Onofre Gomis, vivio en el s. XVI. Fue canónigo y chantre de la Seo de Urgel. Fué
elegido President de la Generalitat de Catalunya a finales de 1563,
después de que en la elección del 22 de julio fuera nombrado el obispo
de Barcelona, Guillem Caçador y no pudiera incorporarse para estar al
Concilio de Trento. Posteriormente se llamaron sucesivamente a los obispos de Vic, Tortosa y Lleida y todo tres renunciaron por la misma razón.Onofre Gomis era hijo de mercaderes y antes de pasar a la Seu d'Urgell, había estado en la iglesia de Sant Miquel de Barcelona. Al comienzo de su mandato se inician las Corts de Barcelona-Monzón (1564) que acabaron repentinamente el 13 de marzo de 1564.El
25 de junio de 1564 vuelven a aparecer barcos musulmanes en la
desembocadura del Besòs y no fue hasta cinco semanas más tarde cuando
aparecieron 83 galeras reales comandadas por Garcia Alvarez de Toledo. Poco más tarde. el 25 de agosto de 1564, el nuevo lugarteniente de Catalunya, en Diego Hurtado de Mendoza y de la Cerda, juró las Constituciones.
viernes, 8 de abril de 2016
Presidents de la Generalitat (Ferran de Lloaces i Peres)
Ferran de Lloaces i Peres, Orihuela (Alicante) 1498 - muere en Valencia, 29 de febrero de 1568. Fue obispo
de Elna [Francia] (1542-1543), Lleida (1543 - 1553) y Tortosa (1553 a 1560),
Arzobispo de Tarragona (1560-1567) y patriarca de Antioquia (1566). Fue
elegido President de la Generalitat de Catalunya el 26 de noviembre de
1559 en sustitución de Pere Ángel Ferrer, por fallecimiento. También
es el máximo responsable de la creación del Obispado de Orihuela su
ciudad natal, la que se independizó del Obispado de Cartagena por
motivos políticos y lingüísticos. El catalán se mantuvo en Orihuela como lengua popular hasta al menos el siglo XVIII.Era hijo de Rodrigo de Loazes y estaba doctorado en ambos derechos en Bolonia y París. Tuvo un papel muy importante en la oposición de las Germanías; fue inquisidor en Valencia y en Barcelona.Durante su mandato en la Generalitat, el reciente coronado Felipe II, continuó los enfrentamientos con la flota turca. Dentro
de estos episodios, el 29 de mayo de 1560 el Duque de Medinaceli y
virrey de Sicilia, Juan de la Cerda y Silva, es derrotado en las costas
mediterráneas. Por otra parte, la Generalitat creó el cargo de abogado fiscal, confirmado en las Corts de Barcelona (1599).Posteriormente a su paso por la Generalitat, fue arzobispo de
Tarragona (1560-1567), de Valencia (1567-1568) y patriarca de Antioquia
(1566), nombrado por Pío V el 8 de febrero de 1566.Escribió la obra De matrimonio regios Angliae (Brujas, 1528), dedicado al emperador Carlos y en defensa de Catalina de Aragón
Presidents de la Generalitat (Pere Àngel Ferrer i Despuig)
Pere Àngel Ferrer i Despuig, ¿? - muere eñ 17 de noviembre de 1959. Fue abad del Monasterio de Sant Cugat del Vallés (1539-58). Había
sido elegido en una segunda extracción, ya que el 22 de julio de 1557
fue elegido el arzobispo de Tarragona, Girolamo Doria. Este, como ya había hecho en el trienio 1539-1542, renunció al cargo
por el malestar que provocaba el principado la presencia de un genovés a
los cargos eclesiásticos e institucionales de Catalunya, dentro de las
políticas reales.Durante
el mandato de Ferrer Despuig se produce la victoria contra Francia en
la Batalla de San Quintín, y esto supone un buena noticia porque
presagia una próxima paz con Francia. Por el contrario, la flota otomana atravesando el estrecho de Messina, llegó a Menorca y asedió Ciutadella. En
ese momento, el gobierno de la Generalitat estaba en Terrassa debido a
un brote de peste que hubo entre mayo y septiembre de 1558. La amenaza
turca provocaba la movilización popular de defensa de Barcelona en un
momento de vacío de poder que inquietaba a las autoridades por el recuerdo de las Germanías. Además,
a finales de julio la despoblación de las comarcas en defensa de
Barcelona fue aprovechada por los bandoleros para atacar Terrassa que
fue defendida por las mujeres de la ciudad al grito de "vía fuera". En septiembre de 1558, se acaba la epidemia y, como cada otoño en este periodo, se retira la flota turca. Pere Ángel Ferrer murió el 17 de noviembre de 1559, antes de terminar el trienio.
Asesinos en Serie ("El asesino del Zodiaco" [XIII])
Richard Gaikowski
Richard nació en 1936 y fue médico en el Ejército de USA. De él se sospechó principalmente porque: 1) algunos investigadores vieron la abreviatura que Richard usaba para su nombre en ciertos códigos de Zodíaco
2) la hermana de Darlene sospechaba de Richard y lo había visto en el funeral de Darlene
3) Richard vivía cerca de donde se cometieron los asesinatos
4) Richard supuestamente había seguido (no se puede saber si fue por otros razones) a Darlene cuando ella se casó y se trasladó a Albany; y allí, en Albany, trabajó en un periódico que era rival del periódico en el que trabajaba el marido de Darlene
5) Un operario dijo que la voz de Richard era idéntica a la que oyó en una llamada de Zodíaco durante 1969
6) el rostro de Richard se parecía al retrato robot
7) la escritura de Richard era bastante similar a la de Zodíaco. Como se ve, no eran pocas las razones para sospechar de Richard, sin embargo la Policía nunca le realizó una prueba de huellas digitales y el proceso de la investigación sobre Richard fue detenido porque supuestamente no había razones suficientes para que siga adelante. Una de las principales razones que se esgrimió contra la hipótesis de su culpabilidad fue la de que Richard no tenía conocimientos sobre lenguaje cifrado y, si bien era inteligente, al menos aparentemente no lo era en el grado necesario como para construir todo ese complicado sistema de código. Richard murió en el 2004
Jack Tarrance
En el año 2000 Dennis Kaufman declaró que su padrastro Jack Tarrance era Zodíaco. Entre otras razones porque su escritura se parecía a la del asesino, porque le había confesado que él era el asesino y esa confesión había sido grabada, y porque, entre las posesiones de su padrastro, Dennis había hallado un disfraz idéntico al de Zodíaco. El problema fue que esa confesión gravada pudo ser una farsa planificada, que el disfraz pudo ser fabricado para engañar y, sobre todo, que el ADN de Tarrance no coincidía con el de Zodíaco.
Donna Lass (25 años):
Donna desapareció (nunca se supo con certeza que fuera asesinada) el 26 de septiembre de 1970 en South Lake Tahoe (California). Tiempo después (22 de marzo de 1971) el San Francisco Chronicle recibió una carta de Zodíaco en la que decía que llevaba 13 víctimas, aunque Donna debió ser la decimocuarta y no la decimotercera como se indicaba en la postal. Por esa y otras razones la Policía nunca creyó que se la pudiera ligar demasiado con el asesino y, en consecuencia, no se efectuó una investigación oficial
fuente: http://www.asesinos-en-serie.com
Richard nació en 1936 y fue médico en el Ejército de USA. De él se sospechó principalmente porque: 1) algunos investigadores vieron la abreviatura que Richard usaba para su nombre en ciertos códigos de Zodíaco
2) la hermana de Darlene sospechaba de Richard y lo había visto en el funeral de Darlene
3) Richard vivía cerca de donde se cometieron los asesinatos
4) Richard supuestamente había seguido (no se puede saber si fue por otros razones) a Darlene cuando ella se casó y se trasladó a Albany; y allí, en Albany, trabajó en un periódico que era rival del periódico en el que trabajaba el marido de Darlene
5) Un operario dijo que la voz de Richard era idéntica a la que oyó en una llamada de Zodíaco durante 1969
6) el rostro de Richard se parecía al retrato robot
7) la escritura de Richard era bastante similar a la de Zodíaco. Como se ve, no eran pocas las razones para sospechar de Richard, sin embargo la Policía nunca le realizó una prueba de huellas digitales y el proceso de la investigación sobre Richard fue detenido porque supuestamente no había razones suficientes para que siga adelante. Una de las principales razones que se esgrimió contra la hipótesis de su culpabilidad fue la de que Richard no tenía conocimientos sobre lenguaje cifrado y, si bien era inteligente, al menos aparentemente no lo era en el grado necesario como para construir todo ese complicado sistema de código. Richard murió en el 2004
Jack Tarrance
En el año 2000 Dennis Kaufman declaró que su padrastro Jack Tarrance era Zodíaco. Entre otras razones porque su escritura se parecía a la del asesino, porque le había confesado que él era el asesino y esa confesión había sido grabada, y porque, entre las posesiones de su padrastro, Dennis había hallado un disfraz idéntico al de Zodíaco. El problema fue que esa confesión gravada pudo ser una farsa planificada, que el disfraz pudo ser fabricado para engañar y, sobre todo, que el ADN de Tarrance no coincidía con el de Zodíaco.
2-Principales víctimas no confirmadas
.
Robert Domingos (19 años) y Linda Evans (17 años):
Ambos fueron asesinados el 4 de junio de 1963 por un arma de fuego. El crimen ocurrió en una playa cercana a Lompoc (California) y tuvo fuertes similitudes con el caso de Bryan Calvin Hartnell y Cecilia Ann Shepard, ocurrido un 27 de septiembre de 1969 en Lake Berryesa.
Robert Domingos (19 años) y Linda Evans (17 años):
Ambos fueron asesinados el 4 de junio de 1963 por un arma de fuego. El crimen ocurrió en una playa cercana a Lompoc (California) y tuvo fuertes similitudes con el caso de Bryan Calvin Hartnell y Cecilia Ann Shepard, ocurrido un 27 de septiembre de 1969 en Lake Berryesa.
Cheri Jo Bates (18 años):
El 30 de octubre de 1966 ella fue
asesinada brutalmente (casi decapitada) por arma blanca en el Community
College de Riverside (California). Tuvieron que pasar cuatro años para
que el periodista Paul Avery (amenazado de muerte por Zodíaco) levantara
sospechas sobre la autoría de Zodíaco, todo en virtud de determinadas
similitudes entre las circunstancias de los asesinatos de Zodíaco y las
circunstancias que rodearon el caso de Bates.
.
Kathleen Johns (22 años):
Su caso ya fue expuesto arriba en este mismo artículoKathleen Johns (22 años):
Donna Lass (25 años):
Donna desapareció (nunca se supo con certeza que fuera asesinada) el 26 de septiembre de 1970 en South Lake Tahoe (California). Tiempo después (22 de marzo de 1971) el San Francisco Chronicle recibió una carta de Zodíaco en la que decía que llevaba 13 víctimas, aunque Donna debió ser la decimocuarta y no la decimotercera como se indicaba en la postal. Por esa y otras razones la Policía nunca creyó que se la pudiera ligar demasiado con el asesino y, en consecuencia, no se efectuó una investigación oficial
fuente: http://www.asesinos-en-serie.com
Asesinos en Serie ("El asesino del Zodiaco" [XII])
Bruce Davis
Bruce había sido miembro de La Familia, el grupo criminal de seguidores de Charles Manson. Bruce está actualmente en prisión pero en la década de los 60 se encontraba en el área de San Francisco, espacio en el cual Zodíaco había cometido sus asesinatos. Bruce fue descartado como sospechoso porque su letra no coincidía con la de Zodíaco, porque tenía el pelo demasiado largo (el retrato robot lo tenía corto) cuando Zodíaco cometió sus crímenes y porque no usaba gafas.
Michael O´Hare
Bruce había sido miembro de La Familia, el grupo criminal de seguidores de Charles Manson. Bruce está actualmente en prisión pero en la década de los 60 se encontraba en el área de San Francisco, espacio en el cual Zodíaco había cometido sus asesinatos. Bruce fue descartado como sospechoso porque su letra no coincidía con la de Zodíaco, porque tenía el pelo demasiado largo (el retrato robot lo tenía corto) cuando Zodíaco cometió sus crímenes y porque no usaba gafas.
Michael O´Hare
Michael era un destacado hombre de
negocios y fue sospechoso en parte porque vivía cerca del lugar en que
se dio el asesinato de Paul Stine. Fue rápidamente descartado debido a
una prueba de ADN.
Guy Ward Hendrickson
Deborah Pérez tenía 47 años y era hija
de un difunto (1981) carpintero de Orange llamado Guy Ward Hendrickson.
Deborah aprovechó la atención que, a raíz de la película "Zodíaco"
(basada en el asesino), se generó en torno al asesino: así, en el año
2009 ella convocó a una rueda de prensa en la sede del diario San
Francisco Chronicle, todo para declarar que su padre era el Asesino del
Zodíaco. Entre otras cosas, Deborah dijo que había estado con su padre
en dos de los crímenes —creyendo escuchar dos cohetes cuando en realidad
eran dos disparos—, que había escrito una carta a nombre de su padre al
abogado Melvin Belli, y que tenía en su posesión las gafas del taxista
Paul Stine, las cuales realmente sí habían desaparecido de la escena del
crimen. Posteriormente la Policía analizó las gafas y determinó que no
coincidían con las de Stine, así como también sometió a Deborah a la
prueba del polígrafo, en la cual ella falló de manera garrafal.
Por último era claro que Deborah era una persona un tanto trastornada
que intentaba llamar la atención inventando cosas. Así, anteriormente
Deborah había declarado que era hija ilegítima de John F. Kennedy, cosa
que evidenciaba lo verdaderas que eran las declaraciones de su hermana
según las cuales Deborah había pasado años en terapia psicoanalítica
porque, entre otras cosas, se pasaba inventando recuerdos de cosas que
nunca sucedieron y estaba obsesionada con el exhibicionismo, poniendo en
Facebook y en otras páginas fotos provocativas para llamar la atención.
Sin embargo, pese a lo anterior, Deborah contrató los servicios de una
firma de relaciones públicas y se encuentra preparando un documental en
el que muestra las supuestas pruebas de que su padre era Zodíaco…
Asesinos en Serie ("El asesino del Zodiaco" [XI])
Marvin Bernell
Marvin se encargaba de programar
películas en una sala de cine y de proyectarlas. Robert Graysmith,
periodista obsesionado con Zodíaco, descubrió que la marca que Marvin
usaba para marcar los rollos de las películas era igual al símbolo de
Zodíaco, que en el techo de la sala de cine había un zodíaco pintado,
que Marvin poseía una copia de la cinta sobre el Conde Zaroff (personaje
asociado a Zodíaco) y que su letra se parecía a la del asesino. A la
Policía le pareció que el signo para marcar rollos era no solo el de
Zodíaco sino la representación estilizada de una mira telescópica, cosa
que podía significar afición a los deportes de tiro u otras cosas. Por
otra parte, nunca se pudo demostrar que la letra de Marvin fuese la
misma que Zodíaco y jamás se halló nada que permitiese pensar que el
tranquilo Marvin era el psicópata ZodíacoLawrence Kane
Esta hipótesis fue una de las más
absurdas y surgió de las sospechas de la hermana de Darlene Ferrin
(asesinada por Zodíaco). Ella sospechaba porque Kane era corpulento como
Zodíaco y había seguido a su hermana por meses antes del asesinato. El
gran problema con la hipótesis era que Kane había sufrido un daño
cerebral que, según los médicos, le quitó la capacidad para controlar la
auto-gratificación. Además nunca se supo que Kane fuera un sujeto de
inteligencia sobresaliente. Y entonces: ¿cómo podía mostrar ese
autocontrol, esa frialdad, esa actitud planificadora capaz de hacerlo
desaparecer y reaparecer, capaz de hacerlo suspender por largo tiempo
algo tan gratificante como enviar cartas amenazantes a los diarios, cómo
pues, si había perdido en 1962 la capacidad de controlar la
auto-gratificación? ¿Cómo podía haber construido esos códigos tan
complicados, tan dignos de una mente privilegiada? Nunca se probó que
fuera intelectualmente brillante y siempre los hechos apuntaron a que no
lo era, de modo que resulta extremadamente fantasioso creer que Kane
fuera una mente a la altura de Zodíaco. Así, la hipótesis cae porque de
seguro Kane no tenía el autocontrol de Zodíaco y casi de seguro no tenía
una inteligencia brillante.
.Arthur Leigh Allen
De todos los sospechosos que ha habido,
sin duda ninguno ha dado tantas razones para sospechar como Allen pues:
1) sabía de lenguajes cifrados pues los había aprendido en la Marina, 2)
era superdotado ya que tenía un IQ de 137, 3) Se sospechaba que había
violado a un niño, cosa que de ser cierta lo convertía en alguien
malvado, como Zodíaco, 4) Su aspecto se parecía al de Zodíaco por la
semejanza de su cara con el retrato robot del asesino y porque era
también alguien corpulento y blanco. 5) Le gustaba matar, pues aunque
nunca se supo que matara a alguien, adoraba el deporte de la cacería, 6)
Dijo que el hombre era “el animal más peligroso de cazar”, afirmación
que escalofriantemente se repetía en una de las cartas de Zodíaco,
aunque bien podía pensarse en otras cosas que lo hicieran llegar a ese
pensamiento, 7) Era solitario (como probablemente lo era Zodíaco), 8)
era mentalmente insano, al punto de que sus parientes mostraban
preocupación. El gran problema con Allen fue que sus huellas dactilares y
su ADN no coincidían con los del asesino, factores estos que eran
apenas dos pero tenían suficiente peso como para descartarlo.
Asesinos en Serie ("El asesino del Zodiaco" [X])

Julio 24 de 1970:
- "Zodíaco al habla. Me siento
bastante infeliz porque ustedes, gente, no usan mis agradables botones
Zodíaco. Así que ahora tengo una pequeña lista, comenzando con la mujer y
su bebé a las que les di un paseo bastante interesante por un par de
horas, hace pocos meses atrás en una tarde que terminó conmigo quemando
su carro donde las encontré"
Julio 26 de 1970:
- "Zodíaco al habla. Ya que no usarán
agradables botones Zodíaco, qué les parecería si utilizan asquerosos
botones Zodíaco. O cualquier tipo de botones Zodíaco que se les ocurra.
Si no usan ningún tipo de botones Zodíaco, yo tendré (por encima de
cualquier otra cosa) que torturar a todos mis 13 esclavos que espero
para mí en el Paraíso. A algunos los ataré y los veré gritar y
retorcerse desde las colinas. Otros tendrán astillas de pino clavadas
bajo las uñas y luego arderán. Otros serán colocados en jaulas y
alimentados con carne salada hasta que estén empachados, entonces yo los
escucharé suplicar por agua y me reiré en sus caras. Otros serán
colgados de sus pulgares y arderán en el sol, después yo los restregaré
con profundo calor para que se calienten. A otros los dejaré que vivan y
corran gritando alrededor. Y a todos los jugadores de billar, yo los
dejaré jugar en una oscura mazmorra con los pies torcidos y los zapatos
virados. Sí, yo tendré gran diversión infligiendo el más delicioso dolor
a mis esclavos"
El 27 de octubre de 1970 Zodíaco envió
otra carta al San Francisco Chronicle. En ella amenazaba de muerte al
periodista Paul Avery, quien trabajaba en el S. F. Chronicles y había
estado publicando artículos en los cuales insultaba a Zodíaco. Aquella
carta fue el detonante del inicio del fin de la carrera de Avery. Así,
el periodista se obsesionó con la idea de que en cualquier momento podía
ser asesinado por Zodíaco, por lo que iba a todas partes con una
pistola y, en la profundidad de su angustia, empezó a beber en exceso,
cosa esta que lo llevó a fracasar profesionalmente.
Después de sacar de juego a Avery
mediante la intimidante carta, Zodíaco desapareció durante tres años y
pico. Su silencio fue absoluto: no cometió crimen alguno, no envió
cartas, no hizo llamadas, no dio señal alguna… Era un mutismo calculado y
la Policía, sin pistas, terminó frustrada.
El 29 de enero de 1974, Zodíaco rompió
su silencio de años cuando envió una carta en que elogiaba la película
de El Exorcista y, entre otras cosas, decía que era “la mejor comedia
satírica” que jamás había visto.
Después, el 14 de febrero del mismo año,
Zodíaco envió otra carta al San Francisco Chronicle en la cual le
explicaba al editor que las iniciales para "Ejército Simbiótico de
Liberación" (SLA) significaban "mata" (de matar…) si eran deletreadas
en nórdico antiguo. Tras ser examinada, la autenticidad de la carta
resultó dudosa y se pensó que lo más probable era que no haya sido
escrita por Zodíaco.
El 8 de mayo de 1974 el San Francisco
Chronicle recibió una carta en la que se presentaban quejas del film
Badlands diciendo que constituía una “glorificación del asesinato” y que
el periódico debía quitar de sus páginas la publicidad del film. La
carta no estaba firmada por Zodíaco sino por "Un ciudadano", pero la
letra, el tono y el toque irónico, hicieron pensar que quizá había sido
escrita por Zodíaco, aunque era bastante probable que no lo fuera.
Finalmente, el 8 de julio de 1974 el San
Francisco Chronicle recibió una carta con quejas en las que se pedía al
editor que pusiera al columnista Marco Spinelli en el "agujero infernal
de donde vino" puesto que tenía un "serio desorden psicológico" en
tanto que "siempre" necesitaba "sentirse superior". La carta estaba
firmada por un tal "Fantasma Rojo" y, si bien se ha sospechado que pudo
ser escrita por Zodíaco, lo más probable es que no lo haya sido.
Después de esas cuatro cartas cuya
autoría aún resulta dudosa excepto en el caso de la primera, el silencio
volvió a surgir en torno a la figura de Zodíaco. Al menos hasta el año
1978.
El 24 de abril de 1978 el San Francisco Chronicle recibió una carta que
muy probablemente era de Zodíaco. El diario la publicó al día siguiente
de recibirla y en ella se podía leer:
- "Querido Editor: Zodíaco al
habla. Estoy otra vez con vosotros. Dígales a todos que estoy aquí, que
siempre he estado aquí. Ese cerdo citadino de Toschi es bueno, pero yo
soy más inteligente y a lo mejor él se cansará y me dejará en paz. Estoy
esperando una buena película sobre mí. ¿Quién hará mi papel? Ahora yo
lo controlo todo. Atentamente: adivínelo".
Asesinos en Serie ("El asesino del Zodiaco" [IX])

No pasó mucho tiempo antes de que el
neumático (la rueda) de Kathleen se aflojara, y entonces el sujeto, que
lo había tramado todo y estaba cerca, volvió y se ofreció para llevarla a
una estación de servicio. Ella accedió, abandonó su coche y se trepó en
el vehículo del desconocido, pero éste, pese a que ya habían pasado por
varias estaciones de servicio, no se había detenido en ninguna. Todo
parecía sugerir que el sujeto la había secuestrado. El viaje con aquel
extraño duró más de tres horas, llenas de silencio según contó Kathleen
Sin embargo en cierto punto del viaje el
conductor se detuvo en una intersección y entonces Kathleen pudo
escapar con su hija, corriendo a través del campo hasta hallar a un
hombre que las ayudó llevándolas al departamento de la Policía local, en
Paterson. Allí, en el departamento policial, ella vio un cartel con un
retrato robot de Zodíaco. Al parecer la chica no había visto antes el
supuesto rostro de Zodíaco en parte alguna y, en el momento en que lo
vio, se sorprendió porque, según dijo a los policías, ese era el hombre
que había intentado secuestrarla.
Tiempo después surgió una controversia
que aún se mantiene en relación a si realmente Kathleen estuvo o no con
Zodíaco. Dicha controversia parte de discrepancias como estas:
1)
algunos testigos afirman que el auto de Kathleen fue movido e
incendiado, mientras que otros afirman que nunca fue movido
2) Kathleen
le dijo al periodista Paul Avery que su secuestrador abandonó el auto
para bajarse y buscarla a ella y a su bebé con una linterna, pero
también Kathleen rindió dos testimonios ante la Policía y en cada uno de
ellos afirmó que el sujeto no se bajó del vehículo a buscarla a ella y a
su bebé. En todo caso, tiempo después Zodíaco envió una carta (más
adelante se verá) en la que afirmaba que él era el que había estado ese
22 de marzo con Kathleen; pero, pese a esto y en parte porque era
posible pensar que Zodíaco estuviese mintiendo, las dudas persistieron,
sobre todo a causa de las mencionadas inconsistencias sobre ciertos
puntos de lo sucedido.
Zodíaco siguió comunicándose durante 1970 a través de tarjetas postales y
cartas que mandaba a la Prensa. En una de esas cartas, enviada al San
Francisco Chronicle y fechada el 28 de abril de 1970, Zodíaco amenazó
con poner una bomba en un autobús si el periódico no publicaba
detalladamente sus escritos; y, además, expresó que quería ver que la
gente comenzara a usar "algunos agradables botones Zodíaco" con su
símbolo.
Pero el tiempo pasó y al parecer la gente no se tomó muy en serio al
asesino, de modo que no usaron sus “agradables botones Zodíaco”. Esto
molestó bastante a Zodíaco, por lo que el 26 de junio de 1970 envió otra
carta al San Francisco Chronicle:
- "Zodíaco al habla. Me he
disgustado mucho con la gente de la Bahía de San Francisco. No han
cumplido mis deseos de verlos usar mis agradables botones Zodíaco. Yo
prometí castigarlos aniquilando un autobús escolar repleto si no
cumplían. Pero ahora la escuela está cerrada por el verano, así que los
castigué de otra manera. Le disparé con una .38 a un hombre que estaba
sentado en un auto estacionado"
Asesinos en Serie ("El asesino del Zodiaco" [VIII])

Paul Lee Stine estaba parqueado cuando
lo llamaron para ir a la Novena Avenida. Era una noche bien iluminada,
había algo de niebla y el tráfico avanzaba con lentitud a causa de la
congestión. Al pasar por el restaurante Pinecrest un hombre robusto paró
el taxi. El hombre entró, se sentó atrás y le pidió a Stine que lo
llevara a la calle Washington y Maple en el barrio residencial de
Presidio Heights. Stine arrancó.
En la calle Washington había varias
mansiones a uno y otro lado. Ya en la intersección con Maple, el hombre
le pidió a Stine que avanzara otra cuadra más y Stine accedió para
finalmente detenerse entre dos árboles, cerca a la esquina de las calles
Washington y Cherry, delante de la casa número 3898 de la calle
Washington.
Una vez que se hubo detenido, el
corpulento pasajero le puso a Stine una pistola en la mejilla derecha y
le hizo un gancho en la garganta con el brazo izquierdo. Aterrado en los
segundos previos al disparo, Stine intentó en vano librarse levantando
la mano izquierda por encima de su hombro derecho. Sin demorar la
ejecución, "Zodíaco" le dio un tiro que le perforó cónicamente el cráneo,
fragmentándoselo en cuatro segmentos…
Después de eso, Zodíaco salió, entró de
nuevo por la puerta del conductor y se puso la cabeza de Stine en el
regazo mientras tomaba su cartera y le arrancaba un pedazo de camisa.
Tras eso huyó, dejando el taxi en el lugar del crimen.
Lo que Zodíaco no sabía es que tres
jóvenes lo habían visto desde la ventana del segundo piso de la casa que
estaba frente al taxi, al otro lado de la calle. A las 21:58 los
jóvenes llamaron a la Policía y hablaron de lo sucedido, describiendo al
asesino como un hombre blanco de 25 a 30 años de edad, complexión
robusta y el cabello cortado de cierta forma. El gran problema fue que,
por el nerviosismo que embargaba la comunicación, el operador de la
Policía anotó "adulto negro" en vez de "adulto blanco".
Con increíble velocidad y tras la breve y nerviosa llamada, una patrulla
policial que rondaba por el lugar se apareció en Washington y Cherry a
las 22:00. Ahí la patrulla se detuvo cuando, en medio de la oscuridad y
la niebla de aquella húmeda noche, vieron a un hombre robusto que
caminaba lentamente hacia Presidio. Los patrulleros Donald Foukes y Eric
Zelms llamaron con un grito al desconocido y le preguntaron si había
observado algo extraño o sospechoso, a lo que el hombre robusto
respondió diciendo con toda seguridad que había visto a un hombre que,
blandiendo una pistola, corría hacia el este por la calle Washington.
Los patrulleros tenían en mente que el criminal al que buscaban era un "adulto negro", tal y como erradamente había anotado el operador cuando
los jóvenes llamaron. Así pues, los patrulleros le creyeron al hombre
blanco y robusto de oscuras ropas y se fueron hacia el este por
Washington: nunca supieron que ese hombre era Zodíaco, el asesino que
buscaban. Se sabe también que no lo llamaron para que se acerque al
coche, que lo interrogaron breve y apuradamente y que no se fijaron en
la sangre que, disimulada por las tinieblas de la noche y el color
oscuro de su ropa, llevaba aquel hombre en su regazo. Después, cuando el
personal llegó (a las 22:55) a la escena del crimen, se interrogó a los
chicos y estos, ya más calmados, dejaron bien claro que el asesino no
era negro: era blanco. De ese modo y tras que Donald Foukes y Eric Zelms
supieron que el hombre al que dejaron ir era el asesino, en la Policía
de San Francisco surgió una enorme obsesión por el llamado "hombre
corpulento"
Justo el día siguiente al crimen,
Zodíaco envió al diario San Francisco Chronicle una carta que borraba
toda duda en cuanto a si él mató o no a Paul Stine:
- "Zodíaco al
habla. Soy el asesino del taxista en la esquina de Washington con Maple
ayer por la noche, para demostrado aquí está un trozo de su camisa
manchado de sangre. Soy el mismo hombre que mató a las personas de la
zona norte de la bahía. La Policía de S.F. me podría haber cogido ayer
de noche si hubiera registrado bien el parque en vez de hacer carreras
con sus motos a ver quién hacía más ruido. Los conductores de los coches
tendrían que haber aparcado el coche y quedarse esperando en silencio a
que yo saliera de mi escondite. Los escolares son buenos blancos. Creo
que una mañana me voy a cargar un autobús escolar. Dispararé a la rueda
delantera y luego liquidaré a los niños cuando salgan dando saltitos."
Junto a la carta citada estaba un trozo
de tela ensangrentada. Tras analizarlo, la Policía confirmó que la
sangre en el trozo de tela enviado era realmente sangre del taxista Paul
Stine.
Asesinos en Serie ("El asesino del Zodiaco" [VII])

Poniéndose por detrás de Bryan, Zodíaco
se arrodilló y le empezó a apuñalar la espalda mientras Cecilia
observaba aterrorizada e impotente con el rostro salpicado por la sangre
de Bryan. Cuando el asesino levantó el puñal para atacarla, Cecilia
reaccionó poniéndose boca arriba pero el asesino le hundió con rapidez
el puñal en el abdomen, luego se lo clavó en cada pecho, en la ingle y
nuevamente en el abdomen, y siguió así, hasta completar su símbolo (el
círculo tachado por la cruz) con veinticuatro puñaladas…
Ya satisfecho con su carnicería, Zodíaco
se paró, tiró el dinero y las llaves junto a los cuerpos de las
víctimas, se alejó caminando calmadamente de la escena del crimen y
después, cuando estaba en la carretera, se detuvo junto al auto de Bryan
y grabó en la puerta del copiloto su símbolo y abajo del símbolo este
mensaje:
"Vallejo 12 – 20 – 68/7 – 4 – 69/Sept 27 – 69 – 6:30/by knife".
Después desapareció. Entretanto Cecilia, bañada en sangre,
seguía viva y había recuperado la conciencia. Ambos pidieron socorro a
gritos y después Bryan se dio la vuelta para morder las cuerdas
(resbalosas de tanta sangre) que ataban las muñecas de Cecilia. Con las
manos libres Cecilia pudo desatarle las manos a Bryan y así ambos
podrían moverse a gatas, aunque el hecho fue que estaban tan heridos que
no tenían forma de hacer tal cosa y, si no hubiera sido porque un
pescador chino y su hijo pasaron por ahí y los escucharon gritar, ambos
hubiesen muerto.
Al ver la escena el pescador y su hijo pidieron ayuda y pronto llegaron
dos barcas de los guardabosques, quienes a su vez llamaron a la
ambulancia aunque ésta tardó casi una hora en llegar, tiempo este en el
que las víctimas hablaron lo que pudieron sobre lo sucedido, ya que su
estado era tan crítico que perdieron algunas veces el conocimiento y
Cecilia, que era la que peor estaba, pedía con insistencia que la
anestesien o le den algo para dejarla inconsciente. Una vez que llegó la
ambulancia, Cecilia y Bryan fueron trasladados exitosamente al
hospital, aunque una vez allí solo sobrevivió Bryan para contar los
detalles, ya que Cecilia estaba tan mal con esas veinticuatro puñaladas
que no pudo ser salvada ni con toda una noche de operaciones.
Mientras sus víctimas agonizaban, Zodíaco, que estaba ya lejos, llamó a
las 19:40 de la noche a la Comisaría de Napa. Dijo únicamente esto:
- "Quiero
dar parte de un asesinato; no, de un doble asesinato. Se encuentran
tres kilómetros al norte del cuartel general del bosque. Estaban en un
volskwagen Karmann Ghia blanco. Soy el que lo ha hecho".
Asesinos en Serie ("El asesino del Zodiaco" [VI])

Aquel día, a orillas del Lago Berryessa
(cerca de Napa, California), Cecilia y Bryan disfrutaban de un picnic
bajo la sombra de dos robles que, aislados del bosquecillo, crecían
sobre una península (en este caso, una parte de la orilla que sobresalía
y se adentraba un poco en el lago). Era de tarde, no había gente
alrededor y la brisa inundaba de frescura la serenidad del paisaje. Sin
embargo en medio de toda esa paz algo despertó una ligera inquietud en
Cecilia: a lo lejos, al otro lado del agua que rodeaba el lado derecho
de la península, se veía una silueta que, pese a presentarse borrosa por
la distancia, dejaba entrever que se trataba de un hombre corpulento de
cabello castaño. De momento el hombre desapareció metiéndose en un
bosquecillo, pero poco después salió del bosquecillo y empezó a caminar
lentamente hacia ellos
Atemorizada, Cecilia se había volteado y
veía que la figura estaba cada vez más cerca y que su aspecto no era
nada tranquilizante, aunque lo peor estaba por venir. Así, de pronto una
ráfaga de viento le metió polvo en el ojo y ella perdió de vista al
desconocido por un momento. Bryan, que estaba relativamente calmado, ni
siquiera se había preocupado por voltearse a ver qué hacía el extraño,
hasta que un ruido de hojas crujiendo le llamó la atención y entonces
notó que el extraño se había parado detrás del otro roble, ubicado a
unos seis metros a la derecha de Cecilia, quien tras breves instantes
acabó con la tranquilidad a la que Bryan había vuelto: “¡Dios mío, lleva una pistola!”,
exclamó ella y entonces Bryan, mirando por el rabillo del ojo, vio a la
izquierda una figura negra que los contemplaba en silencio.
En el breve lapso que estuvo parado
detrás del otro roble, el hombre corpulento se había puesto un traje que
mostraba con claridad qué era y a qué había venido. Su apariencia era
la de un verdugo. Tenía una capucha ceremonial negra y cuadrada, cosida
por los lados y plana en la parte de arriba. La capucha, que en la parte
de la cabeza apenas tenía aberturas para ojos (cubiertos por gafas) y
boca, le bajaba por los hombros, no tenía mangas y le cubría el pecho
con una pechera que, sobre el negro de la tela, tenía grabado en blanco
un círculo tachado con una cruz griega cuyas puntas sobresalían del
círculo. Aparte, el hombre llevaba mangas largas atadas en las muñecas,
pantalones metidos en las botas, una especie de cuchillo de cómo 30cm en
el costado izquierdo, una pistolera con la tapa abierta en el costado
derecho y, por debajo de la cazadora, se veían sobresalir puntas de
varias cuerdas de plástico blanco.
La figura tenía el brazo derecho extendido, apuntando con una pistola de
color azul metálico. Se aproximaba hacia ellos con lentitud, como
diciéndoles así que escapar era imposible. Ya bien cerca de ellos, que
hasta el momento no se habían movido por el miedo que los consumía, la
figura misteriosa habló con una voz monocorde que no era ni aguda ni
grave, que denotaba tranquilidad y que parecía pertenecer a un hombre de
entre veinte y treinta años.
- "Quiero el dinero y las llaves del coche. Quiero el coche para ir a México",
dijo la figura y Bryan le dio las llaves y el poco dinero que tenía,
ante lo cual el encapuchado se guardó el dinero, tiró las llaves y se
guardó la pistola. Bryan entonces le dijo que no tenía dinero, que no lo
seguiría y que si necesitaba ayuda lo podía ayudar de otra forma, pero
recuerda que el encapuchado le respondió algo como:
- "No. Tengo poco
tiempo. Soy un preso fugado de Der Lodge, en Montana. Maté a un guardia
de la cárcel. Tengo un coche robado y nada que perder. Estoy totalmente
sin dinero. No te hagas el héroe conmigo. No intentes coger la pistola".
Después, apuntando con el cuchillo, el encapuchado sacó cuerda blanca y
le ordenó a Cecilia que atase a Bryan, tras lo cual, una vez atado
Bryan, él ató a Cecilia y apretó los nudos de Bryan para cerciorarse de
que éste no huyera.
Asesinos en Serie ("El asesino del Zodiaco" [V])
Donald Gene Harden tenía 41 años, era
profesor de Historia y Economía en el instituto North Salinas y adoraba
descifrar claves desde que era un niño. Él había leído las cartas que el
asesino obligó a publicar a los tres diarios y, siendo un domingo de
mañana en el que no tenía nada qué hacer, optó por recurrir al
criptograma de Zodíaco para huir del aburrimiento. Entonces tomó su
viejo manual de Criptografía y puso a trabajar sus neuronas. Tras mucho
cavilar, concluyó que se encontraba frente a una "clave de sustitución",
donde cada letra del alfabeto era sustituida por un símbolo, una letra o
una figura. La dificultad radicaba en que el asesino había utilizado
tantos y tan variados símbolos que era prácticamente imposible sustituir
uno por uno, por lo que el profesor Harden tuvo que idear su propio
método para hallar elementos iguales, patrones y relaciones.
Aparentemente no había manera de saber el orden entre las diversas
partes del mensaje o las interrupciones entre las palabras que el
mensaje cifrado representaba. Estuvo así tres horas trabajando
intensamente sin descifrar el mensaje, hasta que la curiosidad de su
esposa Betty June Harden fue despertada y ella se unió en la búsqueda de
la solución. Con el aporte de Betty las cosas empezaron a marchar más
rápidamente pero aún así la noche llegó sin que el misterioso código
fuera descifrado. En aquellos momentos Donald se sentía cansado y
deseaba dejar la tarea para el día siguiente, pero la obsesión y la
ansiedad de Betty por descifrar el código eran tales que ésta siguió
trabajando sola por cierto tiempo hasta que Donald se contagió del
interés y se decidió a acompañarla. Entre las diversas hipótesis
formuladas en el trabajo indagatorio de la pareja, una que resultó
válida y de importancia determinante fue aquella que, suscitada en parte
por la intuición psicológica, formuló Betty en relación a lo que debía
ser el inicio de mensaje cifrado: a saber, Betty creía que el asesino,
al igual que tantos otros asesinos seriales, debía ser tan egocéntrico
como para iniciar el mensaje con un "yo", y además, casi de seguro la
primera frase sería algo como "me gusta matar". En efecto, todo comenzó a
marchar mejor cuando se probó con "I like killing people" como
frase inicial. A su vez, mientras avanzaban los Harden vieron que la
perversidad intelectual del asesino era tal que había hecho cosas como
estas: escribir el símbolo de la Q al revés para hacer pensar que era
una E, cometer faltas ortográficas que casi seguramente eran
intencionales, emplear siete símbolos distintos (mediante un sistema de
rotación) para la E y hacer que dos símbolos puedan ser la A o la S
indistintamente. Adicionalmente a eso, al parecer el asesino había
aplicado mal su propia clave en ciertos puntos del mensaje, lo cual
también podría ser intencionado. Pese a tantas dificultades, tras veinte
horas de trabajo los Harden llegaron a la conclusión de que la casi
totalidad (nunca pudieron descifrar la última parte) del mensaje debía
ser literalmente (en inglés y con las faltas ortográficas que cometió el
asesino) así:
- "I LIKE KILLING PEOPLE BECAUSE IT IS SO MUCH FUN IT
IS MORE FUN THAN KILLING WILD GAME IN THE FORREST BECAUSE MAN IS THE
MOST DANGEROUE ANAMAL OF ALL TO KILL SOMETHING GIVES ME THE MOST
THRILLING EXPERENCE IT IS EVEN BETTER THAN GETTING YOUR ROCKS OFF WITH A
GIRL THE BEST PART OF IT IS THAE WHEN I DIE I WILL BE REBORN IN
PARADICE AND THEI HAVE KILLED WILL BECOME MY SLAVES I WILL NOT GIVE YOU
MY NAME BECAUSE YOU WILL TRY TO SLOI DOWN OR ATOP MY COLLECTIOG OF
SLAVES FOR MY AFTERLIFE EBEORIETEMETHHPITI". ("Me
gusta matar gente porque es muy divertido. Es más divertido que cazar
animales salvajes en el bosque porque el hombre es el animal más
peligroso de cazar. Algo hace que sea la experiencia más emocionante, es
incluso mejor que coger con una chica. Lo mejor es que cuando muera
renaceré en el paraíso y los que he matado serán mis esclavos. No diré
mi nombre porque intentarían reducir o parar mi colección de esclavos
para el más allá EBEORIETEMETHHPITI".
Una vez descifrado el código, Donald Harden llamó al director en horario
nocturno del San Francisco Chronicle y le informó que había resuelto el
misterio, sin embargo la reacción del director fue desmotivadora y poco
entusiasta ya que muchos otros habían mandado sus supuestas soluciones,
por lo cual Harden tuvo que enviar por correo la solución para que
ésta, junto con las demás supuestas soluciones, fueran a parar al
sargento Lynch, quien se encargaría de mandar todo eso a profesionales
capaces de determinar si las supuestas soluciones eran adecuadas.
Sorprendentemente, los expertos de Inteligencia Naval examinaron el
proceso que los Harden habían seguido y concluyeron que la solución era
correcta. De hecho, tan perfecto era el proceso de los Harden que su
solución se publicó y pasó a convertirse en la interpretación oficial e
indiscutida de la parte del mensaje que consiguieron interpretar, cosa
que jamás sucedió con la secuencia de letras “EBEORIETEMETHHPITI”,
secuencia sobre la cual se han formulado múltiples hipótesis pero
ninguna ha triunfado como respuesta segura e indiscutible.
Asesinos en Serie ("El asesino del Zodiaco" [IV])

Al final, la identidad de quienes
descifrarían los códigos sorprendería a los expertos de la Inteligencia
Naval, la CIA y el FBI. Entretanto ya el jefe de la Policía de Vallejo,
Jack E. Stiltz, se había encargado de solicitar públicamente al autor de
las tres cartas que mandara otra carta con más datos para demostrar que
él era el asesino. La respuesta fue escalofriante y llegó con prontitud
el 4 de agosto de 1969, apenas tres días después de las cartas
dirigidas a los diarios. Allí, en estas nuevas cartas, el asesino
revelaba que su identidad estaba en los códigos anteriores y daba
detalles de los crímenes que solo él podía conocer, detalles sobre cuya
veracidad la Policía tenía certeza, detalles que se habían reservado y
no habían sacado a la luz… Además, por primera vez el asesino se
autodenominaba como "Zodiaco", tal y como se ve en este fragmento de la
carta (de 3 páginas en su totalidad) dentro del cual está incluido el
inicio:
- "Estimado director, Zodíaco al habla. Respondiendo a su
petición de más detalles sobre lo bien que me lo he pasado en Vallejo,
estaré encantado de darle más material. Por cierto, ¿se está divirtiendo
la Policía con el mensaje cifrado? Si no, dígales que se animen; cuando
lo descifren me tendrán. Con respecto al 4 de julio: no abrí la puerta
del coche, la ventanilla ya estaba bajada. El chico al principio estaba
en el asiento delantero cuando empecé a disparar. Cuando le disparé por
primera vez a la cabeza, se echó hacia atrás al mismo tiempo y así me
estropeó el tiro. Terminó en el asiento de atrás, luego en el suelo
agitando muy violentamente las piernas; por eso le disparé en la
rodilla. No me marché del escenario del crimen derrapando a toda
velocidad como han dicho los periódicos de Vallejo. Me fui lentamente
para que mi coche no llamara la atención. El hombre que le dijo a la
Policía que mi coche era marrón, era un negro de unos 40-45 años vestido
de manera andrajosa. Yo estaba en una cabina telefónica divirtiéndome
con el poli de Vallejo mientras él pasaba. Cuando colgué el teléfono, el
puto aparato se puso a sonar y eso hizo que él se fijara en mí y en mi
coche. Las Navidades pasadas: En ese episodio la Policía se preguntaba
cómo podía acertar a mis víctimas disparando en la oscuridad. No lo
dijeron abiertamente, pero lo dieron a entender diciendo que había mucha
luz esa noche y que yo podía ver siluetas en el horizonte. Una idiotez,
esa zona está rodeada de colinas y árboles altos. Lo que hice fue pegar
una linternita fina al cañón de mi pistola. Si se fijan, en el centro
del rayo de luz, si lo dirigen a una pared o un techo, verán un punto
oscuro o negro en el centro del círculo de luz a unos siete o quince
centímetros de distancia. Cuando está pegado al cañón de una pistola, la
bala da directamente en el centro del punto negro de la luz. Yo sólo
tuve que acribillar a balazos. No hacía falta destreza".
Entre
otras cosas, en la citada carta Zodíaco había escrito que “le tendrían”
cuando descifrasen el código. No sabía que su código ya había sido
revelado casi por completo por los Harden, una brillante pareja. Sin
embargo, lo poco que faltaba por descifrar impedía aún conocer su
identidad.
Asesinos en Serie ("El asesino del Zodiaco" [III])

No contento con el crimen de Michael y Darlene, esa misma noche el "Asesino del Zodíaco" acudió, a las 00:40 am, a una cabina telefónica ubicada a poca distancia del lugar al cual llamaba: la Comisaría de Vallejo. La telefonista Nancy Slover, que fue quien le respondió, contó que la voz del asesino era regular, carente de acentos y altibajos, a la vez que suave pero enérgica. Las palabras iniciales del asesino fueron estas: "Quiero informar de un doble asesinato. Si recorren un kilómetro y medio en dirección este por la avenida Parkway hasta el parque público, encontrarán a dos jóvenes en un coche marrón". Impresionada, Nancy intentó interrumpirlo para sacarle datos pero el asesino habló más fuerte y siguió hasta concluir en un matiz grave y provocador con las siguientes palabras: "Han sido abatidos con una Luger de 9 milímetros. También maté yo a los chicos del año pasado. Adiós"
Entretanto Dean, el esposo de la fallecida Darlene, acababa de salir del Caesar’s Palace (ahí trabajaba) y se dirigía a su casa junto con algunos colegas y unas cuantas botellas adecuadas para celebrar el 04 de julio. Al llegar, Dean vio que Darlene no estaba y poco después el teléfono sonó a las 01:30 de la madrugada. Un amigo de Dean contestó la llamada pero solo escuchó unos jadeos. Lo mismo sucedió con los padres de Dean, quienes quince minutos después recibieron una llamada en la que solo escucharon jadeos. Finalmente el teléfono volvió a sonar en casa de Dean y los jadeos volvieron a oírse. Dean habría querido que se trate de algún bromista, pero los policías que llegaron a su casa, poco después de los jadeos en el teléfono, le informaron que su querida e infiel esposa había sido asesinada, quedando así claro que aquellos angustiantes jadeos debían pertenecer al asesino de Darlene
Las primeras cartas del misterioso asesino aparecieron un viernes 01 de agosto de 1969, fueron casi idénticas entre sí y tuvieron por destinatarios a tres periódicos: The San Francisco Examiner, San Francisco Chronicle y Vallejo Times-Herald. En cada una de esas cartas el remitente se adjudicaba los ataques a los cuatro adolescentes, daba detalles de esos ataques, incluía una sección escrita en lenguaje cifrado y firmaba con el signo que habría de caracterizarlo: el círculo tachado por la cruz.
Pero el asesino no solo quería informar
sobre sus crímenes: quería protagonismo, exigía atención y su forma de
hacerlo no era nada amable: cada periódico debía publicar la carta que
había recibido ese mismo viernes por la tarde. De lo contrario las
consecuencias serían graves: doce personas, elegidas al azar, morirían
ese mismo fin de semana.
Evidentemente cabía la posibilidad de
que se tratara de algún farsante ansioso de protagonismo; pero, con las
muertes que ya se habían dado supuestamente a manos del remitente de
esas cartas, los diarios no podían arriesgarse a dejar que muera gente
inocente. Aunque también la publicación de esas cartas era conveniente
para los diarios ya que representaba la oportunidad de, sin riesgo a ser
mal vistos, brindar una noticia sensacionalista con gran potencial de
trascendencia. Por todo eso las cartas se publicaron (aunque no
íntegramente por pedido de la Policía) y así comenzaron los intentos por
desentrañar el sentido de los mensajes cifrados que el asesino había
incluido en sus comunicados.
.
Asesinos en Serie ("El asesino del Zodiaco" [II])

Fue un viernes 5 de julio de 1969 cuando
Darlene Elizabeth Ferrin de 22 años y Michael Renault Mageau de 19
fueron atacados por el "Asesino del Zodíaco".
Era un "secreto a voces" el hecho de que
Darlene fuera una esposa infiel que tenía varios amantes, uno de los
cuales era Michael Mageau. Aprovechando el 04 de julio, Darlene había
quedado en salir con Michael.
No faltaba mucho para la media noche
cuando Darlene llamó a la niñera y le preguntó si podía quedarse más
tiempo con su hija Dena, ya que ella tenía que salir de nuevo,
supuestamente para comprar los fuegos artificiales que su esposo le
había pedido. La niñera aceptó y Darlene fue a recoger a Michael para ir
a pasar "un buen rato" cerca del campo de golf de Blue Rock
Springs, lugar donde por las noches era frecuente observar autos
estacionados con parejas engolosinadas.
No obstante, apenas pasado un rato desde
que la pareja arrancó rumbo a Blue Rock Springs, de entre las sombras
de la calle arbolada surgió un vehículo que empezó a seguirlos con
inquietante insistencia.
Eran aproximadamente las 23:55 de la
noche y el coche persecutor los seguía a gran velocidad. Darlene giró
varias veces para despistar al coche pero el "Asesino del Zodíaco" era
demasiado hábil como para dejar ir a sus jóvenes presas. A pesar de eso
Darlene consiguió llegar al campo de golf de Blue Rock Springs, mas a
causa del nerviosismo que la embargaba chocó contra un tronco de árbol y
el auto se apagó, quedándose estancado a unos veinte metros de la
entrada al campo de golf. Normalmente hubiese habido otras parejas en
sus coches, pero esa noche era 4 de julio y la gente festejaba en
familia, por lo que los dos jóvenes adúlteros eran los únicos en medio
de aquel oscuro y extenso lugar.
Solos, en medio de la noche, Darlene y
Michael vieron que el auto persecutor se aproximaba y se estacionaba a
la izquierda, a unos dos metros y medio. Era como si la muerte se
hubiera estacionado a su lado, anunciando así su proximidad. Por un
momento la pareja sintió un gran e ilusorio alivio al ver que, tras un
momento, el auto intimidante se había marchado a toda velocidad. Pero,
transcurridos unos cinco minutos, el coche acosador volvió, parqueándose
esta vez en tangente por detrás de ellos, justo como hacían los
vigilantes de tránsito para bloquear el paso
De pronto una luz brillante e intensa los iluminó desde el otro
vehículo. Momentáneamente Michael y Darlene se tranquilizaron creyendo
que se trataba de algún policía. El sujeto salió del auto y fue hacia
ellos, acercándose hacia el lado del copiloto ya que la ventana de ese
lado estaba con el vidrio bajado. La luz apuntó al rostro de Michael y
seguidamente se oyó el primer disparo de los cinco que hirieron
gravemente a Darlene y Michael, quien cometió el error de gritar de
dolor después de que el Asesino del Zodíaco hubiese emprendido la marcha
de regreso a su auto. Así, al escuchar el grito de Michael, el asesinó
se volvió y dio cuatro tiros más: uno que falló, dos que acabaron con la
vida de Darlene y un último tiro que hirió a Michael.
Asesinos en Serie ("El asesino del Zodiaco" [I])

De este modo, debido a que su identidad
se desconoce, es todavía imposible plantear una biografía del asesino.
Todo lo que se sabe de él es que es un hombre alto, grueso y corpulento,
con anteojos, que tendría entre 20 y 30 años al momento de cometer sus
crímenes. También es sabido que posee una gran inteligencia, que casi
seguramente es un aficionado a asuntos astrológicos, que conoce de
códigos y Criptografía, que tiene un alto grado de egocentrismo y, al
igual que muchos otros asesinos seriales, disfruta obteniendo
protagonismo y sembrando temor en los demás.
Así pues y ya que no hay una historia
biográfica que contar, lo más propicio en el caso de éste asesino será
exponer su pequeña pero magistral carrera criminal, no sin antes
advertir que, las historias que verán sobre los crímenes cometidos por
el Zodíaco, son todas ellas reconstrucciones elaboradas en base a
testimonios y a otros elementos de juicio hallados en el curso de las
investigaciones efectuadas por detectives, policías, criminalistas y
demás expertos.
Fue un 20 de diciembre de 1968 el día en que tuvo lugar el ataque a Betty Lou Jensen de 16 años y David Arthur Faraday de 17.
Al comienzo, Betty y David estaban
juntos en los asientos delanteros del auto de David, estacionados en
algún camino apartado de la carretera conocida como Herman Road ("Este de
Vallejo", California). Era de noche, la calefacción estaba encendida y
los asientos reclinados en ángulo de 45. A unos pocos metros del auto
yacía la puerta 10 de la estación de bombeo del Lago Herman. La única
luz que caía en aquel claro era la luz de la luna, frecuente testigo de
las parejas que iban a aquel lugar para fumar marihuana, beber cerveza y
hacer otras cosas. Pero aquella escapada romántica entró al
preludio de su final cuando a eso de las 23:05 otro coche pasó por la
curva que estaba cerca del auto de David y, en lugar de seguir su
camino, se aparcó a unos dos metros. El conductor de aquel auto vestía
un anorak (un tipo de chaqueta pesada con capucha) oscuro y llevaba
gafas, detalle ciertamente inquietante puesto que era de noche. Pasados
unos minutos, el extraño bajó la ventanilla de su coche y solicitó a
Betty y David que se bajaran del auto. Ambos se negaron a satisfacer la
sospechosa petición y fue entonces cuando el corpulento desconocido
salió de su coche, sacó una pistola de su anorak, se acercó a la pareja
y, tras mirarlos fijamente un momento, comenzó a acecharlos dándole
vueltas al auto. La situación era aterradora, en parte
porque la ventana del copiloto (la de Betty) estaba abierta. Súbitamente
el silencio se quebró cuando el hombre del anorak oscuro rompió la
ventana posterior derecha de un tiro, tras lo cual dio otro tiro más en
la rueda posterior izquierda. Llenos de pánico los jóvenes se apiñaron
del lado del copiloto. El corpulento extraño corrió pero Betty ya había
logrado salir del vehículo, por lo que momentáneamente se limitó a meter
el brazo por la ventana abierta y a ponerle a David la pistola en la
oreja. Entonces apretó el gatillo y la bala atravesó horizontalmente la
cabeza de David, salpicando de sangre todo el coche a la par que Betty
lanzaba un alarido de horror sabiendo que aquel sonido era sinónimo de
muerte
.
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