Mientras se hallaba detenido a la espera
del juicio, Petiot en todo momento comentaba jocosamente a los
guardianes de su prisión "No dejen de acudir a mi juicio, va a ser
maravilloso y se va a reír todo el mundo"… y nada más lejos de la
realidad, ese juicio fue uno de los más surrealistas y confusos en la
historia de Francia.
A veces, tanto el acusado como el
abogado dormitaban plácidamente en sus asientos, e incluso llegó a haber
insultos entre la defensa y el acusado cuando el acusado afirmó que era
un defensor de traidores y judíos, a lo que éste furioso le amenaza con
partirle la boca en la misma sala.
La acusación afirmó que Petiot atraía a
ricos judíos a la rue Lesseur con el pretexto de que les ayudaría a
escapar del acoso de las fuerzas alemanas hacia otros países. Luego, les
quitaba la vida por medio de inyecciones letales que les administraba
con el pretexto de cumplir con las formalidades sanitarias extranjeras,
después los despojaba de todo el dinero y objetos de valor que poseían.
Al final de tres semanas de juicio, el
jurado lo declaró culpable de 24 de las 27 acusaciones y en cuanto se
dictó el veredicto de culpabilidad se establecieron una serie de
indemnizaciones a favor de los familiares de las víctimas.
El 26 de mayo de 1946 el Dr. Muerte fue
condenado a la guillotina, pero el asesino, lejos de mostrarse asustado
en el momento de su muerte dijo con más ironía que nunca a los testigos
de la ejecución: "Caballeros, les ruego que no miren. No va a ser
bonito"
fuente: El texto expuesto pertenece a la autora Margarita Bernal
No hay comentarios:
Publicar un comentario