martes, 6 de diciembre de 2016

Literatura Catalana (Josep Albanell i Tortades [I])

Nacio en Vic (Barcelona), 25 de diciembre de 1945. Es un escritor catalan con una gran y variada producción literaria. Ha escrito poesía, narrativa y ensayo, pero principalmente teatro (destacando en teatro infantil y juvenil).
Cuando tenía cuatro años, la familia se trasladó a Seo de Urgel. Este cambio y las dificultades de adaptación que le ocasionó marcaron su infancia y su adolescencia. El mismo autor recuerda aquellos años como una especie de naufragio personal: "Y allí, al pie del Cadí, crecí un poco como un náufrago abandonado a su propia suerte en territorio desconocido y hostil. Pero lo pude dominar y de todo me quedó un espíritu fantasioso y un poco luna, una cierta tendencia a la soledad, y una insobornable afección al subgénero de la gente perdida en la inmensa mar azul. Y un paisaje de montaña que no lo sabría cambiar por ningún otro " En este ambiente urgelense, se inició en el placer de la lectura y se convirtió en un lector voraz de libros fantásticos que permitían alejarse de la realidad. La lectura casi convulsiva de novelas de náufragos (llegó a leer más de treinta o cuarenta) fue configurando en el joven Albanell toda una simbología alrededor de la figura del personaje aislado que tiene que aprender a superar su situación a partir del esfuerzo personal. Estos referentes literarios, junto con la anécdota biográfica del cambio de residencia, sugirieron, años más tarde, la trama de El náufrago de las montañas, la historia de un chico perdido en la inmensidad de los Pirineos que logra sobrevivir gracias ingenio, el instinto y el esfuerzo. Su infancia estuvo rodeada de historias. Además de las lecturas, contaba con la presencia de su abuela, que gozaba contándole relatos de temática muy diversa. El vínculo sentimental que de pequeño estableció con este tipo de literatura ha condicionado su interés hacia las narraciones de tradición oral. Incluso, durante una época recorrió varias poblaciones con el fin de recopilar las leyendas y los cuentos que se contaban.

Empezó a escribir los primeros relatos a los doce años, en el que no podía faltar la temática de los naufragios. También reflejó en algunos poemas sus primeras experiencias amorosas. Los escritos iniciales, destaca una novela en tres volúmenes (Se empieza a vivir a las siete), que responde a la época del realismo histórico. En aquella época, estudiaba por la mañana y por la tarde trabajaba en una fábrica. La ficción reflejaba su propia experiencia: la sensación placentera de comenzar a vivir cuando acaba la jornada laboral. 

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