La leyenda sitúa por estos parajes un encuentro entre Jesucristo y
Satán. Según los Evangelios, antés de que Jesús empezará a predicar, se fue al desierto para meditar y preparse para su misión. En ese momento apereció el Diablo, que empezó a tentarle se trasladaron a la cima de una montaña y alli
se le apareció el Diablo, y con un amplio ademán, señalando las fértiles
tierras que colindaban con la dicha montaña le dijo:
- "Todo esto te daré, si te arrodillas ante mi y me adoras". (Tibi omnia dabo si cadens adoraveris me")
Como podéis deducir, Jesús no cedió a la tentación y el Diablo, frustrado, abandonó la montaña echando chispas. Y de este supuesto encuentro ha llegado hasta nosotros un leve vestigio, pues el nombre de la dicha montaña aún mantiene en su versión latina las palabras con las que el demonio quiso tentar a Jesús (Tibi dabo = Te daré).
- "Todo esto te daré, si te arrodillas ante mi y me adoras". (Tibi omnia dabo si cadens adoraveris me")
Como podéis deducir, Jesús no cedió a la tentación y el Diablo, frustrado, abandonó la montaña echando chispas. Y de este supuesto encuentro ha llegado hasta nosotros un leve vestigio, pues el nombre de la dicha montaña aún mantiene en su versión latina las palabras con las que el demonio quiso tentar a Jesús (Tibi dabo = Te daré).
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