viernes, 4 de marzo de 2016

Asesinos en Serie (Alexander Pichushkin [II])

Extrañamente las tendencias homicidas de Alexander se detuvieron hasta el año 2000, periodo en el que comenzó con una serie de asesinatos que aterrorizaron a la población moscovita. En el 2001, los habitantes que vivían cerca del parque Bittsevsky reconocieron que se trataba de un asesino en serie y pronto el miedo se esparció por toda la capital
 El parque Bittsevsky es uno de los parques naturales más grandes de Moscú, Rusia. El parque está ubicado en el sur de Moscú y es atravesado por el río Bittsa, también es el hogar de muchas especies de plantas y animales. Su densa población de árboles lo convirtió en el lugar ideal para cometer crímenes atroces. En los primeros años del siglo XXI empezaron a desaparecer los vagabundos y los ancianos que frecuentaban el parque Bittsevsky.
Alexander se acercaba a sus víctimas fingiendo estar de luto por la muerte de su perro, posteriormente los invitaba a beber vodka en la tumba de su mascota. Así Pichushkin engañaba a sus víctimas con promesas de licor gratis si eran hombres y a las mujeres les mentía para salir en una cita. Cuando la persona estaba intoxicada, Pichushkin la atacaba por la espalda golpeándola repetidamente con un objeto contundente como un martillo, una tubería o la botella de vodka. El asesino escondía los cuerpos en las fosas de alcantarillado, muchas de las víctimas que sobrevivían a los golpes morían ahogadas. En la medida en que Alexander continuaba asesinando, sus ataques se volvían cada vez más salvajes y no ocultaba bien los cuerpos, los abandonaba en un lugar donde eran fáciles de encontrar.
En el año 2002 el cadáver de Olga Maksheeva fue hallado en una fuente del parque Bittsevsky. Sus víctimas eran encontradas con una botella de vodka rota incrustada en su cráneo. Una ola de asesinatos despiadados comenzó en el 2002. La Policía sospechó de un componente sexual debido a que las víctimas en general eran hombres entre 50 y 70 años, muchos de ellos vagabundos y alcohólicos; dicho componente quedó ratificado tiempo después, cuando luego de su captura el maníaco confesó que tenía orgasmos por el mero hecho de ver agonizar a sus víctimas.
El patrón de las personas desaparecidas y la brutalidad de sus asesinatos confirmaron para el 2003 que un asesino en serie acechaba el parque Bittsevsky. Pronto la prensa lo llamó como el "Maníaco de Bittsevsky" y "La bestia de Bittsa".



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