Una casualidad en forma de infracción de
tránsito condujo a la detención de Joel Rifkin, considerado como el
peor asesino en serie de la historia de Nueva York, el 28 de junio de
1993.
Los policías de Nueva York vieron una
camioneta que no tenía placas, eran las 3 de la mañana; el chofer no
estaba conduciendo a gran velocidad, pero por la falta de matrícula lo
detuvieron. El conductor no se detuvo cuando los policías se lo
indicaron, aun así no aceleró pero siguió manejando, los policías usaron
su sirena, luego como seguía manejando, pidieron refuerzos aéreos y
usaron un altavoz para ordenarle que se detuviera, diez minutos después
chocó contra un faro de luz, enfrentándose a los cañones de las pistolas
de los policías Joel salió del auto y dio su licencia.
Los dos policías que iniciaron la
persecución se acercaron a la parte posterior de la camioneta donde
descubrieron algo delgado y largo envuelto en plástico atado con una
cuerda, después de ver dentro del “paquete” se dieron cuenta que era el
cuerpo descompuesto de una mujer, Joel Rifkin ayudó a reconocer el
cuerpo como Tiffany Bresciani, una prostituta, confesó a los policías
que había tenido sexo con ella y que después la había asesinado, según
su historia estaba a punto de tirarla cerca del aeropuerto.
El caso Rifkin fue cerrado, pero en prisión preventiva Rifkin empezó a confesar otros homicidos, para dar un total de
17 asesinatos, incluyendo a la que encontraron en su camioneta el día
del arresto, no había dudas de que los asesinatos que decía Rifkin
habían sucedido, aunque como los oficiales sugirieron, posiblemente el
conteo de sus víctimas aún era muy bajo.
Joel Rifkin posteriormente le confesaría a
una psiquiatra forense que él tenía visiones, que sabía que iba a morir
a los 64 años al igual que su padre, y que sabía también que la víctima
número 17 sería la última, ya que él tenía 34 años de edad, el doble de
17. También dijo que mataba a las prostitutas para que su padre no se
sintiera solo en el más allá, y que en la fecha cercana al aniversario
de su padre sentía sus “vibras” y sabía que debía matar para que su
padre no estuviera solo.
A pesar de tener todo en contra se
declaró inocente de los asesinatos, como sea, recibió cadena perpetua;
según se sabe, Joel Rifkin quedó en la misma celda que el asesino de
masas Colin Fergunson -quien mató a seis personas en una sola noche
atribuyéndolo a que había una conspiración racial en contra suya-; allí,
ambos tuvieron una discusión acerca de qué asesinatos eran mejores y
ésta terminó cuando Fergunson golpeó a Joel en la boca.
fuente: http://www.latinoseguridad.com
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