martes, 25 de agosto de 2015

Religiones y Cultos (Cap. Grecia [XX])

Los Centauros

Los centauros eran una raza de seres con el torso y la cabeza de humano y el cuerpo de caballo. Las versiones femeninas reciben el nombre de centáurides.
Vivían en las montañas de Tesalia  y se les consideraba hijos de Kentauros, que era  hijo de Ixión (Rey de Tesalia) y Néfele (Diosa de las Nubes) y algunas yeguas magnesias, o de Apolo y Hebe.
Los centauros son muy conocidos por la lucha que mantuvieron con los "lápitas", provocada por su intento de raptar a Hipodomía, hija de Butes (Rey de Argos).  El día de su boda Piritoo (Hijo de Ixión) invitó a un fastuoso banquete a todos los habitantes de la región, incluidos los centauros. Pero éstos, que nunca habían probado el vino, se emborracharon y raptaron a Hipodamía, junto al resto de las mujeres e incluso a algunos hombres jóvenes que habían acudido al banquete. La riña entre estos primos es una metáfora del conflicto entre los bajos instintos y el comportamiento civilizado en la humanidad. Teseo, un héroe y fundador de ciudades que estaba presente.  Los "Lapitas"  después de una sangrienta batalla lograron reducir a los centauros y expulsarlos de Tesalia.

Esta leyenda simboliza el triunfo de la civilización sobre la barbarie. De todos los centauros dos sobresalen, por que expresaban su "buena» naturaleza", siendo centauros sabios y amables... Eran Folo, que era hijo de Sileno (Dios de la Embriaguez) y la ninfa Melia (hija de Oceáno) y Quiron,, que era hijo de Crono (Dios del Tiempo) y ninfa Filiria (hija de Océano)
Otro de los centauros, cuyo nombre ha pasado a la historia es: Neso, que era hijo de Ixión y la ninfa-nube Néfele, a quien Zeus había dado la forma de Hera. 
Neso en un acceso de lujuria, intentó raptar a Deyanira, la esposa de Heracles. Éste vio a Neso intentando violar a su esposa desde el otro lado del río Eveno y le disparó una flecha envenenada al pecho. Como último acto de maldad, mientras agonizaba, Neso le dijo a Deyanira que su sangre aseguraría que Heracles le fuese siempre fiel. Deyanira le creyó, y cuando su confianza en Heracles empezó a menguar, untó una camisa con la sangre y se la dio a su marido, quien murió lenta y dolorosamente cuando la camisa ardió (con llamas reales o por el calor del veneno) en su piel.

Phoenicoperus

Phoenicoperus, como lo conocían los griegos, era un ave mitológica del tamaño de un águila, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de fuerte pico y garras. Se trataba de un ave fabulosa que se consumía por acción del fuego cada 500 años, y una nueva y joven surgía de sus cenizas. Tambien es conocido como el El Ave Fenix.

De acuerdo con la mitología griega, sólo existe un Ave Fénix y cuando esta siente próxima su muerte (después de 500 o 1461 años) construye un nido en el cual muere consumida por sus propias llamas. En ese momento, emerge una nueva ave de las cenizas, la cual embalsama en un huevo de mirra las cenizas de su predecesora y las lleva volando hasta la Ciudad del Sol donde las deposita en el altar del dios sol.

El mito del Ave Fénix, alimentó varias doctrinas y concepciones religiosas de supervivencia en el Más Allá, pues el Fénix muere para renacer con toda su gloria. Fue citado por los sacerdotes egipcios de Heliópolis, el griego Heródoto, los escritores latinos Plinio el Viejo, Luciano, Ovidio, Séneca y Claudio Claudiano, o los cristianos Pablo de Tarso, el Papa Clemente de Roma, Epifanio o San Ambrosio. En el Antiguo Egipto se le denominaba Bennu y fue asociada a las crecidas del Nilo, a la resurrección, y al Sol. El Fénix ha sido un símbolo del renacimiento físico y espiritual, del poder del fuego, de la purificación, y la inmortalidad. Según el mito, poseía varios dones, como la virtud de que sus lágrimas fueran curativas.

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