miércoles, 3 de agosto de 2016

Historia de Catalunya (La Coronela de Barcelona [XXIII])

A partir de la rotura de la brecha el colapso de la defensa se precipitó. Los combatientes del baluarte de Levante, cogidos por la espalda, fueron pasados a bayoneta; otro tanto les sucedió a los defensores del baluarte de Santa Clara, de los cuales sólo unas pocas compañías pudieron salvarse gracias a la carga suicida de una de las compañías de la coronela de Barcelona; y poco después también cayó el baluarte del Portal Nuevo, bajo las tropas españolas. Como recordaba el marqués de Sant Felip "Todo se vencía a fuerza de sacrificada gente, que con el ardor de la pelea ya no daba cuartel, ni lo pedían los catalanes, sufriendo intrépidamente la muerte". Los Consellers de Barcelona, viendo que toda la línea de defensa había colapsado y que la caída de la ciudad era inevitable, decidieron abandonar su cuartel general en el portal de Sant Antoni y salir a combatir por las calles. En ese momento recibieron aviso del teniente mariscal Antonio de Villarroel, quien les comunicaba que retomaba el general comando militar y les pedía que lanzaran su contrataque por el sector de Sant Pere, mientras que él dirigiría otro por el centro. Pasadas las seis de la mañana, Rafael Casanova ordenó emitir el que sería su último bando como Conseller en Cap de Barcelona, ordenando sin excepción a todos los varones mayores de catorce años a la defensa de la ciudad de Barcelona y guardia de la bandera de Santa Eulalia, en servicio del Rey y de la Patria.

Varias compañías de los seis batallones que formaban la Coronela de Barcelona se congregaron en la Plaça de Junqueras, y a la orden del Conseller en Cap Rafael Casanova, que blandía la bandera de Santa Eulalia, reliquia venerada por los barceloneses y que según la tradición sólo podía sacarse en momentos de grave peligro para Barcelona, se lanzaron al contrataque pasadas las siete de la mañana. Embistieron con tal fuerza las tropas catalanas que las tropas españolas que combatían en ese sector empezaron a retirarse desordenadamente hasta provocar una desbandada general de las tropas españolas en todo el sector de Sant Pere

Historia de Catalunya (La Coronela de Barcelona [XXII])

Los fuertes chubascos caídos tras el rechazo de la proposición de negociación inundaron las trincheras borbónicas, impidiendo cualquier posibilidad de lanzar un asalto general. El 10 de septiembre un nuevo chubasco cayó sobre la ciudad; al anochecer el Conseller en Cap Rafael Casanova volvió a reconocer la primera línea de combates en la muralla, alentando a la resistencia de las tropas a pesar de deserciones y la hambruna generalizada. Mas en esta ocasión el mariscal de Francia no ordenó el asalto al entrar la noche. A las 4:30h del 11 de septiembre más de cuarenta batallones borbónicos lanzaron el asalto final sobre Barcelona. El baluarte de Llevant fue asaltado por el brigadier Courty y el coronel Cany, el reducto de Santa Eulalia por el coronel Chateaufort, el baluarte de Santa Clara por brigadier Balincourt, y la brecha contigua a dicho baluarte por el mariscal Lecheraine. La brecha central estaba bajo la responsabilidad del mariscal Guerchois y el brigadier Reves, mientras que el baluarte del Portal Nou, único sector que el mariscal duque de Berwcik confió a tropas españolas, fue asaltado por la elite de las tropas de Felipe V, los Regimientos de Reales Guardias Españolas y Valonas, bajo el mando del mariscal Antonio del Castillo y el brigadier vizconde del Puerto. El asalto general se lanzó por los tres frentes simultáneamente tal como narraba el marqués de Sant Felip, "Todos a un tiempo montaron la brecha, españoles y franceses; el valor con que lo ejecutaron no cabe en la ponderación. Más padecieron los franceses, porque atacaron lo más difícil". La defensa fue obstinada y feroz, abatiendo a los asaltantes borbónicos antes de que estos consiguieran llegar hasta la muralla y obligando a lanzar varias oleadas de gente fresca. Ante la espantosa carnicería que estaban sufriendo las tropas francesas en el sector del Baluarte del Santa Clara, el teniente general Cilly ordenó al coronel Chateaufort que abandonase el ataque al reducto de Santa Eulalia y solicitó al mariscal Lechereine, del centro francés, que lo auxiliase con el grueso de sus tropas formado por los regimientos Normadie, Auvergne, y La Reine para asaltar la brecha contigua al baluarte del Portal de Llevant. Pasadas las cinco de la mañana, y tras lanzar tres asaltos, las tropas conjuntas del coronel Cany, del brigadier Courty, del coronel Chateufort y del mariscal Lechereine conseguían pasar a sangre y fuego por encima de las pocas tropas catalanas supervivientes que defendía dicha la brecha.

Historia de Catalunya (La Coronela de Barcelona [XXI])

El 1 de septiembre, dada la disposición de las tropas borbónicas, y la carencia de munición y tropas para proseguir con la defensa, el general comandante Villarroel reunió a todo el estado mayor del ejército para intentar forzar a los políticos catalanes a que aceptaran una capitulación. Estando todo el estado mayor, a excepción del general Basset, de acuerdo en la propuesta del general comandante Villarroel, este les pidió que pusieran por escrito su voto, para presentarlo a los políticos catalanes. Después se reunió con el Conseller en Cap Rafael Casanova mientras pasaban revista a la primera línea de los combates en la muralla, para que entendiera que con los escasos recursos de que disponía, las tropas asaltantes romperían fácilmente las defensas, y que no era de buen cristiano lanzar a los miles de civiles inocentes que se agazapan en sus casas a una irremisible masacre. Berwick, informado por el creciente número de desertores de las disensiones que había entre militares y políticos, tomó la iniciativa y ofreció entrar en negociaciones de capitulación. Finalmente Rafael Casanova dio su brazo a torcer, y a pesar de las reticencias del conseller segundo Feliu de la Peña, ordenó se convocaran a los Tres Comunes de Catalunya. Leída la exposición de la carta de Villarroel sobre la situación de la plaza, los tres comunes ser reunieron por separado, Generalitat de Catalunya, Braç militar de Catalunya, y el Consell de Cent, siendo representado este último por la "Junta de Gobierno y personas asociadas". En esta junta, presidida por Rafael Casanova, se impuso nuevamente su criterio, y cuando la mayoría aceptó que se entrar en negociaciones se procedió a iniciar la votación; votaron Casanova y tres representantes mas, pero cuando iba a votar el siguiente, la votación se detuvo al ser interrumpida por la noticia que los otros dos comunes ya habían votado, habiendo resuelto que no se diera oídos a la propuesta de negociación. Siguiendo la tradición de no romper el consenso entre los Tres Comunes de Catalunya, se volvió a discutir el parecer, asumiendo Casanova y la mayoría de los presentes que se debía votar al unísono con la Generalitat y el Braç militar. Reiniciada la votación, los 26 restantes miembros de la Junta votaron también por el rechazo de la propuesta de Berwick

Leyendas en Catalunya (Pere Miquel Carbonell i Soler [II])

Gran aficionado a las letras clásicas, reunió una importante biblioteca, de la que copió y anotó muchos de sus códices. Era un gran calígrafo.Aunque inscribirse en el movimiento humanista y, por tanto, cultivar la lengua latina y los clásicos, rechazando en buena parte la tradición cultural catalana anterior, se interesó por la lengua catalana, lo que le llevó a copiar, ordenar y interpolar las "Reglas de esquivar vocablos o palabras groseros o pagesívols" de Bernat Fenollar y Jeroni Pau, a escribir numerosas parejas en catalán ya una "Danza de la muerte", adaptada del francés, que seguía aún las normas de la Gaya Ciencia , con poca calidad literaria.Mantuvo relaciones literarias con los juristas Francisco de Marie-saja y Joan Vilar, con el bibliófilo Guillem Fuster y con los humanistas Antonio y Alessandro Geraldina, Teseo Valentín y Jerónimo Paz.Su cargo de archivero hizo que se decantara por los estudios históricos, entre los que resaltan la recopilación biográfico en latín De viris illustribus catalana, un conjunto de quince biografías breves de eruditos de su tiempo, dentro del ámbito de las tierras de habla catalana. Es autor de las Chroniques de España, que inició en 1495 y concluyó en 1513, las cuales comprenden desde los tiempos primitivos hasta la muerte de Juan II, obra que sirvió de referencia para los historiadores posteriores. En 1496, siguiendo órdenes de Fernando II, escribió una genealogía de los condes-reyes catalanes, en la que consigna Bernardo de Septimania como primer conde de Barcelona. En 1516 concluyó una recogida de procesos de la inquisición en Barcelona, ​​comentada en catalán, que comprende el periodo 1487 a 1507, el Liber Descripción reconciliatonisque purgationis te Condemnation haereticorum.Compuso también una recopilación de inscripciones latinas de Roma, Barcelona y Tarragona, que parece le fueron facilitados por Jerónimo Paz, primera obra catalana de arqueología.Manuel de Bofarull y de Sartorio, archivero de la Corona de Aragón fue quien transcribió los principales opúsculos y en facilitó la biografía completa

Leyendas en Catalunya (Pere Miquel Carbonell i Soler [I])

Nacio en Barcelona 8 de febrero de 1434 a 2 de abril de 1517. Fue un historiador, humanista, notario y poeta, archivero real del Archivo Real de Barcelona (1476 a 1517).ra hijo de Francisco Carbonell y Juan desde Soler. Era primo del humanista Jerónimo Paz y amigo del arcediano de Barcelona Lluís Desplà (que fue presidente de la Generalidad de Cataluña y padrino de uno de sus nietos) y del protonotario real Joan Peiró, uno de los artífices del desarrollo de la imprenta en BarcelonaSe casó en primeras nupcias con Engracia, con quien tuvo tres hijos, de los que sólo sobrevivió el primero:- Francisco Carbonell- Pere Miquel- BaltasarContrajo segundas nupcias con Eulalia, viuda de Pedro Morer, mercader de Barcelona.Fue nombrado notario público por el rey Alfonso V de Aragón "el Magnánimo" en 1458, cargo en el que lo ratificó el rey Juan II de Aragón "el Grande". Este último monarca le nombró, en 1476, Archivero Real y escribano realSu hijo Francisco Carbonell también fue notario y Archivero Real, y sustituyó a su padre en el Archivo Real de Barcelona, ​​de forma progresiva y con especial intensidad a partir del 1510, y definitivamente a su muerte. El nieto de Pere Miquel Carbonell, hijo de Francisco, llamado Francisco Miquel Carbonell, también obtuvo el cargo de Archivero Real por privilegio de Carlos I.

Leyendas en Catalunya (Francesc Martí i Viladamor)

Nació Puigcerdà (Girona), el 30 de agosto de 1616 - Perpignan (Francia), el21 de diciembre de 1687. Formado en Barcelona como jurisconsulto fue fiscal de la Alcaldía General de Catalunya y uno de los enviados al Congreso de Münster en 1646 para negociar la paz con el Reino de Francia, traicionó el encargo del Consell de Cent y de la Diputacio del General, conspirando para la incorporación del Rosello a Francia. A su regreso a Catalunya fue despojado de sus cargos y en 1652 pasó a Francia donde fue protegido del obispo Pierre de Marca