jueves, 25 de febrero de 2016

Leyendas en Catalunya (Complot de Prats de Molló [III])

Según una versión no referenciada, Francesc Macià era partidario de no llevar a término ninguna acción hasta tener reclutados y preparados entre 400 y 500 voluntarios, pero las rivalidades entre los dirigentes del partido (como Daniel Cardona) para obtener el apoyo de los catalanes americanos y el hecho que los sectores más jóvenes y radicales (agrupados en la organización clandestina Bandera Negra) llevaran a término el fracasado "Complot del Garraf" empujaron Macià a dar el visto bueno a la operación antes de lo esperado.
El 30 de octubre Macià dio la orden de movilización para que los comprometidos en la operación, una aventura gloriosa, según Macià, se presentaran, unos en Prats de Molló y otros en Sant Llorenç de Cerdans, entre esa fecha y el 1 de noviembre, mientras el propio Macià junto con Ventura Gassol establecían el cuartel general en una casa de campo cercana a Prats de Molló. El plan de movilización consistía en que un grupo de hombres vestidos de excursionistas saldrían de París y de otras ciudades francesas (Burdeos, Toulouse, Lyon, Perpiñán), como miembros de un grupo montañero que se dirige al Canigó. Llevarían escondidas armas, teléfonos de campaña, material sanitario, propaganda impresa y una bandera estelada que se izaría en el campanario del primer pueblo que fuera ocupado.
La proyectada invasión resultó un completo fracaso porque la policía francesa estaba sobre aviso, al parecer por una filtración procedente del grupo de Garibaldi, y no tuvo muchas dificultades para detener cerca de la frontera española a la mayoría de los participantes en la invasión (fueron 111 los detenidos). Francesc Macià fue arrestado el día 4 en la casa de campo que ocupaba. Mientras tanto en Barcelona la policía española, que también estaba al tanto de la operación, detuvo a los implicados en el complot del interior de Catalunya.
Francesc Macià era conducido a Perpignan, a donde también fueron llevados el resto de los detenidos, siendo alojados en el cuartel del regimiento de fusileros senegaleses. Al cabo de pocos días, la mayoría de los arrestados son expulsados de Francia, mientras una veintena, considerados los cerebros de la operación, son trasladados a París para ser juzgados. La noticia del complot des catalans, como lo llama la prensa francesa, y el juicio posterior ocupa las páginas de los periódicos de Europa y de América, lo que supone un fuerte respaldo para la "causa catalana". Macià, con 67 años, se convierte en un personaje popular en Francia, y es presentado en ocasiones como un "don Quijote" idealista.
Los implicados llevados a juicio en París fueron 18 (16 catalanes [el propio Macià, Josep Bordas, Roc Boronat, Josep Carner Ribalta, Ernest Dalmau, Josep Esparch, Ventura Gassol, Joan Moragues, Josep Morella, Pere Morella, Luis Morella, Josep Rovira, Martí Vilanova, Ramon Fabregat, Artur Coromines, Juli Figueras]) y 2 italianos (Arturo Rizzoli y Ricciotti Garibaldi, hijo).

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