes fueron perpetrados cerca de estaciones de ferrocarril. El 13 de julio de 1999, Reséndiz se entregó a la Policía en el puente internacional de El Paso. Un juez de Houston dictaminó que Maturino Reséndiz estaba en plena capacidad de sus funciones mentales, con lo que rechazó los alegatos de sus abogados, que afirmaban que el condenado estaba loco y convencido de que resucitaría tres días después de la ejecución. Reséndiz pidió que su cuerpo sea donado para la investigación médica en caso de ser ejecutado, acto que marcaría el fin de una tregua de cuatro años en las ejecuciones de mexicanos en cárceles de EU. La última tuvo lugar el 14 de agosto de 2002, en Texas, y fue la de Javier Suárez Medina.
La mayoría de los crímenes fueron perpetrados cerca de estaciones de ferrocarril. El 13 de julio de 1999, Reséndiz se entregó a la Policía en el puente internacional de El Paso. Un juez de Houston dictaminó que Maturino Reséndiz estaba en plena capacidad de sus funciones mentales, con lo que rechazó los alegatos de sus abogados, que afirmaban que el condenado estaba loco y convencido de que resucitaría tres días después de la ejecución. Reséndiz pidió que su cuerpo sea donado para la investigación médica en caso de ser ejecutado, acto que marcaría el fin de una tregua de cuatro años en las ejecuciones de mexicanos en cárceles de EU. La última tuvo lugar el 14 de agosto de 2002, en Texas, y fue la de Javier Suárez Medina.
Su ejecución estaba programada para el
27 de Junio del 2006 por la muerte de Claudia Benton, tras apelaciones
que fueron rechazadas por la Junta de Amnistía y Libertad bajo Palabra
del estado de Texas, alegando enfermedad mental y tratando de sustituir
la pena de muerte por una cadena perpetua, así como un aplazamiento de
180 días que también fue denegado.
Finalmente el mexicano Ángel Maturino
Reséndiz fue ejecutado con inyección letal en la cámara de muerte del
estado de Texas por uno de los asesinatos a los que fue vinculado.
Reséndiz, conocido el "Railroad Killer", se convirtió en el sexto
mexicano en ser ejecutado en Estados Unidos desde 1976 cuando la Suprema
Corte de Justicia restableció la pena de muerte.
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