La Marca Hispánica era el territorio comprendido entre la frontera
político-militar del Imperio carolingio con Al-Ándalus (al sur de los
Pirineos), desde finales del siglo VIII hasta su independencia efectiva
en diversos reinos y condados. A diferencia de otras marcas carolingias,
la Marca Hispánica no tenía una estructura administrativa unificada
propia.
Tras la conquista musulmana de la península ibérica, los carolingios intervinieron en el noreste peninsular a fines del siglo VIII, con el apoyo de la población autóctona de las montañas. La dominación franca se hizo efectiva entonces más al sur tras la conquista de Gerona (785) y Barcelona (801). La llamada "Marca Hispánica" quedó integrada por condados dependientes de los monarcas carolingios a principios del siglo IX. Para gobernar estos territorios, los reyes francos designaron condes, unos de origen franco y otros autóctonos, según criterios de eficacia militar en la defensa de las fronteras y de lealtad y fidelidad a la corona.
El territorio ganado a los musulmanes se configuró como la Marca Hispánica, en contraposición a la Marca Superior andalusí, e iba de Pamplona hasta Barcelona. De todos ellos, los que alcanzaron mayor protagonismo fueron los de Pamplona, constituido en el primer cuarto del siglo IX en reino; Aragón, constituido en condado independiente en 809; Urgel, importante sede episcopal y condado con dinastía propia desde 815; y el condado de Barcelona, que con el tiempo se convirtió en hegemónico sobre sus vecinos, los de Ausona y Girona.
La población local de las marcas era diversa, incluyendo grupos montañeses autóctonos, íberos, hispanorromanos, vascones, celtas, bereberes, judíos, árabes y visigodos que fueron conquistados o aliados de los dominadores islámicos o francos. Con el paso del tiempo, los jefes y las poblaciones se hicieron autónomos y reclamaron su independencia. El área y su composición étnica cambiaba según la fortuna de los imperios y las ambiciones feudales de los condes y valíes elegidos para administrar las comarcas. El cambio de manos de un pago era frecuentemente solventado fuera del campo de batalla, mediante una compensación económica.
Áreas geográficas que en distintas épocas han formado parte de la Marca son Barcelona, Besalú, Cerdanya, Conflent, Empurdà, Girona, Jaca, Osona, Pamplona, Pallars, Perelada, Ribagorza, Rosello, Sangüesa, Sobrarbe, Urgell y Vallespir.
Tras la conquista musulmana de la península ibérica, los carolingios intervinieron en el noreste peninsular a fines del siglo VIII, con el apoyo de la población autóctona de las montañas. La dominación franca se hizo efectiva entonces más al sur tras la conquista de Gerona (785) y Barcelona (801). La llamada "Marca Hispánica" quedó integrada por condados dependientes de los monarcas carolingios a principios del siglo IX. Para gobernar estos territorios, los reyes francos designaron condes, unos de origen franco y otros autóctonos, según criterios de eficacia militar en la defensa de las fronteras y de lealtad y fidelidad a la corona.
El territorio ganado a los musulmanes se configuró como la Marca Hispánica, en contraposición a la Marca Superior andalusí, e iba de Pamplona hasta Barcelona. De todos ellos, los que alcanzaron mayor protagonismo fueron los de Pamplona, constituido en el primer cuarto del siglo IX en reino; Aragón, constituido en condado independiente en 809; Urgel, importante sede episcopal y condado con dinastía propia desde 815; y el condado de Barcelona, que con el tiempo se convirtió en hegemónico sobre sus vecinos, los de Ausona y Girona.
La población local de las marcas era diversa, incluyendo grupos montañeses autóctonos, íberos, hispanorromanos, vascones, celtas, bereberes, judíos, árabes y visigodos que fueron conquistados o aliados de los dominadores islámicos o francos. Con el paso del tiempo, los jefes y las poblaciones se hicieron autónomos y reclamaron su independencia. El área y su composición étnica cambiaba según la fortuna de los imperios y las ambiciones feudales de los condes y valíes elegidos para administrar las comarcas. El cambio de manos de un pago era frecuentemente solventado fuera del campo de batalla, mediante una compensación económica.
Áreas geográficas que en distintas épocas han formado parte de la Marca son Barcelona, Besalú, Cerdanya, Conflent, Empurdà, Girona, Jaca, Osona, Pamplona, Pallars, Perelada, Ribagorza, Rosello, Sangüesa, Sobrarbe, Urgell y Vallespir.
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