
La causa de la muerte de Francisco Canales y Ambrosio no está clara: algunas fuentes dicen que murió de tuberculosis en su casa; otros, que murió por las heridas causadas en ayudar a unos vecinos en un incendio en el edificio.Su primera sepultura fue en un nicho alto del Cementerio Viejo. Esto dificultaba la colocación de flores y otros objetos, que se tenía que hacer con una escalera. Como la veneración por el chico se había incrementado y mucha gente iba para rezar y dejar exvotos, 1908, el Ayuntamiento trasladó sus restos al nicho donde ahora se encuentra, al mismo nivel, y dejó la tumba exonerada de pagar tasas. A ambos lados del nicho se reservaron doce nichos más, parados, que sirven de altares donde los visitantes dejan flores, velas y todo tipo de recuerdos y exvotos, así como un espacio delante, siempre lleno de flores y de exvotos . Se trata del nicho es el número 138 interior centro de la isla 4a, departamento Y, identificado como "Propiedad funeraria de Francisco Canals Ambrós fallecido el 27 de Julio de 1899 a los 22 años y 2 meses." En la tumba hay una foto del fallecido y ante la lápida un vidrio transparente con una pequeña abertura para poder depositar mensajes de peticiones al "Santet".
Inmediatamente después de su fallecimiento, las dependientas que lo conocían empezaron a visitarlo movidas por la esperanza de ver satisfechos sus anhelos. También se afirma que las primeras en llevar flores en el nicho fueron las propias floristas de las Ramblas o miembros de la etnia gitana. Poco después de su muerte quedó instituido un culto de veneración en la creencia de que concedía favores, siempre que no estuvieran relacionados directamente con el dinero. También se extendió la fama de casamentero y de ayudar en la fertilidad. La tradición cuenta que si se visita la tumba de Canales hay que hacer una oración y, tras pedir el deseo, marchar por el lado derecho del nicho, sin volver atrás sobre los propios pasos: sólo en dar la vuelta para salir hay que mirar la tumba de lejos para que se cumpla lo que se ha pedido. Después de recibir el favor hay que volver a dar las gracias. Según se cuenta, no defrauda a nadie que le solicita un favor: los más solicitados están relacionados con la salud. Al poco tiempo de morir, la lápida se resquebrajó en diagonal y en repararse, se volvió a resquebrajarse exactamente por el mismo lugar ante los operarios y público asistente. Una leyenda dice mirando fijamente la grieta se podía ver la luz del más allá. Se decía que desde el primer nicho donde fue enterrado se sentía un grito proveniente del interior; también corría el rumor de que alguien intentó profanar la tumba y del interior salió un grito que alertó al guarda del cementerio.