
Hijo del "nyero" Joan Sala (miembro de una facción político-civil-militar catalana surgida en el s.XVI, formada por bandoleros y campesinos de clase media, que representaba a la mitad de la clase noble de la época, que defendía los intereses y territorios de los señores feudales y que estaba en continua confrontación con los cadells, que eran otra facción que defendía a una parte de los nobles y a las clases urbanas) y de Joana Ferrer. Nació en la masía La Sala de Viladrau. A los cuatro años, el 18 de enero de 1598, quedó huérfano al morir su madre, y su padre y su hermano Antoni hicieron una boda doble con Margarita y Elisabet, hermanas de la masía Riera de Tona, con lo que fueron suegra y nuera la una de la otra. Trabajó en Can Tarrés en Sant Hilari Sacalm, lo que le dio la oportunidad de conocer a Margarida Tallades i Serrallonga, la heredera de la masía Serrallonga de Querós, a unos 17 km de San Hilario. Joan y Margarida se casaron más adelante en la iglesia de Sant Martí de Querós y tuvieron cinco hijos, Elisabet, Antoni, Mariana, Josep Baltasar e Isidre.
En 1627, perseguido por los soldados de Felipe IV, huyó un año a Francia con la ayuda de muchos catalanes, ya que sus asaltos a los carruajes reales que recaudaban los impuestos despertaban mucha simpatía.
Fue capturado en Can Agustí, en Santa Coloma de Farnés, por soldados del Duque de Cardona, Virrey de Catalunya. En Puig de la Força se encuentran los restos de un antiguo castillo y una cámara enterrada y oscura, donde dicen que Serrallonga escondía a las víctimas de sus secuestros.
Tras ser capturado fue encarcelado en las mazmorras del Castillo de Savassona, donde fue sometido a torturas durante varios meses, y posteriormente fue ejecutado en la horca entre los días 8 y 10 de enero de 1634 en Barcelona, según diversas fuentes.