jueves, 3 de septiembre de 2015

Leyendas en Catalunya ("El Monstruo de L'Estany de Banyoles" [II])

La Leyenda del Mostruo y Sant Mer

Para encontrar los incios de la leyenda debemos remontarnos a las postrimerías del lejano S.VIII. Una bestia de terribles dimensiones había encontrado cobijo en una profunda caverna a orillas del lago de Banyoles, en Girona. Al animal se le describe como poseedor de una gruesa piel de escamas provista de afiladas púas en la espina dorsal y con grandes alas aunque, debido a su gran peso, le era imposible volar. Sólo podía caminar con sus enormes patas y, al hacerlo, la tierra retumbaba a su paso.

Los cronistas de la época cuentan que escupía fuego por sus ojos y que su aliento era tan pestilente que podía envenenar el agua, secar los campos y transmitir enfermedades a animales y personas. Su gran apetito le llevó a devorar cientos de cabezas de ganado pertenecientes a los lugareños de la región e, incluso, empezaron a desaparecer algunos vecinos de la zona, hecho achacado a la acción del dragón, por supuesto.
Los vecinos, que se habían comenzado a refugiar en el interior de la muralla por temor a los ataques, solicitaron ayuda a las tropas de Carlomagno que se encontraban estacionadas en Girona, durante una de sus incursiones contra los árabes.

Así, una columna de soldados llegó hasta la guarida del monstruo con el fin de deshacerse de él. Éste, sin embargo, mató a casi todos los guerreros. La noticia llegó a Carlomagno y decidió ponerse al frente de las tropas para vengar a sus hombres. A partir de aquí, existen dos versiones:
- En la contada por los cronistas del emperador, la lucha quedó en tablas.
- Para los campesinos que asistieron al combate, los soldados fueron derrotados nuevamente y la bestia perdonó la vida del ilustre guerrero.

Tras este intento fallido de eliminar al animal, los habitantes de la zona recurrieron a Mer, un conocido franciscano natural de Narbona, que por visto, acompañaba también a las huestes del emperador. Sant Mer se dirigió al encuentro de la Draga y se puso a rezar ante ella, con lo que logró calmar al animal y llevarlo mansamente hasta el pueblo.


Una vez allí explicó a los ciudadanos que , tanto las desapariciones de ganado como de hombres, estaban causadas por las tropelías llevadas a cabo por las huestes carolingias, que utilizaban a las reses para comer y a los hombres para enrolarlos forzosamente como soldados.
Todo el pueblo queria matar al dragon, a pesar de la defensa de Sant Mer, pero un niño salio entre la muchedumbre y se acercó al dragon, que lo miraba cariñosamente. El pequeño acaricio al dragon, demostrando que era docil, pronto los demás hicieron lo mismo.
Sant Mer, volvió a conducir al dragón al lago para que se escodiera en su cueva en la profundidades, donde hoy en día áun habita...
¿Realidad? ¿Leyenda?... Dentro de esta leyenda hay dos leyendas documentadas, como la diligencia que se dirigia hacia Olot y que fue atacada por un extraño reptil que salió del lago, agrediendo a los viajeros para luego volver por donde había venido. O la extraña desaparición en el año 1913 de un grupo de jóvenes que montaban en barca por el lago tras zozobrar y caer todos al agua.


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