La popularidad y extensión de la sardana crecieron considerablemente en las últimas décadas del siglo XIX. La composición de la cobla y la coreografía actual de la danza fueron fijadas y unificadas en el siglo XIX, aunque persisten variantes y usos locales.
En 2010, la Generalitat de Catalunya inscribió la sardana en el Catálogo del Patrimonio Festivo de Cataluña (Catàleg del Patrimoni Festiu de Catalunya) y la declaró elemento festivo patrimonial de interés nacional.
Una de las sardanas más emotivas para mi, es la "Santa Espina". Esta formaba parte de la zarzuela homónima, que fue estrenada en 1907 en el Teatro Principal de Barcelona. Debido a sus connotaciones catalanistas, fue prohibida durante las dictaduras de Miguel Primo de Rivera y Francisco Franco. El 5 de septiembre de 1924 el general Lossada, gobernador civil de Barcelona, difundió la siguiente circular
"Habiendo llegado a este Gobierno Civil, por lo que no hay ninguna duda de que determinados elementos han convertido la sardana "La Santa Espina" en himno representativo de odiosas ideas y criminales aspiraciones, escuchando su música con el respeto y reverencia que se tributan los himnos nacionales, he acordado prohibir que se toque y cante la mencionada sardana en la vía pública, salas de espectáculos y sociedades y en las romerías o reuniones campesinas, previniendo los infractores de esta orden que procederé a su castigo con todo el rigor"
La Santa Espina (Marina Rosell)