jueves, 3 de marzo de 2016

Leyendas en Catalunya (Ventura Gassol)

Bonaventura Gassol i Rovira, nacio en  La Selva del Camp (Tarragona), el 6 de octubre de 1893 - fellece Barcelona, el 19 de septiembre de 1980, más conocido como Ventura Gassol, fue un escritor y político catalan, destacado nacionalista e independentista catalán, fue miembro de ERC.
Aunque empezó a estudiar la carrera eclesiástica en el seminario de Tarragona, la abandonó para trasladarse en 1914 a Barcelona. Ya en la capital catalana empezó a desempeñar diversos trabajos culturales y literarios. Fue premiado en las ediciones de 1916 y 1918 de los "Jocs Florals". Partidario desde muy joven del movimiento catalanista, tuvo que exiliarse a Francia durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera.
Fue uno de los fundadores del partido "Acció Catalana". Más adelante militó en "Estat Català" del que fue dirigente y colaborador de Francesc Macià. Tomó parte de los sucesos de Prats de Molló (intento de invasión armada de Catalunya desde Francia) por lo que fue detenido y tuvo que refugiarse en Bélgica. Acompañó en 1928 a Francesc Macià durante un viaje por América en el que visitaron Uruguay, Argentina y Cuba. Fue uno de los participantes en la fundación, en 1931, de "ERC" (Esquerra Republicana de Catalunya). Con la proclamación de la República Catalana fue nombrado consejero de política exterior de la Generalitat de Catalunya. Más adelante desempeñó el cargo de consejero de cultura.
También fue diputado a Cortes. Después de la proclamación por parte de Lluís Companys del "Estado Catalán" el 6 de octubre de 1934, Gassol fue detenido y quedó preso en el barco Uruguay. En 1936 le fueron restituidos todos sus cargos. Al iniciarse la Guerra Civil española fue uno de los principales defensores del patrimonio artístico y trabajó en el salvamento de algunos perseguidos, especialmente religiosos. Llegó a enfrentarse con miembros de la FAI para conseguir la liberación del cardenal Francesc Vidal i Barraquer por lo que tuvo que exiliarse a Francia.
Siguió participando en la vida política desde su exilio en Saint-Martin-le-Beau y comenzó a colaborar en diversas publicaciones. Gracias a sus escritos en los que utilizaba una fuerte oratoria, se convirtió en un ejemplo de catalanismo radical. Rechazó una propuesta que le realizaron algunos exiliados en México para que se presentara como candidato a la presidencia de la Generalidad en el exilio.
Gassol regresaba a su localidad natal en 1972.
Entre sus obras hay que destacar la poesía patriótica Les tombes flamejants (1923). La mayoría de sus poemas dramáticos, como "La Dolorosa" o "La cançó del vella Cabrés" están inspirados en los paisajes y las gentes de las comarcas de Tarragona. Escribió una novela, El preu de la sang y diversos relatos breves. Además, fue traductor de autores como Ibsen o Tagore.


Leyendas en Catalunya (Daniel Cardona)

Daniel Cardona i Civit, nacio en Barcelona, 20 de julio de 1890 - fellecio en Sant Just Desvern (Barcelona), el 7 de marzo 1943, fue un político catalan defensor de la independencia de Catalunya, conocido también por sus pseudónimos de Vibrant y el irlandés (l'irlandès en catalán, que fue uno de los más activos miembros del independentismo partidario de la insurrección armada en las décadas de 1920 y 1930.
Fue fundador de organizaciones como "Estat Català", "Bandera Negra", "Nosaltres Sols!" o el "Front Nacional de Catalunya". Durante los primeros años de su carrera política, fuertemente influido por las ideas del doctor Domènec Martí i Julià, fue militante de la Unió Catalanista y de la Joventut Catalanista. Sin embargo, tras el éxito del Alzamiento de Pascua en Irlanda, pasó a decantarse por la vía de la insurrección armada y del militarismo para intentar conseguir la independencia de Cataluña. En 1919 pasó a formar parte de la Federació Democràtica Nacionalista y en 1921 colaboró en la fundación del partido político Estat Català, junto con el coronel Francesc Macià i Llussà.
Instaurada la Dictadura de Miguel Primo de Rivera, fue perseguido, procesado y condenado por su activismo político. Por todo ello se exilió en Francia junto al coronel Francesc Macià, siguiendo allí cursos de formación militar, siendo además uno de los patrocinadores de la Societat d'Estudis Militars. Viajó por diversos países, manteniendo su colaboración con Francesc Macià, participando en la creación del grupo "Bandera Negra", que propugnaba una acción más radical que la de Francesc Macià. Por todo ello, rompió con él antes de los llamados "Complot de Prats de Molló". Sin embargo, las autoridades españolas le acusaron de participar en el llamado complot del Garraf.
En 1931, tras la amnistía que siguió a la proclamación el 14 de abril de la Segunda República Española, regresó a Catalunya. Totalmente contrario por esas fechas a la política preconizada por Francesc Macià, creó y dirigió la organización "Nosaltres Sols!", que tomaba su nombre de uno de los principales grupos nacionalistas irlandeses. Igualmente fue en este período alcalde de San Justo Desvern, de donde procedía su familia. Participó en los Hechos del 6 de octubre de 1934, aunque tras el fracaso de la lucha optó por escapar nuevamente a Francia. Tras la amnistía que siguió a la victoria del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, volvió a España, recuperando su cargo como alcalde de Sant Just Desvern. A principios del verano de 1936 "Nosaltres Sols!" se integró en "Estat Català" conservando su autonomía interna cuando este partido decidió separarse de Esquerra Republicana de Catalunya.
Tras la Guerra Civil Española huyó una vez más a Francia, donde colaboró activamente con la Resistencia francesa encuadrado, como el resto de miembros de "Nosaltres Sols!" i el propio "Estat Català", en el "Front Nacional de Catalunya", del que Cardona seria uno de sus principales impulsores. Sus actividades de resistencia prosiguieron durante la ocupación de Francia por el Tercer Reich en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en 1942, aquejado de una grave enfermedad, regresó clandestinamente a su pueblo, donde falleció al año siguiente. Las autoridades obligaron a la familia a celebrar su entierro en la intimidad, a primera hora de la mañana y bajo una gran vigilancia policial.


Asesinos en Serie (Marcel Petiot [III])

Mientras se hallaba detenido a la espera del juicio, Petiot en todo momento comentaba jocosamente a los guardianes de su prisión "No dejen de acudir a mi juicio, va a ser maravilloso y se va a reír todo el mundo"… y nada más lejos de la realidad, ese juicio fue uno de los más surrealistas y confusos en la historia de Francia.
A veces, tanto el acusado como el abogado dormitaban plácidamente en sus asientos, e incluso llegó a haber insultos entre la defensa y el acusado cuando el acusado afirmó que era un defensor de traidores y judíos, a lo que éste furioso le amenaza con partirle la boca en la misma sala.
La acusación afirmó que Petiot atraía a ricos judíos a la rue Lesseur con el pretexto de que les ayudaría a escapar del acoso de las fuerzas alemanas hacia otros países. Luego, les quitaba la vida por medio de inyecciones letales que les administraba con el pretexto de cumplir con las formalidades sanitarias extranjeras, después los despojaba de todo el dinero y objetos de valor que poseían.
Al final de tres semanas de juicio, el jurado lo declaró culpable de 24 de las 27 acusaciones y en cuanto se dictó el veredicto de culpabilidad se establecieron una serie de indemnizaciones a favor de los familiares de las víctimas.
El 26 de mayo de 1946 el Dr. Muerte fue condenado a la guillotina, pero el asesino, lejos de mostrarse asustado en el momento de su muerte dijo con más ironía que nunca a los testigos de la ejecución: "Caballeros, les ruego que no miren. No va a ser bonito"

fuente:  El texto expuesto pertenece a la autora Margarita Bernal

Asesinos en Serie (Marcel Petiot [II])

El 11 de marzo de 1944 la policía acude a casa del doctor Petiot, alertada por los atemorizados vecinos que observaban salir de la chimenea una grasienta humareda negra y un hedor insoportable. La chimenea corría el riesgo de incendiarse, pues ya se veían las llamas sobresaliendo amenazadoras y no tardan en acudir los bomberos, quienes logran entrar en la casa a través del sótano. Allí, descubren sin dar crédito a lo que ven, el espantoso combustible que alimentaba las llamas: un montón de cuerpos desmembrados.
Momentos más tarde acude la policía, y el doctor Marcel Petiot les explica con orgullo que aquellos eran "sus" cadáveres, los restos de alemanes y colaboracionistas pro-nazis que habían sido asesinados por la Resistencia francesa y confiados a su custodia para que se deshiciese de ellos. Los agentes aceptan la explicación y lo dejan ir, no sin antes felicitarlo por tener esas dotes de patriotismo.
Petiot, aseguró que era miembro de la Resistencia y que sus víctimas habían sido 63. Al igual que los 27 cadáveres encontrados en el sótano, los agentes dan por hecho que son más soldados alemanes. Pero cuando se constata que aquellas muertes no tenían que ver con la ejecución de colaboradores nazis, Petiot ya había huido en su bicicleta
A partir de ahí se llevó a cabo un minucioso registro de la casa, hallando además de los cadáveres despedazados, casi 150 kilos de tejido corporal calcinado y otros muchos cuerpos descomponiéndose en un pozo del garaje que contenía cal viva.
Al cabo de un tiempo de anonimato, Petiot inició una serie de correspondencia con el periódico Resistance, bajo otro nombre, pero sin modificar su letra (lo que ayudaría a su identificación), diciendo que la Gestapo había metido en su casa los cadáveres. Gracias a eso fue de nuevo detenido el 2 de noviembre de 1944.
Su juicio comenzó en el Tribunal del Sena el 15 de marzo de 1945, ahí se descubrió la verdadera faceta del doctor. No era un luchador clandestino por la libertad, sino un criminal totalmente degenerado.
Se le acusaba de 27 asesinatos por las evidencias de su sótano. Su hermano Maurice, quien le proporcionaba la cal, alegó que Petiot la utilizaba contra las cucarachas, pero el enorme volumen de 400 Kg suministrados sirvió para inculparlo de complicidad criminal.



Asesinos en Serie (Marcel Petiot [I])

Marcel Petiot, nació el 17 de enero de 1897 en Auxerre (Francia) - fallecio en Paris (Francia) el 25 de mayo de 1946. Su padre murió cuando él tenía tan sólo cinco, su madre murió tres años después, así que el niño fue confiado a los cuidados de varios tíos y tías. Tal vez por esta situación difícil su educación no fue como la de un niño normal ni mucho menos tuvo el afecto que éstos necesitan en esos años tan cruciales de vida.
De pequeño demostró una inteligencia considerable, pero al mismo tiempo revelaba ciertas tendencias sádicas que preocupaban a quienes le rodeaban: desde sumergir las patas de su gato en un cazo de agua hirviendo hasta asfixiar a este mismo animal con sus propias manos, o torturar a otros animales sacándoles los ojos para divertirse mirando como éstos se golpeaban contra las paredes una vez ciegos.
También tenía la manía de robar todo lo que le pasaba por las manos. A sus compañeros en clase, los medicamentos en el ejército cuando era soldado (para venderlos posteriormente en el mercado negro) e incluso los fondos municipales del alcalde de Villaneuve cuando se presentó a unas elecciones municipales.
Basta con observar su grave afición a la piromanía, su crueldad con los animales, esa ludopatía crónica, además de serios y continuos ataques depresivos, una avanzada paranoia y un crónico estado de melancolía… por no hablar de sus mentiras compulsivas y su actitud de desprecio hacia toda la sociedad o su sangre fría casi carente de sentimientos… sin duda ese carácter nos suena bastante desequilibrado. Sin duda refleja una personalidad muy conocida por todos nosotros: una personalidad psicopática. Curiosamente, y como suele ser habitual en estos casos, todas estas peligrosas facetas de su vida no le impidieron salir adelante en la vida social. Su encanto personal le ayudó a ganar prestigio en el ámbito profesional como médico y en una carrera política que inició como concejal, aunque ese encanto ocultase un carácter carente de escrúpulos.