Gonzalo
Fernández de Heredia y de Bardají, nacio Mora de Rubielos (Teruel) en 1450 - muere en Valls (Tarragona), el 21 de noviembre de 1511. Fue Obispo de Barcelona (1478 a
1490); Arzobispo de Tarragona (1490 - 1511) y President de la Generalitat de Catalunya (1504 hasta 1506).Había
sido obispo electo de Segorbe y nombrado obispo de Barcelona el 8 de
junio de 1479. Estuvo en Roma en calidad de embajador del rey Ferran
"el Católic", y fue en este periodo cuando Inocencio VIII lo nombró
arzobispo de Tarragona, el 13
de junio de 1490. Con motivo de la elección de Alejandro VI, fue
nombrado capitán de la guardia de palacio y, posteriormente, el papa lo
designó gobernador de la ciudad. Por
intercesión de los Reyes Católicos, abandonó la Curia Romana en 1494
para ir a residir en Nápoles como consejero de la reina Juana de Aragón,
viuda de Ferran I de Nápoles. El 21 de junio de 1500 volvió para hacerse cargo de su Iglesia, si
bien vivió en el monasterio de Escornalbou, la Selva del Camp y Valls.Fue nombrado presidente de la Generalitat el 11 de marzo de 1504 por
la muerte repentina de Ferrer Nicolau, cargo que ocupó el resto del
trienio hasta el 1506.
martes, 29 de marzo de 2016
Presidents de la Generalitat (Ferrer Nicolau de Gualbe)
Ferrer Nicolau de Gualbes i Desvalls, ¿? - 1 de marzo de 1504, en Barcelona. Canónigo de la Catedral de Barcelona; Presidente de la Generalitat de Catalnya (1503-1504), arcediano del Vallès. Fue nombrado presidente de la Generalitat el 22 de julio de 1503.
Hijo de una familia importante de Barcelona, fue doctor en decretos. Vivía en Roma trabajando por la cancillería de Sixto IV cuando en 1479 el rey Fernando el Católico lo nombró su consejero y volvió a Barcelona.
Fue un participante activo en la negativa a la contribución eclesiástica a las imposiciones de la ciudad, llegando a protagonizar disturbios en la plaza de Santiago en 1484.
Hijo de una familia importante de Barcelona, fue doctor en decretos. Vivía en Roma trabajando por la cancillería de Sixto IV cuando en 1479 el rey Fernando el Católico lo nombró su consejero y volvió a Barcelona.
Fue un participante activo en la negativa a la contribución eclesiástica a las imposiciones de la ciudad, llegando a protagonizar disturbios en la plaza de Santiago en 1484.
Presidents de la Generalitat (Alfons d'Aragó)
Alfons d'Aragó, nació en Valencia 1455- muere en Tarragona el 26 de agosto de 1514. Obispo de Tortosa (1475-1512); President de la Generalitat de Catalunya (1500-1503), arzobispo de Tarragona (1513 a 1514).Era hijo bastardo del homónimo Alfons d'Aragó, conde de Ribagorza y primer duque de Villahermosa y Extienda Conejo. Era hermano de Joan de Aragón, president de la Generalitat en el período 1512 hasta 1515.Fue nombrado obispo de Tortosa por Sixto IV en 1475 cuando tenía veinte años. Juró el cargo el 19 de julio de 1476 ante Pero Ximénez de Urrea, arzobispo de Tarragona. Ausente casi de forma continuada de su obispado, desde 1485 residirá
habitualmente en Valencia, donde construye su residencia, en la que cual
concederá fuero territorial para poder administrar el obispado. Es nombrado presidente de la Generalitat el 22 de julio de 1500. En 1513, y por intercesión de su tío Ferran "el Católic", sustituyó a
Gonzalo Fernández de Heredia, fallecido en 1511, al frente del
arzobispado de Tarragona. Tuvo un mandato corto, ya que murió el 26 de agosto de 1514.
Asesinos en Serie (Peter Sutcliffe [VII])

Para no cometer algún error en los
siguientes procedimientos, comenzaron por colectar la evidencia forense
directamente del hogar de Sutcliffe. A las 9.30 a.m. del domingo 4 de
Enero ingresaron los oficiales y recolectaron martillos, navajas y
cuchillos y condujeron a Sonia a los cuarteles de Bradford, donde se le
sometió a un interrogatorio de alrededor de 13 horas seguidas. Un
ejército de oficiales comenzó a recolectar toda la información posible
acerca de los movimientos de Peter durante los 5 años anteriores.
Entrevistaron a compañeros de trabajo, antigüos empleadores y a vecinos.
La evidencia más incriminante fue
aportada por Sonia cuando declaró que Sutcliffe había llegado como a las
10 p.m. el día del ataque de Theresa Sykes, mientras que él decía haber
llegado a las 8 p.m. Esta discrepancia de dos horas, tiempo suficiente
para cometer un crimen como los del destripador, derrumbaba la coartada
de Sutcliffe. El domingo por la mañana Sutcliffe comenzó a perder la
calma que sorprendentemente había mantenido durante las pasadas 40 horas
de encierro. Para ese entonces la Policía ya estaba segura de tener al
hombre correcto en sus manos. Poco antes de las 3 de la tarde, Sutcliffe
fue informado que ya habían encontrado el martillo. Hasta entonces no
admitió ser el destripador de Yorkshire. Luego siguieron mas de 20 horas
de grotescas confesiones, mismas en que el asesino no mostró casi
ninguna emoción salvo cuando llegaron a discutir el caso de Jayne
MacDonald y el de una mujer llamada Joan Harrison de quien el
destripador negó enfáticamente responsabilidad alguna sobre su muerte.
Después de terminar de soltar la sopa, pidió solo una cosa al detective
Oldfield: ser él quien informara de todo a su esposa Sonia.
La solicitud le fue otorgada. Una vez
que estuvo debidamente registrada la confesión de Sutcliffe, la Policía
convocó a una conferencia de prensa a la que asistieron más de 80
reporteros y soltó la noticia acerca de la captura del destripador de
Yorkshire.
Una vez incriminado y ante el juez, Sutcliffe respondió la pregunta más
importante que todo mundo se formulaba hacía desde 5 años ya ¿por qué lo
había hecho? Entonces dijo que en 1967, cuando tenía 20 años y
trabajaba en el cementerio, escuchó una voz cuando cavaba en la tierra.
La voz lo fue guiando hasta una tumba, con una cruz donde estaban unas
palabras escritas en polaco. Ahí la voz le ordenó asesinar prostitutas.
El hecho de que Sutcliffe estuviera loco implicaba que purgaría pena y
tratamiento en una institución mental. Eso implicaba que Sutcliffe no
podría ser juzgado por sus crímenes, porque se invocaría la figura de
responsabilidad limitada. Estudios clínicos posteriores indicaron que
Sutcliffe padecía de esquizofrenia paranoide, pero el juez Justice
Boreham consideró inadmisible que Sutcliffe no fuera debidamente juzgado
por sus asesinatos y no hizo caso ni de la Policía, ni de Sutcliffe ni
de nadie más, porque el acusado fácilmente podía haber mentido. Además
se decía que Sonia le había recomendado hacerse el loco porque así
estaría mucho menos tiempo preso. Así que decidió que Sutcliffe fuera
juzgado por sus actos e instruyó al jurado para que entendieran que era
preciso conocer si Sutcliffe sabía lo que hacía y si era culpable. El
juicio duró únicamente 14 días con el resultado obvio. Los miembros del
jurado consideraron que Sutcliffe no estaba loco, pero que sí era un
asesino sádico, culpable de 13 homicidios.
Por fin tras 5 años de terror, el
público inglés respiraba aliviado. Las familias de las víctimas por fin
encontraron justicia y conocieron al culpable de la desaparición de sus
seres queridos. Para las víctimas que sobrevivieron no fue de gran ayuda
el encarcelamiento de Sutcliffe, que en nada les devolvió la vida que
las cicatrices del ataque les arrebató el día que se cruzaron por el
camino del Destripador de Yorkshire.
El día de hoy Sutcliffe continúa
internado en el hospital de enfermos mentales peligrosos de Broadmoore. A
la fecha ha sido atacado por otros internos y presos 3 veces. El
primero en atacarlo fue James Costello en la prisión de Parkhurst en
1983. El segundo fue Paul Wilson, quien con unos audífonos intentó
ahorcarlo en 1996. Y el tercero Ian Kay, peligroso ladrón y asesino que
intentó clavarle una pluma por el ojo en 1997. A la fecha los familiares
de Sutcliffe intentan moverlo de Broadmoore por razones de seguridad.
También está muy difundido el hecho de que Sutcliffe recibe a la semana
hasta 30 cartas de admiradoras. Hace muy poco tiempo Sonia completó el
trámite de divorcio. Este mismo año fue acusado de entorpecer la
justicia John Humble, conocido como Wearside Jack, quien es
responsabilizado de enviar las cartas y la cinta asegurando ser el
destripador de Yorkshire. En el año 2012 se cumplirán 31 años de
encierro para Sutcliffe, y es posible que alcance libertad condicional.
Aunque eso es poco probable.
fuente: http://asesinatoserial.net/
.Asesinos en Serie (Peter Sutcliffe [VI])

Justo en esos momentos los oficiales
Robert Ring y Robert Hydes patrullaban la avenida cuando vieron el Rover
color café de Sutcliffe e inmediatamente adivinaron de qué se trataba y
bajaron de su patrulla a investigar a la parejita. Sutcliffe dijo
llamarse Peter Williams y ella dijo ser su novia. Sin embargo el oficial
Ring la reconoció como una prostituta acusada previamente, así que la
hizo entrar a su patrulla. Súbitamente Sutcliffe dijo que necesitaba
orinar y lo dejaron ir hacia un tanque que se ubicaba cerca. En ese
momento Sutcliffe colocó sus armas en una esquina y confío en que los
policías no hubieran escuchado el ruido que provocó su martillo al tocar
el suelo. Mientras tanto los policías solicitaron a la central que se
verificaran el número de las placas del Rover de Sutcliffe. Para su
sorpresa el despachador les indicó que correspondían a un vehículo
Skoda. Confrontado con este hecho Sutcliffe admitió que había robado las
placas en un depósito de autos chatarra y que mintió acerca de su
verdadero nombre porque no deseaba que su esposa se enterara que había
estado con prostitutas. A fin de cuentas ambos fueron detenidos y
puestos en celdas separadas. La esposa de Sutcliffe fue notificada que
su esposo no llegaría esa noche a casa. Como el robo de las placas de
auto correspondía a otra jurisdicción, al día siguiente un oficial iría
por el sospechoso para trasladarlo a la estación de policía de Dewsbury.
Una vez ahí Sutcliffe se deshizo de otra
navaja que guardaba consigo, la escondió en el depósito de agua del
baño. A las 9 de la mañana Sonia fue informada de que Sutcliffe era
interrogado en relación al robo de unas placas. En ese momento los
oficiales notaron que las señas particulares del detenido se parecían en
mucho a las reportadas en el caso del destripador. También se dieron
cuenta que tenía los dientes incisivos separados. Ese detalle era
conocido con más detalle por las fuerzas policiales. Mientras era
observado cuidadosamente Sutcliffe platicaba con los oficiales de su
trabajo como camionero y de como había viajado de aquí y allá incluyendo
áreas donde el destripador había golpeado. A pesar de que su actual
Rover no estaba listado como sospechoso, Sutcliffe cometió el error de
mencionar su viejo Corsica color blanco con techo negro.
Las nuevas directivas establecidas para la pronta captura del
destripador incluían la obligación de reportar a la fuerza de tarea
encargada del caso cualquier incidente sospechoso que involucrara
prostitutas y conductores. Y así se hizo en este caso. Oficiales
encargados de la investigación pronto se presentaron en Dewsbury para
interrogar con más calma a Sutcliffe. Sin embargo cuando el oficial Ring
regresó al día siguiente para trabajar su turno nocturno y fue
informado de que Sutcliffe aún continuaba detenido y que detectives
adscritos al caso del destripador lo vigilaban, adoptó una decisión que
resultaría crucial para resolver el caso. Cuando detuvieron a Sutcliffe y
éste pidió permiso para ir al baño, recordó haber escuchado un sonido y
pensó que tal vez había soltado algo en el lugar. Inmediatamente se
trasladó al lugar y, al alumbrar el lugar donde había supuestamente
orinado Sutcliffe, descubrió un martillo y un cuchillo.
Asesinos en Serie (Peter Sutcliffe [V])

Por un descuido, casi es descubierto
Peter Sutcliffe. En Abril de 1980 se le ocurrió embriagarse y fue
detenido por la Policía cuando fue visto manejando erráticamente. La
pena por esa infracción podía provocar la pérdida de su licencia de
manejo. Eso implicaba no más visitas a la chica de Glasgow. Para gran
fortuna de Sutcliffe los datos relativos a este incidente no fueron
cruzados con los bancos de datos dedicados al destripador de Yorkshire, a
pesar de que había instrucciones precisas de investigar cualquier
incidente de tránsito ocurrido cerca de las zonas rojas de Yorkshire.
Antes de asistir a su audiencia programada para Enero de 1981, Sutcliffe
atacó a sus cuatro últimas víctimas comenzando por Marguerite Walls y
terminando con Jacqueline Hill.
Después del asesinato de la señorita
Hill, la clase media británica montó en cólera por la falta de
resultados en las investigaciones. Hasta las feministas salieron a las
calles a protestar en una marcha muy concurrida. Entonces la Policía
recibió miles de cartas anónimas con información de posibles pistas y
sospechosos. Entre las cartas 7,000 anónimas, iba la del amigo de
Sutcliffe, Trevor Birdsall, quien desde el crimen contra Olive Smelt
guardaba sospechas, pero había pasado el tiempo y continuaba pensando
que Peter era incapaz de matar a alguien. Dos semanas después de enviar
su carta anónima, Birdsall se presentó a la Policía y llenó con un
oficial un reporte. Los datos fueron ingresados al sistema pero el
tiempo siguió corriendo sin que nada ocurriera, Birdsall pensó que la
Policía había investigado su reporte y que nada malo había con
Sutcliffe. La realidad era que la Policía estaba sepultada de trabajo
revisando y procesando información que se había acumulado tras 5 años de
investigaciones. La carta y el reporte de Birdsall no llegaron a tiempo
a las manos de los principales detectives del caso.
El detective George Oldfield era el encargado de la investigación pero a
falta de resultados y tras sufrir una serie de 3 infartos fue
sustituido por el señor Jim Hobson, quien ordenó en un mensaje publicado
a plana completa en el periódico que toda la Policía se enfocara en la
búsqueda y aprehensión del destripador de Yorkshire. Este llamado de
atención resultó a la postre fundamental pues en él establecía que, si
bien se buscaba una persona de marcado acento, no debía ser descartado
lo contrario. Otras directivas publicadas se referían al tipo sanguíneo y
otros detalles.
Asesinos en Serie (Peter Sutcliffe [IV])

En su trabajo de camionero Peter
Sutcliffe era considerado uno de los más puntuales y eficientes
empleados de su empresa. Sus compañeros pensaban que era un hombre muy
reservado pero que se expresaba crudamente cuando de mujeres y sexo se
hablaba. Hay que hacer notar que la Policía interrogó muchas veces a
Sutcliffe, una de ellas debido a que las placas de su automóvil habían
sido registradas en una de las zonas rojas del área. La explicación que
ofreció fue que por causa de su trabajo debía cruzar constantemente esas
zonas de la ciudad. Las autoridades habían instruido a todos los
oficiales que memorizaran una serie de pistas que se conocían respecto
al asesino. Pero increíblemente los oficiales, que por cualquier causa
interrogaban a Sutcliffe, jamás revisaban los puntos acordados.
Simplemente fallaban en reconocer que tenían al asesino en frente.
Pero hubo una situación que en nada
contribuyó a solucionar el caso. Llegaron un par de cartas de alguien
que aseguraba ser el destripador de Yorkshire. En casos como este,
cuando el criminal recibe tanta atención por parte de la Prensa, esto
provoca que otros cometan este tipo de actos que entorpecen la acción de
la justicia.
Esta persona tuvo la ocurrencia de
enviar una cinta de audio que fue analizada exhaustivamente por
detectives y peritos. Se tomó la decisión de difundirla al público y
como consecuencia se recibieron miles de llamadas con falsas pistas que
tuvieron que ser investigadas una por una. Los investigadores
concluyeron que el sujeto debía de ser de la región de Castletown dado
su acento. Un grupo policial fue enviada para revisar casa por casa sin
hallar resultado alguno. Fue cuando se comprendió que aquel destripador
no podía ser el verdadero. Como en otros casos históricos, las cartas
contenían ciertas pistas verdaderas, pero fallaban en otras. Pero el
daño estaba hecho, cuando cualquier oficial interrogaba a un sospechoso
esperaba que hablara con un acento marcado, cosa que no ocurría en lo
más mínimo con Peter Sutcliffe, a quien se interrogó alrededor de 12
veces.
A pesar de una costosa campaña publicitaria que consistía de anuncios en
periódicos letreros espectaculares, pocos imaginaban que el verdadero
asesino era oriundo de Yorkshire, era camionero y que vivía en Bradford
tan solo a minutos de distancia de los cuarteles policíacos. La policía
también comenzó a explotar el uso de bases de datos y computadoras para
ir descartando vehículos involucrados en las áreas rojas. Después de
muchos esfuerzos, uno de los 200,000 autos descartados por las pesquisas
informáticas, incluían uno perteneciente a un camionero que vivía en
Bradford, es decir uno de los vehículos de Peter Sutcliffe.
Asesinos en Serie (Peter Sutcliffe [III])

Este sujeto lo escuchaba alardear de sus
aventuras con prostitutas mientras que en casa tenía la hipocresía de
criticar a aquellos maridos que veían mujeres fuera del matrimonio.
Terminó por no aguantar la doble cara de Sutcliffe y dejó de
acompañarlo. Trevor Birdsall se convirtió en amigo de Sutcliffe en la
misma época que este conoció a su mujer y continuó siendo su amigo hasta
la detención de este. Una vez Birdsall habló a la Policía para decirles
que sospechaba que su amigo era el destripador de Yorkshire. Él sabía
perfectamente que a Sutcliffe le gustaban las prostitutas pero a la vez
mezclaba este gusto con un extraño odio hacia ellas.
Tras algunos meses de matrimonio con
Sonia la suerte favoreció a Sutcliffe, quien inesperadamente se hizo con
un dinero con el cual pagó el trámite para obtener la licencia para
manejar camiones y traileres. El oficio de chofer sería el definitivo en
su vida. También era un ávido comprador de vehículos con los cuales se
pasaba horas reparándolos, aunque nunca uno de sus coches fue
determinante para poder incriminarlo por sus ataques.
Semanas antes del ataque contra Anna
Rogulskyj, Sonia sufrió un aborto: no era el primero. Entonces los
médicos informaron a la pareja que ella no podría embarazarse
nuevamente. La noticia fue un duro golpe pues ambos deseaban un hijo,
así lo comunicó Sutcliffe a su familia. De acuerdo al investigador
norteamericano John Douglas, cuando un asesino serial comienza sus
ataques es debido a que le ocurre un evento lo suficientemente fuerte
para desencadenar la violencia que guarda en sí. Tal vez la noticia
sobre la incapacidad para tener un hijo fue este agente desencadenante.
Tras el fallido ataque contra la
señorita Rogulskyj, Sutcliffe atacó de nuevo pero fue interrumpido y no
fue hasta el crimen de Wilma McCann que comenzaría su reinado de terror.
A continuación viene la lista víctimas del destripador de Yorkshire:
01.- Anna Rogulskyj
02.- Olive Smelt
03.- Wilma McCann
04.- Emily Jackson
05.- Marcella Claxton
06.- Irene Richardson
07.- Patricia Atkinson
08.- Jayne MacDonald
09.- Maureen Long
10.- Jean Jordan 11.- Marilyn Moore
12.- Yvonne Pearson
13.- Helen Rytka
14.- Vera Millward
15.- Josephine Whitaker
16.- Barbara Leach
17.- Marguerite Walls
18.- Upadhya Bandara
19.- Theresa Sykes
20.- Jacqueline Hill
02.- Olive Smelt
03.- Wilma McCann
04.- Emily Jackson
05.- Marcella Claxton
06.- Irene Richardson
07.- Patricia Atkinson
08.- Jayne MacDonald
09.- Maureen Long
10.- Jean Jordan 11.- Marilyn Moore
12.- Yvonne Pearson
13.- Helen Rytka
14.- Vera Millward
15.- Josephine Whitaker
16.- Barbara Leach
17.- Marguerite Walls
18.- Upadhya Bandara
19.- Theresa Sykes
20.- Jacqueline Hill
Asesinos en Serie (Peter Sutcliffe [II])

De acuerdo a algunas fuentes, Sonia
Szurma padecía de esquizofrenia paranoide, enfermedad que se le
manifestó a los 21 años, cuando comenzó con algunas crisis y fue
internada. Se dice que ejercía gran control sobre Peter Sutcliffe y que
no era del agrado de la familia de éste. Era de personalidad fría, poco
comunicativa y distante. Una de las principales manifestaciones de su
enfermedad era la manía por la limpieza y la pulcritud de su hogar.
Empresa a la que dedicaba muchas horas del día, aún forzando a Sutcliffe
a participar de los quehaceres y constantes remodelaciones de la casa.
El gran propósito de Sonia era obtener un grado como maestra escolar y,
cuando lo logró y comenzó a trabajar, fue que el matrimonio pudo juntar
el dinero suficiente para independizarse.
A los ojos de los padres de Sutcliffe,
su hijo ya cumplía el ideal que de él habían forjado desde su
nacimiento. El único defecto que no había sido superado era su
inconstancia laboral. Acostumbraba a llegar tarde al trabajo hasta que
perdió su empleo en el cementerio. Continuó intentándolo en empleos
menores hasta que consiguió el turno nocturno en la fábrica Brittania
Works of Anderton International. Fue en el año de 1974 que, cediendo a
la presión de sus padres, Sutcliffe contrajo matrimonio con Sonia y
vivieron los primeros años del matrimonio en casa de los padres de ésta.
Asesinos en Serie (Peter Sutcliffe [I])

Cuando era un niño pequeño, Peter no
correspondió a las ilusiones que de él se había formado su padre. Lejos
de mostrar interés y agresividad para los deportes y los juegos, solía
pasar el tiempo encerrado en casa. Prefería la compañía de su madre a
los rudos juegos de sus hermanos menores. En la escuela la situación no
era diferente, pues no le gustaba asistir y a la hora del recreo, se
ponía a salvo de los demás en alguna esquina.
Su padre al enterarse de este
comportamiento lo iba a visitar a la hora del descanso para animarlo a
juntarse con los demás. Cuando pasó a la secundaria, la situación no
mejoró gran cosa pues ahora él era el objetivo de las burlas y abusos de
los otros al grado de que Peter dejó de asistir un par de semanas hasta
que se descubrió que, en vez de ir, se escondía en un piso de la casa
donde lo pasaba leyendo libros y tiras cómicas. A pesar de que se
tomaron medidas para evitar las agresiones de que era objeto, el joven
Peter Sutcliffe siempre fue visto como alguien diferente y aparte de los
demás.
Las maneras agresivas y la extroversión
del padre de Sutcliffe lo abrumaban bastante y siempre guardaba algo de
rencor en su contra por la vida de distracciones en que estaba inmerso
el señor. Peter estaba más identificado con su madre que con su padre.
De hecho, al morir ella de una afección cardíaca, Sutcliffe culpó al
señor John de provocarle la enfermedad dadas sus ausencias y desplantes.
Finalmente Peter decidió ejercitarse en
fisio culturismo, eliminando una de tantas preocupaciones que su persona
causaba a su padre. Con alegría su padre vio como Peter se integraba en
algunas actividades deportivas, pero jamás con el objetivo de
sobresalir ni de llamar la atención excesivamente. A los 15 años
abandona formalmente sus estudios y entra a un buen número de empleos y
ocupaciones en los que no duraba mucho tiempo. Aparentemente no mostraba
a su edad ningún interés en las muchachas y tampoco externaba tener un
objetivo claro en la vida. Comenzó a trabajar en el mismo molino
que su padre, pero abandonó el empleo unas cuantas semanas después.
Luego entró de aprendiz de ingeniero en un taller donde duró únicamente 9
meses. Ocupó una vacante como obrero en una fábrica y también duró poco
tiempo. Terminó empleándose como excavador en el cementerio de Bingley.
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