En la confluencia con Plaça de Catalunya, 
se encontraba el antiguo portal de Sant Sever (el más desconocido de los patrones de Barcelona) y sus torres, llamadas de 
Canaletes, fueron las que dieron nombre a este tramo del paseo y a su 
fuente, la cual era muy concurrida en la época en la que no había agua 
corriente en las casas, convencidos los vecinos de que en ella se bebía 
agua pura de Montcada, sin la mezcla que se dijo que se hacía con la de 
las demás fuentes, la prefirieron a toda otra y beber un vaso de 
Canaletes era para muchos el único objetivo final de una caminata.
En 1536 se construyó un edificio 
destinado a acoger la enseñanza superior., fue la primera universidad 
que tuvo Barcelona. Estaba adosado a la muralla, cerca de una de las 
torres de Canaletes. Su fachada era muy sencilla, destacaba en ella un 
escudo (ahora en el edificio nuevo) y una estatua de Sant Lluc. En este 
edificio se cursaron estudios universitarios desde 1554 hasta el 1717, 
cuando el Decreto de Nueva Planta clausuró los estudios superiores en la
 ciudad. El edificio se mantendría en pie como caserna de artillería y 
las torres fueron una prisión militar donde fueron confinados el 
escritor Jovellanos, el general Lacy y el cronista Feliu de la Penya, En
 el patio del edificio destacaba una fuente que se mantuvo al 
desaparecer el edificio, es la popular fuente de Canaletes. Aunque la fuente actual se inauguró en 1860.
Pero a mediados del siglo pasado se 
empezó a decir que a la tarde-noche se dejaba ver un espectro envuelto 
en un sudario que, tapado con una larga capa negra, paseaba lentamente 
por la zona. Una noche tuvo el atrevimiento de dirigirle la palabra a 
unas chicas que llenaban sus cantaros en la fuente. Estas se asustaron 
tanto que no salieron de su casa en varios días.
 La vida de este fantasma tan particular, aficionado a perseguir y acosar a jovencitas, acabo de forma abrupta el día que se encontró un comité de recepción formado por 200 personas (entre autoridades y los vecinos) que decidieron 
encararse con el fantasma, iban armados con palos y garrotes dispuestos a descubrir cuanto había de real en el. Pero no fue necesario porque desapareció tal 
como apareció y nunca más se supo de el. Tal vez este aparecido fue una victima 
del "agua encantada de la fuente", de la cual se dice que quien de ella 
beba nunca podrá abandonar la ciudad. Ni vivo … ni muerto.
fuente: https://magisquam.wordpress.com
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