jueves, 17 de marzo de 2016

Presidents de la Generalitat (Manuel de Montsuar)

Manuel de Montsuar, vivio en Lleida, aprox. 1410-1491. Fue el vigésimo octavo President de la Generalitat de Catalunya entre los años 1461 y 1464, nombrado el 22 de julio de 1461. Estudió leyes en la Universidad de Lleida, donde comenzó la carrera eclesiástica. Pronto pasa a Girona como canónigo y se relacionó con Jaume de Cardona i de Gandia, president en el trienio 1443-46. Se trasladó a estudiar en la Universidad de Bolonia y desde allí volvió a su tierra como canónigo decano de la sede de Lleida (1450 a 1491). Era canónigo decano de la sede de Lleida (1450-1491) y administrador apostólico en sede vacante (1460-1461). Participó en las Corts de Barcelona (1454), en las Corts de Lérida (1460) y en las Corts de Monzón (1469). Durante las Corts de Lérida (1460) fue el huésped del rey Joan II "el Gran", quien residía en el palacio episcopal, lo que supuso que el lugarteniente Carlos de Viana recomendara a los diputados que fuera retirado como candidato. No obstante estas presiones, la elección del "brazç eclesiástic" de 1461 fue para Manuel de Montsuar. Ya como president, se manifestó antijoanista y defiende la causa de Carlos de Viana en contra de las presiones de Pero Ximénez de Urrea, entre otros. El príncipe muere prematuramente el 23 de septiembre de 1461. El 25 de abril de 1462 se salvó de un complot de la "Busca" barcelonesa para detener a los diputados. Se inicia la "Guerra Civil Catalana". Los eventos comienzan a favor de las tropas reales que cuentan con el apoyo de Luis XI de Francia. Como máximo responsable político y militar busca apoyos interiores y la desarticulación de las fuerzas opositoras: el partido buscará y los remensas. Al no obtener los resultados deseados, el Consell comienza a ofrecer el Principado a candidatos que, 50 años después de Caspe, pueden, aunque sea muy indirectamente, tener algún derecho a reinar Catalunya. Primero se ofrece a Enrique IV de Castilla en agosto de 1462 quien lo rechazó por haber llegado a un acuerdo con Joan II y Luis XI. A continuación se le propuso a Pedro de Portugal quien aceptó y llegó a Barcelona el 21 de enero de 1464.Tuvo que sufrir que en 1463 el diputado Bernardo Saportella del estamento nobiliario o militar se pasara al bando realista y constituye una Generalitat paralela con sede en Tarragona, de la que fue único candidato

Presidents de la Generalitat (Antoni Pere Ferrer)

Antoni Pere Ferrer, nacio a caballo entre los siglos XIV / XV - fallece viajando en un barco entre Barcelona y la Provenza, 1471/72. Fue President de la Generalitat de Catalunya, nombrado el 22 de julio de 1458 y abad de Montserrat. Hijo de una familia de la pequeña nobleza, comenzó su educación en el Monestir de Sant Cugat del Vallés y en la Universidad de Lleida. Fue nombrado prior de Santa Maria de Meià por el papa Eugenio IV y, tras unas disputas entre el Papa y el abad de Ripoll, acabó en el Monestir de Sant Pere de Roda en 1448. A la muerte en 1450 de Antoni de Avignón y de Moles, abad del Monestir de Montserrat, Alfons IV "el Magnánim" consiguió que el papa Nicolás V nombrara a Antoni Pere Ferrer para este cargo. El abad d'Avigno había tenido muchos problemas con una comunidad de monjes de la abadía de Montecassino que se habían instalado en el monestir creando una comunidad paralela. Ferrer se encargó de que el Papa dicte una bula para expulsarlos. Participó en las Corts de 1454, 1456 y 1460. Políticamente estuvo junto al Príncipe de Viana en la pugna con su padre, el rey Joan II "el Gran". Cuando este enfrentamiento se convierte en la guerra civil catalana, Ferrer se mantiene junto a la Generalitat y en contra del rey. En esta línea, en 1462 participó en la elección de Enrique IV de Castilla como rey, cuando los contrarios a Joan buscaron alianzas. También apoyó a los dos candidatos posteriores, Pedro de Portugal y Renato de Anjou, lo que le acabaría pasando factura al final de la guerra, cuando es acusado de traición y enviado en un barco hacia Provenza, donde nunca llegó

Presidents de la Generalitat (Nicolau Pujades)

Nicolau Pujades, nació en Barcelona hacia dinales del s. XIV - muere en Palermo (Italia) en 1467. Fue President de la Generalitat de Catalunya, nombrado el 15 de octubre de 1455. Hijo de una familia de mercaderes en la que también aparecen figuras destacadas de la política catalana y barcelonesa. Les Corts de Barcelona (1454-1458), en que fue nombrado Nicolás Pujades, fueron muy tensas debido al enfrentamiento de la oligarquía barcelonesa con el rey por el apoyo de éste a la causa remensa (pageses) y por la intervención del lugarteniente Galceran de Requesens en el nombramiento de un gobierno municipal del partido de la "Busca". Cuando Pujades participa en las Corts de 1454, lo hace en representación del "capítul de la Catedral de Barcelona". En ese momento ya era arcediano de Santa María del Mar.Dentro de las mismas Corts, ya nombrado Pujades, se abordó el tema de la sucesión de diputados para evitar los relieves pseudodinàstics que se habían producido con las familias Samasó y Desplà. El nuevo método combinaba la propuesta de candidatos que cada uno de los diputados salientes hacía ante notario y testigos, y una selección por "insaculacio" entre los candidatos propuestos. El 26 de julio de 1457, la Diputacio se trasladó oficialmente en Manresa huyendo de una epidemia de peste que provocó, sólo en Barcelona, ​​más de 3.300 muertos entre mayo y diciembre. El 1461, después de terminar su mandato en la Generalitat, hizo de embajador ante la reina Juana Enríquez para aconsejarle que no entrara en Barcelona. La reina se refugia con el príncipe Fernando (Fernando "el Catolic" en Girona. Tras ser un tiempo en la curia de Tarragona, fue nombrado arzobispo de Palermo el 23 de agosto de 1464, ciudad en la que murió en 1467.

Asesinos en Serie (Cayetano Santos Godino [V])

Tras ser detenido confesó cuatro homicidios y numerosas tentativas de asesinatos. En una primera instancia, Santos Godino fue declarado irresponsable y se lo recluyó en el Hospicio de las Mercedes, en el pabellón de alienados delincuentes, donde atacó a dos pacientes. Uno estaba inválido en una cama. Otro se movía en silla de ruedas. Después intentó huir.
Lo trasladaron a la Penitenciaría Nacional de la calle Las Heras y finalmente, en 1923 se le trasladó al penal de Ushuaia, la provincia más austral de la Argentina, a la “Cárcel del Fin del Mundo”. En 1927 los médicos del penal le hicieron una cirugía estética en las orejas, porque creían que allí radicaba su maldad. Obviamente este tratamiento “radical” no sirvió de nada.
En 1936 pidió la libertad y se la negaron: de los dictámenes médicos elaborados por los doctores Negri y Lucero y los doctores Esteves y Cabred se concluye que:
“Es un imbécil o un degenerado hereditario, perverso instintivo, extremadamente peligroso para quienes lo rodean”
De su vida de recluso se sabe poco. Apenas alguna anécdota como la siguiente: en 1933 consiguió detonar la furia de los presos porque mató al gato mascota del penal arrojándolo junto con los leños al fuego; le pegaron tanto que tardó más de veinte días en salir del hospital.
Las circunstancias de su muerte, ocurrida en Ushuaia el 15 de noviembre de 1944 siguen siendo nebulosas. Supuestamente murió a causa de una hemorragia interna causada por un proceso ulceroso gastroduodenal, pero se sabe que había sido maltratado y, con frecuencia, violentado sexualmente. Sobrellevó los largos días de la cárcel, sin amigos, sin visitas y sin cartas. Murió sin confesar remordimientos.
El penal de Ushuaia fue finalmente clausurado en 1947. Cuando el cementerio fue removido sus huesos ya no estaban.



Asesinos en Serie (Cayetano Santos Godino [IV])

Después de vagabundear un rato por las calles, Santos Godino encuentra en la calle Progreso a un grupo de chicos jugando. Se les suma sin despertar ninguna sospecha porque, después de todo, su aspecto de idiota siempre le permitía ganar la confianza de sus víctimas
Poco después consigue convencer a Gerardo para que lo acompañe a comprar unos caramelos. Un rato antes y sin éxito, invitó a Marta Pelossi, de 2 años de edad; pero la menor, asustada, se refugió en su domicilio. Así pues, víctima y homicida se encaminan sin apuro hacia el almacén ubicado en Progreso 2599, en donde compran dos centavos de caramelos de chocolate. Enseguida el más chico los reclama, pero Godino, imperturbable, resuelve dosificarlos: le permite algunos, y le promete los demás si acepta acompañarlo hasta cierto lugar alejado, la Quinta Moreno.
Una vez en la entrada, el chico llora y se resiste a entrar. Pero el asesino lleva hecho demasiado, ni siquiera vacila: lo agarra con violencia de los brazos, lo introduce en la quinta y lo arrincona cerca de un horno de ladrillos. Lo derriba con fuerza y lo aquieta poniéndole la rodilla derecha sobre el pecho. Godino conoce el mecanismo: con apuro, pero sereno, se quita el piolín que lleva por cinturón (se trata de esos lazos de algodón que se utilizan en albañilería para sostener las plomadas), y empieza a enrollarlo en el cuello de Gerardo, le da 13 vueltas y procede a estrangularlo. Pero Gerardo intenta levantarse, así que Cayetano procede a atarle de pies y manos cortando la cuerda con un cerillo encendido. De nuevo procede a asfixiarlo con el cordel pero el chiquillo se resiste a morir. Una idea perversa cruza de pronto por la mente de Cayetano: ¿Por qué no atravesarle la cabeza con un clavo?
Uniendo la acción a la idea, el Petiso se da a la tarea de encontrar la herramienta deseada, su búsqueda le lleva al exterior del local en donde topa con el padre de Gerardo, quien le pregunta por el paradero del niño; imperturbable, Cayetano le responde no haberlo visto y le sugiere dirigirse a la comisaría más próxima a levantar un reporte.
Mientras tanto el Orejudo encuentra un viejo clavo de 4 pulgadas, regresa con él junto a su víctima, usando una piedra como martillo lo hunde en la sien del niño moribundo y después de cubrirlo con una vieja lámina de zinc huye de la escena del crimen.
Esa noche, durante la velación de su víctima, Cayetano hace acto de presencia. Después de observar durante algún tiempo el cadáver de Gerardo,  Cayetano huye llorando del lugar. Según declaró posteriormente, deseaba ver si el cadáver aun tenía el clavo en su cabeza… Para su desgracia dos policías, el subcomisario Peire y el principal Ricardo Bassetti, ya habían ligado cabos con casos anteriores y esa misma madrugada se allanó el hogar de los Gordino arrestando a Cayetano, encontrando en sus bolsillos un artículo de periódico aún fresco que relataba los pormenores del asesinato y en sus pantalones restos del piolín con que había intentado ahorcar a Gerardo.


Asesinos en Serie (Cayetano Santos Godino [III])

El 26 de enero de 1912 un crimen aterrador conmueve a la sociedad porteña. El cadáver del menor Arturo Laurora, de 13 años es encontrado en una casa puesta en alquiler en la calle Pavón. El cuerpo es descubierto, golpeado y semidesnudo, con un trozo de cordel atado al rededor del cuello. Su desaparición había sido reportada apenas el día anterior. Las investigaciones no conducen a ningún lado. Posteriormente Cayetano confesaría la autoría de este crimen.
El 7 de marzo siguiente Cayetano prende fuego a las ropas de Reyna Bonita Vaínicoff de cinco años, la pequeña fallece 16 días después de debatirse entre la vida y la muerte en el Hospital de Niños.
En los meses siguientes el Petiso causa dos incendios más que son controlados fácilmente por los bomberos sin que se produzcan víctimas
El 24 de septiembre, mientras trabaja en una bodega propiedad de Paulino Gómez, Cayetano mata de tres puñaladas a una yegua. No fue detenido por falta de pruebas. Apenas unos días después prende fuego a la Estación Vail de la compañía de tranvías Anglo-Argentina, el incendio fue controlado por los bomberos.
En noviembre 8 el Petiso Orejudo, con engaños como siempre, convence a Roberto Russo de 2 años a acompañarlo a un almacén en donde supuestamente le compraría unos caramelos. Le lleva hasta un alfalfar a pocas cuadras en donde le ata los pies y procede a ahorcarlo con un trozo de la cuerda que usa para atarse los pantalones, son descubiertos por un peón del alfalfar, quien los entrega a las autoridades. Cayetano declara haber encontrado atado al niño y estarlo rescatando cuando son descubiertos, es liberado por falta de mérito.
El 16 del mismo mes, en un baldío situado en las calles de Deán Funes y Chiclana, intenta golpear a Carmen Gittone de 3 años. Un vigilante hace acto de presencia y el agresor consigue escapar. Días después, el 20 de noviembre, se lleva de la esquina de Muñiz y Directorio a la niña Catalina Naulener de 5 años. Busca un baldío por la calle Directorio, pero antes de encontrarlo la menor se resiste a seguir. Godino se descontrola y la golpea. El dueño de la casa ubicada en el número 78 de la mencionada calle interviene y Cayetano logra huir de nuevo.
 El último crimen del Orejudo es probablemente el mejor documentado de su espectacular carrera: su víctima, Gerardo Giordano de apenas tres años sale, como todas las mañanas después de desayunar con sus padres, de su casa ubicada en la calle Progreso número 2185 para reunirse con sus amiguitos y jugar a todo aquello que acostumbran jugar los niños en esa edad. Esa misma mañana del 3 de diciembre, a pesar de los acostumbrados gritos de su padre, Cayetano sale de su casa ubicada en Urquiza 1970: lleva clavada entre los ojos la determinación terrible de matar.

Asesinos en Serie (Cayetano Santos Godino [II])

Ese mismo año, al parecer apenas algunos días después de cometer su primer asesinato, Cayetano sería denunciado ante la Policía por su padre al descubrir que ha martirizado a algunas aves domésticas. Fiore encuentra dentro de un zapato de su hijo un pájaro muerto y, debajo de su cama, una caja en donde guarda los cadáveres de otras aves.
El 9 de septiembre de 1908 vuelve a las andadas, conduce a Severino González Caló, de 2 años, a una bodega ubicada frente al Colegio del Sagrado Corazón, ahí lo sumerge en una pileta para caballos cubriéndola después con una tabla para ahogar al pequeño. El propietario del lugar, Zacarías Caviglia, descubre la tentativa pero Godino se defiende diciendo que el niño había sido llevado hasta allí por una mujer vestida de negro de la que suministra señas particulares. Es conducido a la comisaría de donde es recogido al día siguiente.
Seis días más tarde, el 15 de septiembre, en Colombres 632, quema con un cigarrillo los párpados de Julio Botte, de 22 meses de edad. Es descubierto por la madre de la víctima, pero alcanza a huir.
El 6 de diciembre Fiore y Lucía Gordino, cansados de los continuos problemas causados por Cayetano, vuelven a entregarlo a la Policía, esta vez es enviado a la Colonia de Menores Marcos Paz en donde permanece por tres años. Durante su encierro concurre a clases en donde medio aprende a leer y escribir.
La estancia de Cayetano en Marcos Paz, lejos de regenerarlo, le endurece. El 23 de diciembre de 1911 regresa a las calles; ahora es un criminal frío y terriblemente potenciado.
Su liberación se da, al parecer, a petición de sus padres con quienes regresa a vivir. En un fútil intento por redimirlo de su secuela criminal se habían ocupado de conseguirle trabajo en una fábrica, por desgracia solamente es capaz de mantener el puesto por tres meses.
Nuevamente comienza a vagar por las calles, pero esta vez no se circunscribe a los barrios conocidos, sus vagabundeos le llevan a frecuentar lugares y personas del más bajo nivel de moral de la pujante ciudad de Buenos Aires. Asimismo , comienza a sufrir fuertes dolores de cabeza que se traducían en ganas de matar, sobre todo después de tomar alcohol.
El 1912 es un año que marca hitos en más de una historia, por un lado se desata la guerra en los estados balcánicos y por otra el Titanic se lleva al fondo del mar toda la gloria y pompa con que fue bautizado.
El 17 de enero del fatídico 1912 Cayetano, quién ya es conocido en las calles con el sobrenombre de "Petiso Orejudo", se introduce en una bodega de la calle de Corrientes y da rienda a otra de sus grandes pasiones: el fuego. El incendio que provoca tarda cuatro horas en ser sofocado por los bomberos. Después de su arresto declararía:
"Me gusta ver trabajar a los bomberos… es lindo ver como caen en el fuego."





Asesinos en Serie (Cayetano Santos Godino [I])

Cayetano Santos Godino, nació en Buenos Aires (Argentina), el 31 de octubre de 1896 - "muere" en la carcel de Usuhaia (Tierra de Fuego [Argentina]), 15 d enoviembre de 1944. Era hijo de los inmigrantes calabreses Fiore Gordino y Lucía Ruffo. 
Fiore fue quizá responsable en parte de haber engendrado a quién se convertiría en el primer criminal en serie en la historia policial argentina. Alcohólico y golpeador, había contraído la sífilis tiempo antes del nacimiento de Cayetano. El niño vino al mundo con graves problemas de salud, de hecho, durante sus primeros años de vida estuvo varias veces al borde de la muerte a causa de una enteritis.
La niñez de Cayetano transcurre en la calle, vagando. A partir de los cinco años concurre a varias escuelas de donde siempre es expulsado por su falta de interés en los estudios y su comportamiento rebelde. El escenario de sus correrías y carrera criminal serían los baldíos y conventillos de los barrios de Almagro y Parque Patricios, por entonces todavía al borde de la pampa. Es una zona de quintas, de retiro, de descanso. Pero también es un arrabal desgranado de paisanos y extranjeros.
El 28 de septiembre de 1904, contando con apenas 7 años, Cayetano da inicio formal a su carrera criminal, a fuerza de engaños lleva a Miguel de Paoli, de casi dos años hasta un baldío y allí lo golpea para luego arrojarlo sobre un montón de espinas, un policía que pasaba se percata de lo sucedido y lleva a ambos niños a la comisaría de donde serían recogidos más tarde por sus respectivas madres.
Al año siguiente, Cayetano agrede a su vecina Ana Neri, de apenas 18 meses. Le conduce hasta un baldío en donde le golpea repetidamente en la cabeza con una piedra. Nuevamente es descubierto por un policía quién pone fin al ataque y le detiene, pero, dada su corta edad es dejado en libertad esa misma noche.
Extrañamente, el que sería el primer asesinato de Cayetano pasó desapercibido y solamente sería descubierto años después cuando lo relata, en su confesión ante la Policía. Según él cuenta, en 1906 toma a una niña de aproximadamente 2 años y la lleva hasta un baldío sobre la calle Río de Janeiro donde intenta estrangularla, después, decide enterrarla viva en una zanja que cubre con latas. Las autoridades, al conocer este crimen, se trasladan hasta el lugar pero se encuentran con que se había edificado una casa de dos pisos. La historia no pudo ser corroborada a pesar de que los archivos policiales registran una denuncia por desaparición con fecha 29 de marzo de 1906, de una niña de tres años de nombre María Roca Face, tomada en la comisaría 10ª. La niña desaparecida nunca fue encontrada.