Leyendas en Catalunya (Cocollona)

La cocollona es una criatura propia de la mitología de Girona. Se trata de un animal similar a un cocodrilo con alas de mariposa , que según la leyenda nació de la metamorfosis de una monja acusada de ser poco devota.

Origen 

Cuentan los más viejos que hace muchos años en la orilla izquierda del Onyar, en el barrio del Mercadal aún había un convento de monjas clarisas. Alli en una celda oscura, situada por debajo del nivel del río, habían cerrado a Rosalía, una monja novicia. Unos dicen que el castigo se debía a que no se entendía con el resto de sus compañeras, porque pensaba que eran un mal ejemplo de vida y los recriminaba constantemente todo lo que hacían. Otros, más acostumbrados a historias románticas, explican que estaba cerrada para que la madre superiora la había pillado escapándose por las noches para ir a reunirse con un monje franciscano del convento de San Francisco, de quien estaba locamente enamorada.Su sufrimiento era tan grande, y tuvo que pasar tanto tiempo cerrada que, poco a poco, su cuerpo se fue transformando para adaptarse al lugar donde malvivía. Se pasaba el tiempo tumbada por el suelo, arrastrándose como si fuera un lagarto y, debido al grado de humedad de aquella esquina, le empezaron a salir escamas por todo el cuerpo.Para poder escapar a través de la ventana que daba al río, le empezaron a crecer alas en la espalda (según la leyenda su santidad provoco que le saliera estas alas). Unas alas grandes, pero delicadas, que se plegaban para atravesar las pequeñas rendijas que se abrían entre los barrotes y se abrían majestuosas cuando se sentían libres fuera de aquella prisión.De este modo, Rosalía pasó a convertirse en una especie de cocodrilo y mariposa mismo tiempo, es decir, en una Coco-llona (coco[drilo] y [pampa]llona, mariposa en català). Un ser condenado a vivir escondido, a salir cuando la mayoría de gente no la pudiera ver y atrapar
Por eso su fantasma sigue veía por el río Onyar muy cerca de donde había sido encarcelada. Dicen que solamente las noches de luna llena, hacia el amanecer, los gerundenses sensibles, pueden ver el fantasma de la Cocollona nadando río arriba y abajo hasta que sale el primer rayo de luz.

fuente:  http://gretice.udg.edu/llegendes/