lunes, 25 de julio de 2016

Historia de Catalunya (Les Corts Catalanes [II])

Bajo el reinado de Pere "el Grande" (1276-1285), las corts catalanes tomaron forma institucional. En las corts celebradas en Barcelona en 1283, el rey se obligaba a celebrar Cort General una vez al año, con la participación representativa de la época, para tratar del buen estado y la reforma de la tierra. El propio rey establecía: "si nosotros y nuestros sucesores queremos hacer una constitución o estatuto en Cataluña, los someteremos a la aprobación y al consentimiento de los prelados, barones, caballeros y de los ciudadanos..."
En las corts celebradas en Monzón en 1289, se designó una Diputacio General como una diputación permanente para recaudar el "servicio" o tributo que los braços concedían al rey a petición suya. Posteriormente, darían origen a la Generalitat de Catalunya, en el siglo XIV. Su reglamento también fue utilizado para crear en el siglo XV la Generalitat Valenciana.

En las Corts Generals de 1358-1359, celebradas en Barcelona, Villafranca del Panadés y Cervera bajo el reinado de Pere IV de Aragón, Castilla invadió Aragón y Valencia lo que provocó una serie de enfrentamientos bélicos que ocasionaron grandes gastos a la Corona de Aragón. Esta circunstancia motivó que las Corts designaran doce diputados con atribuciones ejecutivas en materia fiscal y unos "oyentes de cuentas" que controlaban la administración bajo la autoridad del que está considerado como primer President de la Generalitat, Berenguer de Cruïlles, obispo de Gerona.

En 1519, las Corts se reunieron en Barcelona para reconocer al primer monarca conjunto de las coronas de Castilla y Aragón, Carlos I, y para discutir la concesión de una ayuda económica a la Corte real. Fue durante la estancia del rey en Barcelona cuando llegó la noticia de que Carlos había sido elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Carlos V.

Durante el periodo de los Austrias, las Corts fueron convocadas cada vez menos, ya que suponían un freno al poder absoluto del rey. Por eso, la Generalitat, como órgano encargado de velar por el cumplimiento de las Constitucions de Catalunya, fue ganando en fuerza y protagonismo.

Las últimas Corts Generales fueron celebradas en Barcelona en 1705-1706. Esta institución desapareció, al igual que las demás instituciones catalanas, tras el final de la Guerra de sucesión en 1714.

Historia de Catalunya (Les Corts Catalanes [I])

Fueron el órgano normativo de Catalunya desde el siglo XIII hasta el siglo XVIII (1714).
Estaban compuestas por los llamados tres braços: el eclesiástico, el militar o noble y el real o de las villas. El rey convocaba y abría las Corts con una proposición real mientras que los braços eran los encargados de legislar, siempre con el concurso del soberano. Si las leyes que se aprobaban eran las del rey recibían el nombre de "Constitucions"; si se aprobaban las de los braços, "Capítulos de Corts". Si el rey aprobaba una ley de forma unilateral recibía el nombre de "Acts de Corts" y era necesaria la ratificación por parte de las corts.

Las Corts Generales de la Corona de Aragón celebraban conjunta y simultáneamente las Corts de Aragón, Valencia y del Principat de Catalunya. El Reino de Mallorca no convocaba Corts y enviaba a sus representantes a las del Principat. Como no se podían convocar fuera de Aragón ni del Principat, se solían celebrar en Monzón o en Fraga, localidades aragonesas equidistantes entre Zaragoza y Barcelona.

A diferencia de las Corts de Castilla de la época, que funcionaban únicamente como órgano consultivo al que el rey concedía privilegios y fueros, las Corts catalanas eran un órgano normativo, ya que sus acuerdos tenían fuerza de ley, en el sentido de contrato que el rey no podía revocar.
Los antecedentes de las Corts catalanes hay que situarlos en la "Cort Comtal" (hacia el año 1000) y en aquellas asambleas de Paz y Tregua que desde el 1021 se reunían para deliberar y pactar la interrupción de las guerras y los actos de violencia.

Las primeras Corts Catalanes datan del año 1192, año en el que el brazo popular participa por primera vez en la asamblea de Paz y tregua. Las de 1214 fueron convocadas por el legado pontificio, el cardenal Pedro de Beneveto, en el Castillo de la Zuda, en Lleida y respondían a la necesidad de arreglar la situación confusa del país después de la muerte del rey Pere "el Católic" en la batalla de Muret y al inicio del reinado de su hijo Jaume I "el Conqueridor" de tan sólo 6 años. El nuevo rey de Aragón hizo su juramento delante de prelados y magnates de la curia real, de los representantes de las ciudades y las villas. En la época de Jaume I (1208-1276), se reunían convocadas por el rey como representativas de los estamentos sociales de la época.

Leyendas en Catalunya (Les "Bruixes" [VIII])

El toro de Falaris

A semejanza del "Caballo de Troya". Se introducía al individuo en su interior y posteriormente se encendía fuego bajo la barriga del toro. Los gritos de la víctima salían por la boca del toro y parecía que mugía.

El aplastacabezas

Instrumento de tortura aplicado en la edad media destinado a reventar los huesos del cráneo. La barbilla de la víctima se colocaba en la barra inferior y el casquete era empujado hacia abajo por el tornillo. De esta forma primero se destrozan los alvéolos dentarios, después las mandíbulas y, por último, el cerebro se escurría por la cavidad de los ojos y entre los fragmentos del cráneo.

La cuna de Judas

Método de tortura usado generalmente para que confesaran sus delitos. El prisionero es levantado y, una vez era elevado, se le soltaba de golpe para que cayese sobre una pirámide de madera, con punta de acero, provocando heridas en los testículos, la cavidad anal o vaginal.

Taburete sumergible

Utilizado principalmente en mujeres acusadas de brujería. La silla era sumergida bajo el agua quedando la persona inmovilizada bajo el agua sin poder respirar, el inquisidor decidía cuanto tiempo debía permanecer el torturado o torturada sumergido. El proceso solía repetirse hasta que el torturado moría ahogado o confesaba, caso en el cual se ejecutaba al acusado ahorcándole o en la hoguera más tarde.

Leyendas en Catalunya (Les "Bruixes" [VII])

La horquilla del hereje

Se colocaba un aro de metal en el cuello del supuesto hereje con una barra cuyo extremo terminaba en cuatro pinchos. Al apretarse el colgante los pinchos se clavaban fuertemente en la barbilla impidiendo así poder articular palabra alguna. Solía utilizarse la noche antes de la ejecución del individuo para aumentar su agonía.

El potro escalera

Se ataba al reo estirándolo lo más posible sobre una especie de escalera, a continuación se le quemaba con una antorcha el costado y las axilas. Generalmente se morían a causa de la infección de las quemaduras.

El desgarrador de senos

Instrumento de cuatro puntas, que se clavaba en los senos y usandi como unos alicates desgarraban hasta convertir en masas informes los senos de incontables mujeres condenadas por herejía, blasfemia, adulterio, aborto provocado y otros delitos.

El pendulo

Las muñecas de la víctima eran atadas por detrás de la espalda, se añadía una cuerda a esta ligadura izando al acusado. En los pies se les colgaba unos pesos para que, inmediatamente los húmeros se desarticulaban y poco a poco también las demás vértebras.

Leyendas en Catalunya (Les "Bruixes" [VI])

El potro de tortura

Te tumbaban y ataban las muñecas al cabecero, los pies se ataban a su vez fijados a un rodamiento por medio de un mecanismo que iba enrollando la cuerda de tus pies, generándose así una tensión que hacía que el cuerpo se estirase al máximo.
Las articulaciones no podían dar más de si y acababan desencajándose hombros y caderas.

 El cepo

Instrumento usado para castigo corporal. Torturaban a las víctimas sentándolas en esa posición por largos días o de manteniéndola de pie, según el tipo de cepo. Muchas veces usaban instrumentos calientes para quemar sus extremidades o les azotaban con látigos.

La sierra

El condenado era puesto en una posición invertida, evitando también la muerte por desangramiento y asegurando que la víctima no perdía el conocimiento.
Generalmente no se perdía el conocimiento hasta que la sierra no llegaba al ombligo o incluso al pecho. Era una tortura muy utilizada por la inquisición sobre todo para ajusticiar a homosexuales. También en España fue un método de ejecución militar hasta el siglo XVIII.

La turca
Este método de tortura fue ideado para arrancar las uñas de los condenados. En algunas ocasiones se sustituían las uñas por clavos.