viernes, 29 de julio de 2016

Historia de Catalunya (La Coronela de Barcelona [XI])

Las Escuadras de Cuartos sirvieron como primer paso para la movilización total de los civiles; estos, quisieran o no, debían presentarse entre las 21:00 h y 22:00 h en el Cuarto que al que estaban asignados: la Catedral, el Pi, Sant Miquel, Sant Just, Santa María, Marcús, Sant Pere, y el Raval. En caso de toque de alarma los del Cuarto de la Sede y del Pi debían presentarse en la Plaça de Santa Anna, los del Cuarto de Sant Miquel y de Sant Just en la Plaça Nova, los del Cuarto de Santa María en la Plaça de l'Ángel, los del Cuarto de Marcús en la Plaza del Born, los del Cuarto de Sant Pere en la Plaza de Sant Pere, y los del Cuarto del Raval a Convento de Sant Josep. En total sumaban 2.713 civiles movilizados que, en caso de extrema necesidad, podrían ser obligados a pasar el servicio de armas. En septiembre de 1713 las Escuadras de Cuartos se reorganizaron en 4 batallones, y cada día, a las 13:00 h, se concentraba un batallón diferente para estar la guardia y se pedía a los oficiales y componentes que acudieran armados:
- Batallón de San Raimundo de Peñafort
- Batallón de Santa María de Cervelló
- Batallón de San Salvador de Horta
- Batallón de Sant Oleguer

A finales del asedio, en 1714 y dadas la bajas entre las tropas de la Coronela de Barcelona, el conseller en Cap Rafael Casanova ordenó que los Batallanos de Cuartos, que entonces ya solo encuadraban a niños, mujeres y ancianos, fueran agregados a la Coronela de Barcelona para que estuvieran bajo jurisdicción militar pudiendo ser destinados a unidades de combate
La oficialidad de la Coronela de Barcelona era la equivalente a la de un regimiento de infantería reglado: el conseller en Cap era su coronel, y al ser la magistratura suprema de la ciudad un cargo que se renovaba anualmente, la continuidad en la línea de mando quedaba asegurada por la figura del teniente coronel, un rango con perfil específicamente milita

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