miércoles, 23 de septiembre de 2015

El sexo en la Historia (Aztecas [III])

La prostitución

Sobre la prostitución decir que en el caso de los aztecas, era una sociedad muy ambivalente, por un lado, las prostitutas eran estigmatizadas y repudiadas scialmente, por contra apenas habían penas judiciales contra ellas. Eran llamadas "ahuiyani" y vivian cerca de los caminos en lugares conocidos como "cuicalli" (casa de mujeres). Las mujeres recibían mercancías usables como dinero a cambio de favores sexuales, y tenían un bajo estatus social.
Existia otra clase de "prostitución" y era la religiosa. Esta prostitución era un ritual, que se daba con sacerdotizas, y tenía carácter religioso. Cuando se daban relaciones cóitales con fin religioso, los hombres tomaban afrodisíacos. En estos rituales, se adoraba a la diosa del placer y la sexualidad (Tlazoltéotl) y al dios (Xochipilli) de las flores. Este era el único caso, que las mujeres podían tener "poligamia" (es decir tener varias parejas sexuales), y sólo eran elegidas las mujeres

Es por eso que, cada aspecto de la vida sexual en los aztecas, estaba asociado a un dios diferente. Así, Xochipilli era el dios de las flores, del amor, de la fertilidad y de las relaciones sexuales ilícitas; al igual que su esposa, la diosa Xochiquétzal, quien, además era protectora de la prostitución (que como se ha dicho antes, era lícita). Por su parte, Tlazoltéotl era la diosa del placer, la voluptuosidad, la fecundidad y la fertilidad. Ella protegía a las parturientas, a las parteras, a los hechiceros relacionados con el mundo amoroso y a los hombres de intensa actividad sexual.

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