martes, 3 de mayo de 2016

Leyendas sobre las flores (El Té)

Eso sucedió de la siguiente manera: el emperador, junto con su cortejo, descansaba en la sombra de un árbol grande. Habían encendido un fuego, y una olla de agua caliente hervía a borbotones. El calor del fuego secó algunas hojas en las ramas largas del árbol. De repente, un fuerte viento se levantó y sopló varias hojas al caldero con el agua. El agua se tiñó de un color dorado y un perfume delicioso emanó del caldero. El emperador probó la bebida y le encantaron tanto el perfume como el sabor delicioso. Dándose cuenta en seguida del efecto agradable y estimulante, al emperador se le escapó el grito: "T’sa", lo cual viene a significar "lo divino". Hasta el día de hoy, en chino se le llama "cha" al té.

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