Bela Kiss, nacio en Hungria en 1877- fallece el 5 de febrero de 1915?. Fue un asesino en serie húngaro, quien se cree mató a 23 mujeres cuyos cadáveres conservaba en bidones de metal, incluyendo a su esposa así como al amante de ésta.
Bela había llegado en 1900 a Czinkota (Hungría) con su joven esposa María (que tenía 15 años de edad), quién pronto ganó el favor de sus vecinos por su carácter amable y atento.
Bela había llegado en 1900 a Czinkota (Hungría) con su joven esposa María (que tenía 15 años de edad), quién pronto ganó el favor de sus vecinos por su carácter amable y atento.
Bela Kiss tenía dinero, de modo que cuando
llegó al pueblo alquiló una casa y empleó a dos criados que pasaban la
noche en sus propios hogares por deseo expreso del húngaro. Ambos
hombres hablaban maravillas de su atención pero coincidían en que tenía
gustos raros y era poco comunicativo. En general, la gente del pueblo le
tenía por un hombre respetable y educado. Además era hojalatero y un astrologo aficionado
El húngaro solía viajar a menudo para
atender diversos negocios, pasaba largas temporadas fuera de casa. Los
habitantes del pueblo se percataron de que durante aquellas ausencias
María se veía en la casa con un joven artista llamado Paul Bihari (o
Bikari según las fuentes).
Justo cuando aquellas gentes consideraron justo avisar de la infidelidad
de Maria, Bela se encontró con la casa vacía y una carta de su esposa
que le avisaba de su abandono. Los criados le encontraron llorando con
la carta en la mano. A partir de éste incidente, Bela despide a los criados y contrata en 1912, a un ama de llaves, la Sra. Jakubec. Deprimido, pasa la mayor parte del
tiempo en soledad, apartándose de la gente que le muestra su apoyo.
Comienza a conocer mujeres a las que cita en su casa, prescindiendo del
ama de llaves a menudo. Ésta observa que a cada cita acude una mujer
diferente y se apena por su patrón, pues ninguna se queda a vivir con
él; sin embargo, continúa teniendo esperanzas, pensando que en algún
momento conocerá a la mujer definitiva.
Cierto día, Bela conversaba con el Condestable del pueblo, quien le
comentó que quizás pronto entraran en guerra. Bela le invita a ver sus
instalaciones en el sótano, que consistían en unos depósitos cilíndricos
en los que había ahorrado gasolina (por su gran valor en caso de
conflicto bélico). El oficial le felicita por su carácter previsor.
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