
Ésta confesaría haber asesinado junto
con sus hechiceros y verdugos, a más de 600 jóvenes y haberse bañado en "ese fluido cálido y viscoso" afín de conservar su "hermosura y
lozanía".
Le seducía el olor de la muerte, la
tortura y las orgías lesbianas. Decía que todo lo mencionado poseía un "siniestro perfume". Sus cómplices fueron condenados culpables, unos
decapitados y otros quemados en la hoguera.
Báthory, aún contando con el privilegio
de pertenecer a la nobleza y ser amiga personal del rey Húngaro, fue
condenada por éste mismo a una muerte lenta: la emparedaron en el
dormitorio de su castillo, dejándole una pequeña ranura por la cual le
daban algunos desperdicios como comida y un poco de agua. Murió a los
cuatro años de permanecer en esa tumba, sin intentar comunicarse con
nadie ni pronunciar la mínima palabra. Fue una especie de suicidio, de
repente dejó de tocar alimento alguno y falleció en 1614 cuando contaba
con 54 años.
Resulta curioso señalar un paralelismo
entre esta mujer y otro vampiro histórico muy conocido: Gilles de Rais,
pues aunque éste cometió sus crímenes dos siglos antes, procedían de
manera muy similar: ambos pertenecían a la alta nobleza. Él era
homosexual y ella lesbiana (de ahí que sus víctimas fuesen
principalmente mujeres), y lo más sorprendente e inquietante es que
tanto los sirvientes de uno como de otro participaban en los macabros
baños de sangre.
fuente: http://www.asesinos-en-serie.com