jueves, 22 de octubre de 2015

Leyendas en Catalunya (Les Caramelles [II])

Etimología

La palabra "caramella" proviene del latín vulgar calamĕlla, la cual está construida sobre la palabra calamĕllus, que es el diminutivo de Calamus, y que significa caña. Así pues, encontramos que, en música, caramillo es un instrumento rústico de viento hecho de caña, de hueso o de madera como el graznido o la flauta de pastor (en castellano, caramillo, en gallego, caramelos; en francés, chalumeau; en portugués, Charamel; en italiano, ciaramella o caramillo). Por su etimología y porque todo tiene una forma que recuerda la cónica o cilíndrica como la caña, la palabra carámbano, que también tiene su origen en la voz latina calamĕllus, significa en sus diferentes acepciones: un colgante de hielo, un chorreo helado o de cera, una estalactita o estalagmita, un trozo de mecha requemado o un cordel delgado de cáñamo. Por otra parte, la palabra caramelles (en plural), que obviamente viene de la voz catalana caramillo, es un obsequio de comestibles y golosinas que se libra en determinadas fiestas. Dado que caramillo es un instrumento musical, se puede deducir que el sonido festivo de este tipo de flauta ha dado nombre al canto de las coplas por analogía. Las caramelles, camalls, Camarelles, Camarles, camigeres o Camilla (como se decía antes en Navàs) son las canciones tradicionales y populares que se cantan en buena parte de Cataluña para festejar la Pascua Florida. Con estos cantos se celebra la resurrección de Cristo y la llegada de la primavera. Los grupos de cantores cantan por las calles y plazas de los pueblos y visitan las casas de campo bueno y cantando sus canciones. A cambio de eso, es costumbre obsequiarles con huevos y otros donativos. La palabra caramelles también se refiere a una multitud de caramellaires, camijaires o camillas (así se solía decir en Navàs).

En la isla de Ibiza las "caramelles" se cantan a misa tanto la víspera de Navidad en la misa del gallo (llamada en Ibiza Maitines), como en la misa de la víspera de Pascua. Formalmente no se parecen en nada a las de Cataluña. En este caso se trata de canción redoblada, un tipo de canción muy típica en el ámbito rural ibicenco que normalmente no trata de temas religiosos, pero a las Caramelles de Navidad y Caramelles de Pascua explica el misterio del nacimiento o de la muerte de Cristo durante la misa. Los que lo cantan son los caramellers, tradicionalmente autoridades u hombres notables de la parroquia, pero actualmente son miembros de los grupos de Ball Pagès. Las caramelles van acompañadas de los instrumentos

 

Leyendas en Catalunya (Les Caramelles [I])

"Les caramelles" son unas canciones populares típicas de la Cataluña Vieja y del norte de la Nueva, que se cantan por Pascua para celebrar la buena nueva de la resurrección de Jesús, aunque también tienen carácter profano. Los intérpretes o 'caramellaires 'eran grupos de niños o de adultos que salían a cantar para casas y masías el Sábado de Gloria por la noche o bien las mañanas del domingo y del Lunes de Pascua. Se acompañaban de instrumentos diversos y recogían huevos o dinero que la gente les daba con los que hacían una comida colectiva, principalmente Ouadi, el mismo día, por la tarde, o unos días más tarde. La costumbre presenta numerosas variantes: en algunos lugares los caramellaires danzaban entre canto y canto (al plan de Bages era típica la danza de los cascabeles)

Origen.

En general, el grupo de cantores se planta al pie del balcón de los amigos y otra gente del pueblo para cantar las canciones. Se hacen acompañar por instrumentos musicales diversos (el rigo-Rago, el riegue-riego, el cataclinc, los palillos o palos, el aro, el Buiro, los campanillers, los ferrets, el salterio, el picacanya, el violín de pastor , la encanta, etc.). La cesta, atada en lo alto de una larga vara y toda adornada de cintas, llega hasta el balcón del homenajeado el cual, en correspondencia, deja su donativo.De entre las canciones profanas, llamadas a veces 'gozos' por extensión, algunas son hechas para pedir las comidas típicas (gozos de los huevos del Rosellón, gozos de las morcillas), otras tienen carácter amoroso (gozos de las doncellas, parejas de las criadas), y otras son letrillas circunstanciales cantadas. En las ciudades, las sociedades corales suelen cantar composiciones de autores conocidos (especialmente las de Clavé) o canciones de carácter local y satírico, renovadas cada año.Las caramelles con contenido satírico sobre hechos de actualidad del pueblo son habitualmente menos lacerantes que las de otras modalidades de textos populares, como por ejemplo los incluidos en los Pastorets (por ejemplo, las algarrobas de Berga o Manresa), los abucheos de Carnaval (por ejemplo, en Caldes de Montbui) o los versos de los bailes de diablos, de diferentes poblaciones catalanas (Alpens, L'Arboç, Caldes de Montbui, Igualada, Organyà, Puentes, Sabadell, Sant Quintí de Mediona, Sitges, Tarragona, Torredembarra , Vilafranca del Penedès, Vilanova y la Geltrú, Vilaseca, etcétera).En Sant Julià de Vilatorta los caramellaires cantan los Gozos del Rosario y llevan una vestimenta de gala propia de la antigua campiña catalana: sombrero de chistera, capa negra con valona sobrepuesta, bordón, y lazo catalán de color morado. En Súria se celebra el encuentro de coplas más numeroso, que reúne ocho grupos y medio millar de cantantes. En Flix las caramelles tienen una tradición centenaria. Después de la interrupción causada por la guerra civil de 1936-39 se reanuda la cantada de caramelles en 1959 y desde entonces se ha hecho cada año. La cantada la efectúan voces masculinas, vinculadas mayoritariamente en el Orfeó de Flix, cada Sábado de Gloria. Una treintena de cantantes con su vestimenta tradicional (camisa blanca, pantalones oscuros, faja y barretina roja) efectúan hasta una docena de paradas por todo el pueblo, para interpretar una canción diferente, para lanzar piropos a las mujeres, para dar la bienvenida a la primavera ... y, de paso, pedir la generosidad de los vecinos para que contribuyen a llenar de dinero el cesto alzado de las ofrendas que acompaña en todo momento los cantores.

Misterios en la Peninsula Iberica (Preventorio de las Aguas (Bursot [II])

Leyenda.

El preventorio se hizo famoso en 2002, cuando el investigador Pedro Amorós publicó un artículo sobre los supuestos fantasmas de la dama blanca cuyo espectro se aparecía en el espejo que había en el rellano situado entre la segunda y la tercera planta y el del monje de la escalera, cuya figura aparece presuntamente en una fotografía con un bebé en brazos. A partir de entonces el enclave comenzó a recibir numerosas visitas, algunas de personas interesadas en los fenómenos paranormales, otras de simples curiosos y la mayoría de vándalos, lo que generó cierto malestar en Aigües de Busot.
Presuntos fantasmas que aparecen reflejados en espejos, damas blancas, rostros que miran desde la nada, sombras en los pasillos y voces insólitas, entre otros fenómenos inexplicables, han sido asociados a este inmueble.
Cuenta la leyenda que una Dama blanca se aparecía a algunas personas reflejada en el espejo al que se llegaba al subir las escaleras que conducían a la primera planta. algunos decían que la Dama blanca reía y lloraba al mismo tiempo y otros que si la dama reía significaba que todo iba bien mientras que si su mueca era de sollozo significaba que algo malo iba a suceder.
Algunos identifican a esta dama blanca con la primera esposa que había tenido el conde de Casas rojas, antiguo propietario del balneario, las villas, los terrenos adyacentes y las aguas. Se trataba de la joven Victoria Rosado y Sánchez-Pastor, a quien el pintor Julio Romero de Torres pintaría en su retrato de la Condesa de Casas Rojas. Señalar como curiosidad que los condes de Casa Rojas eran los bisabuelos del ministro de Justicia D. Alberto Ruiz-Gallardón.
Los supuestos hechos trágicos que ocurrieron durante el tiempo en el que el edificio fue preventorio son, seguramente, el germen de la leyenda y, a pesar de que hay testimonios de antiguos pacientes que recuerdan su estancia allí con una sonrisa, otros afirman que sufrieron malos tratos.

fuente:  https://labitacoradelmiedo.wordpress.com

Misterios en la Peninsula Iberica (Preventorio de las Aguas (Bursot [I])

El Preventorio de Aguas de Busot es un complejo arquitectónico construido en el siglo XIX en el municipio de Aguas de Bursot (Alicante) en la Comunidad Valenciana. Originalmente diseñado, proyectado y titulado como "Hotel Miramar Estación de Invierno", por su dueño y promotor, el Sr. Conde de Casa Rojas (y Marqués del Bosch), fue concebido como un complejo urbanístico de amplias dimensiones (algún particular conserva los planos del proyecto original), situado frente a los antiguos manantiales termales que siempre hubo en la zona, presidido por el edificio central correspondiente al hotel (dotado de ruleta y del novedoso sistema inglés de saneamiento estanco o por WC), y rodeado de numerosas edificaciones y caminos que surcaban los parajes adyacentes, incluyendo, entre otros servicios, dos capillas católicas, una piscina navegable, una panadería, una granja, múltiples bancos, rotondas y otros elementos, la mayoría de los cuales fue borrado en el siglo XX. La actividad hotelera decimonónica conoció una visita de SSMM los Reyes de España, y se divulgaba entre los posibles clientes mediante memoriales anuales que el Sr. Conde encargaba redactar a los diversos directores médicos que tuvo el Hotel (se conservan algunos ejemplares). La Guerra Civil interrumpió la actividad hotelera; y al término de la misma, se intentó promover un sanatorio infantil antituberculoso en las mismas instalaciones.

Origen.

La historia del preventorio es conocida con absoluta precisión cronológica. Originariamente, las propiedades de las aguas ya fueron descritas en crónicas romanas y musulmanas; en el siglo XV fueron concedidos salvoconductos a los moriscos. De esta época, el documento más antiguo conocido es un privilegio firmado el 30 de noviembre de 1596, dando la propiedad de las aguas a la ciudad de Alicante, que la ostentará hasta el año 1816
El único edificio que actualmente se conserva fue construido en 1816 por el ingeniero y arquitecto Pedro García Faria, mientras el Conde de Casas Rojas embellecía los terrenos adyacentes con pequeñas casas alejadas del balneario para quienes no quisieran estar cerca del bullicio.
Posteriormente, empezaría un conflicto entre la Administración Pública y la familia del Sr. Conde, a quien la Jurisdicción acabó reconociendo como legítimo proprietario.
En 1865 empezó la construcción del “Hotel Miramar” y un nuevo balneario aprovechando las aguas termales de la zona. Este hotel contaba con un casino, sala de fiesta, iglesia, instalaciones deportivas y zona de juegos para los niños y su esplendor duró hasta 1930.
Se cuenta que el marqués de Bosch, propietario del Hotel, lo perdió en una partida de póker.
En 1936, el Estado adquirió el edificio y lo convirtió en hospital antituberculoso, destinándolo a niños con tuberculosis. Tras la Guerra Civil (1936-1939) y al extinguirse la enfermedad se abandonó.
Hacia 1973, el Patronato Nacional Antituberculoso hizo un proyecto para rehabilitar y ampliar el edificio, pero quedó en el papel.
En 1989 la empresa Prognosis adquirió el edificio con la intención de reformarlo. En 1993 firmó un convenio urbanístico con el Consistorio para desarrollar el proyecto de construcción de dos hoteles y un balneario. Tras una cascada de pleitos entre esta empresa y el Ayuntamiento de Aguas de Busot, el Balneario fue comprado por Valentín Botella (Presidente del CF Hercules de Alicante) en el 2006