
Tiene la forma de una vieja arrugada y xaruga, con siete piernas que va perdiendo una a una a medida que van pasando las semanas de Cuaresma. Las singularidades que definen el personaje son que tiene siete piernas -a veces, siete arengades- y que en la mano lleva un bacalao y una cesta de verduras, normalmente acelgas. En las manos lleva o bien dos bacalaos, o bien un bacalao y una parrilla.Es muy representada en la imaginería popular impresa y tiene una función de calendario: por medio de las piernas nos lleva a Semana Santa. La ritualización y uso de la Vieja Cuaresma tiene variantes locales, pero con unos rasgos comunes. Cada semana le arrancamos o cortamos una pierna y cuando llega al final es quemada al igual que su predecesor, el Carnaval. De esta manera, el fuego destruye simbólicamente el período. En algunos lugares, cuando se llega a la mitad de la Cuaresma (en la cuarta semana), sierran la vieja por la mitad. Grupos de niños hacen colectas de dinero o alimentos y hacen ver que sierran un bastón o la estampa de la Vella Quaresma, siguiendo el ritmo de una canción. Con la recaudación se organiza una merienda colectivo.